Luis Ortiz
Aunque las largas filas ya no representan un problema en las sucursales del Banco del Bienestar, adultos mayores denunciaron obstáculos para cobrar su pensión debido a la rigidez en los trámites, particularmente por inconsistencias en la firma.
La señora Soledad Román explicó que a varios beneficiarios se les niega el pago si su firma no coincide exactamente con la registrada en su credencial de elector, aun cuando presenten identificación oficial y se verifique su identidad con huellas digitales.
“Se supone que venimos a cobrar la pensión pero a muchos no los pasan porque no pasó la firma. No les dan el dinero. Te toman las huellas y con eso puedes pasar, traes tu credencial con foto y todo”, comentó.
Agregó que muchos adultos mayores tienen problemas de coordinación motriz o les tiembla la mano, por lo que firmar igual que hace años se vuelve complicado. Además, señalaron que el personal del banco muchas veces actúa con falta de empatía y comprensión ante estas situaciones.
“No son comprensibles porque somos adultos y no hay razón de ser así. Ellos dicen que por las auditorías, pero no los van a auditar solo por una firma. Tal vez si vienen y cobran pensiones de personas que ya están fallecidas, pero no por una firma”, expresó.
Ante esta situación, los adultos mayores solicitaron que se implementen mecanismos alternativos de validación que consideren sus limitaciones físicas, como lectores biométricos o verificación ocular de documentos.
Un caso que ejemplifica esta problemática es el del padre de la señora Aracely, quien intentó cobrar su pensión en la sucursal de avenida Independencia, en el centro de Veracruz, pero por no firmar exactamente igual, le negaron el pago y le pidieron regresar al día siguiente.
En el trayecto de regreso a casa, el adulto mayor sufrió una caída y se golpeó la cabeza. Su hija lamentó lo ocurrido y pidió un trato más humano por parte del personal: “Es injusto que no consideren lo difícil que es para ellos movilizarse. No piden limosna, es su derecho”.
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