CDMX.- La industria automotriz mexicana vendió 116,059 vehículos ligeros en junio, un 5.9% menos respecto a mes del año pasado. El guarismo representa la mayor caída para un junio de los últimos tres años. Dada la importancia de la industria para la generación de divisas, empleo y su aporte al PIB, el dato no puede leerse de forma aislada del estancamiento que muestra este año la economía mexicana.
Las tres automotrices más relevantes para el mercado mexicano exhibieron caídas o estancamiento en junio. Nissan, que vende un 17% del total de automóviles ligeros de la industria, exhibió un crecimiento nulo medido de manera interanual para junio. Las ventas de General Motors, la segunda automotriz más relevante en el mercado, cayeron 12%. Volkswagen, la tercera en importancia, redujo 5% sus ventas.
A nivel semestral, las ventas acumuladas de enero a junio sumaron 709,341 unidades, 0.2% menos que en 2024, según datos del INEGI.
La caída de las ventas refleja un entorno económico marcado por el estancamiento del primer semestre, y con un sector privado que no ve señales de que la economía vaya a repuntar pronto. En 2024, la industria representó el 4.5% del PIB total y fue el principal generador dentro de las industrias manufactureras.
A esto se suman las tensiones comerciales con Estados Unidos, que podrían afectar aún más las cadenas de valor y las exportaciones del sector. Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la industria aportó el año pasado el 32% de las exportaciones totales, de las cuales el 79.7% se dirige a Estados Unidos.
Además, genera más de 900 mil empleos directos, es decir, alrededor del 22% del empleo manufacturero del país, con un sueldo promedio de 30,000 pesos.
A pesar del optimismo de Hacienda, el sector privado ve una economía estancada y sin motores
El freno en el consumo interno es otra señal preocupante. La venta de autos suele considerarse un termómetro de la economía de los hogares y del acceso al crédito. La baja en las ventas podría estar anticipando una menor confianza del consumidor y un entorno financiero menos favorable.
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