La situación se agravó con la cancelación —sin explicación pública suficiente— de la segunda asamblea ciudadana por parte de la Directora Regional de los Programas para el Bienestar, Adalí Fragoso Martínez. Dicha suspensión se dio luego de que en dos ocasiones anteriores la mayoría de los asistentes eligieran de forma democrática a un presidente para el comité, lo cual generó sospechas entre los habitantes de que existe una intención deliberada de imponer a una persona cercana a ciertos intereses políticos como tesorera del comité.
Estas acciones han sido interpretadas como autoritarias y poco transparentes, rompiendo con los principios de participación comunitaria y autogestión que promueve el propio CONSABI como parte del sistema de salud federal impulsado por la Cuarta Transformación. Cabe recordar que el CONSABI se creó como una figura de descentralización en el acceso a la salud, cuyo objetivo es garantizar el bienestar desde los territorios, no desde los escritorios políticos [fuente: Diario Oficial de la Federación – DOF, https://www.dof.gob.mx/
Ante este panorama, los pobladores de Jilotepec y sus comunidades vecinas han advertido que se manifestarán públicamente en las oficinas del Bienestar en la ciudad de Xalapa, exigiendo el respeto a sus derechos comunitarios y la no intromisión de actores externos en un proceso que debe ser estrictamente ciudadano.
Exigen además la intervención directa de la gobernadora del estado, Rocío Nahle García, para detener lo que consideran una manipulación política del proceso y restaurar el principio de legitimidad popular.
El llamado que hacen es claro: que se respete la voluntad del pueblo. La salud no puede ser rehén de intereses partidistas, y el bienestar no puede ser negociado en las cúpulas. Cualquier intento de manipulación pone en entredicho los pilares fundamentales del sistema de bienestar social que el actual gobierno afirma defender.
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