Reflexiones criticas a la mal llamada Inclusión Educativa de la Universidad Veracruzana

¿La inclusión universitaria es una verdadera prioridad para la institución o simplemente es una estrategia de marketing institucional para mejorar la imagen pública de la universidad? 
- en Foro libre

Carlos Eduardo González Gómez

Se hace mención en reiteradas ocasiones acerca de la importancia de la no discriminación (la edad, por ejemplo), empero, ¿De qué manera se resuelven las prácticas discriminatorias que imperan actualmente al interior de órganos institucionales como lo es la Universidad Veracruzana? ¿Las prácticas discriminatorias solo deben visibilizarse si se aplican a altos funcionarios, pero ignorar si les ocurre a los estudiantes? Mucho se APALABRA de que se “abona al proceso de inclusión educativa, mismo que forma parte del eje rectoral de la Universidad Veracruzana”, pero la realidad es que poco de ello ocurre.

¿Quieren hablar acerca de prácticas discriminatorias reales, de esas que pasan desapercibidas? Vamos a mencionar solo una, en otro momento iré haciendo mención de las demás:

  • En 2023 fungí como el primer TUTOR SOMBRA no reconocido de toda la Universidad Veracruzana de un estudiante autista, cuento con documentos oficiales de su facultad donde se me reconoce como tal. Ese mismo año fui aceptado en un posgrado de calidad Conahcyt con el tema de tutoría sombra en estudiantes universitarios autistas. Propuse entrenar tutores académicos para que fungieran como tutores sombra, pues en ese entonces había más estudiantes autistas que requerían de uno. No lo avalaron, todo bajo el argumento de que el estudiante debía trabajar con lo que se tenía la mano (tutores académicos/estudiantes monitores). Propuse lo anterior porque había padres de familia que no podían costear un tutor sombra.
  • Cansado de que hayan denostado lo que hacía, llevé a cabo una investigación para la ANUIES en octubre de 2024, la presenté y en abril de este año fue publicada mi investigación en el Google Académico. Me lacera decir que en julio de 2025 aún hay estudiantes universitarios autistas que requieren de un tutor sombra y no cuentan con uno. Lo anterior si es una practica discriminatoria, toda vez que restringen y limitan el acceso a este servicio. Peor aún, no se toma en cuenta a estudiantes universitarios autistas en lo relacionado a riesgo suicida y alta reactividad emocional. No hay psicólogos en la Universidad Veracruzana que trabajen desde Applied Behavior Análisis (ABA) para trabajar habilidades sociales y de comunicación. De todo lo anterior no solo tengo mensajes, grabaciones, fotografías, videos y documentos que lo corroboran, sino correos donde un segundo estudiante solicitó a sus directivos lo apoyasen a contar con un tutor sombra porque presentaba problemas escolares, y cuando gusten muestro todo. Si lo ya explicitado no es invisibilizar a estudiantes universitarios autistas, ¿Cómo se les llama a dichos actos?

No todo ha sido malo, afortunadamente he podido hablar acerca de la Tutoría Sombra en 11 universidades de manera nacional e internacional, las cuales no solo reconocen su importancia, sino además hay 2 propuestas para entrenar a tutores académicos para fungir como tutores sombra, siendo la última la Universidad de Guanajuato, en la cual argumenté algunas reflexiones críticas de la mal llamada inclusión educativa a docentes, personal académico y psicólogos que pienso precisar a continuación. Reflexiones posibilitadas gracias a la colaboración y apoyo en conjunto de estudiantes universitarios autistas adscritos a la Universidad Veracruzana y la Universidad de Baja California:

  • No se niega que las universidades en México puedan tener políticas inclusivas en documentos oficiales, empero, su implementación es precaria y deficiente, causando prácticas discriminatorias que pocas veces se evidencian por temor a represalias.
  • La ausencia de “ajustes razonables” reales para estudiantes universitarios en situación de discapacidad puede conducir al abandono académico.
  • Algunas universidades operan bajo directrices capacitistas, llegando a tratar a estudiantes en situación de discapacidad como una “carga” y no como parte integral de la comunidad universitaria.
  • Muchas universidades de Educación Pública se “escudan” en campañas superficiales de “inclusión”, mucho de lo que se apalabra en medios digitales y de comunicación no se hace.
  • Las universidades han aprendido a hablar de inclusión, sí, pero en sus folletos, foros internacionales y redes sociales, pero poco se aterriza a la realidad.
  • La rigidez en la forma en que se enseña (clases rigurosas, interacción social forzada, carencia en hacer ajustes adecuados en la forma de implementar sus clases, inexistencia de “ajustes razonables” para problemas sensoriales), margina a estudiantes universitarios autistas, el diseño pedagógico es deficiente.
  • La mayoría de docentes tiene un nulo conocimiento de como trabajar con población universitaria autista, impera la ignorancia intelectual. Peor aún, varios operan desde prejuicios, cualquier política de la mal llamada “inclusión educativa” es un maquillaje superficial para enaltecer el nombre de una universidad que no es inclusiva.
  • NO basta con “incluir” a los estudiantes, es imprescindible escucharlos de manera constante, donde tener PACIENCIA sea el aditamento para el éxito académico.
  • Si cuestionan a estudiantes universitarios autistas acerca de la pertinencia de contar con un tutor sombra, ¿Qué opinarían ellos o los padres de familia acerca de tener uno? ¿Cómo respondería la Universidad Veracruzana respecto a ello? ¿Es valido que paguen cuantiosas cantidades de dinero por un tutor sombra particular, acaso su voz no importa? ¿Es mejor que abandonen la universidad? ¿Seguro facultativo gratuito por pertenecer a una universidad pública sí, pero un tutor sombra “gratuito” no?
  • ¿La inclusión se demuestra en acciones o solo se apalabra? ¿Acaso no podría ser un ajuste razonable contar con un tutor sombra? ¿Cuándo se tomará en cuenta la opinión de los estudiantes universitarios autistas o de los padres de familia? ¿La tutoría convencional tiene la misma envergadura que la que tendría un tutor sombra?
  • El problema medular es que como no existe esa figura, se piensa que no es necesaria, de forma hilarante algunos pueden objetar que tener un tutor sombra es sinónimo de ser capacitista, asistencialista o que el tutor sombra hace las actividades por el estudiante.
  • Es pertinente que las instituciones públicas hagan foros internacionales de inclusión año tras año cada 03 de diciembre visibilizando el día internacional de las personas con discapacidad, el problema irradia en que aquello que se comenta en las ponencias no se aterriza a la realidad.
  • La falta de apoyos adecuados es una forma de violencia estructural. Este vacío puede llevar a un epistemicidio (destrucción, marginación y desprecio sistemático de los saberes), ya que se anulan otras formas de conocimiento, comunicación y existencia, excluyendo y desvalorizando experiencias que no se ajustan al “modelo normativo”.
  • ¿La universidad está realmente comprometida con la inclusión, o solo lo hace para cumplir con requisitos legales o normativos? ¿Por qué no se ha posibilitado la accesibilidad en todas las instalaciones de la Universidad Veracruzana que garantice el acceso físico para todos los estudiantes en situación de discapacidad?
  • ¿De qué manera la Universidad Veracruzana hace frente a aquellas barreras invisibles como lo son los prejuicios o la estigmatización, lo que sí dificulta la plena integración de sus estudiantes en el entorno académico?
  • ¿Las políticas universitarias promueven una inclusión real o se limitan a la integración superficial de estudiantes en situación de discapacidad? ¿La Universidad Veracruzana podría garantizar que si se han implementado todos los ajustes razonables de estudiantes en situación de discapacidad?
  • ¿La inclusión universitaria es una verdadera prioridad para la institución o simplemente es una estrategia de marketing institucional para mejorar la imagen pública de la universidad? 

¿Qué se puede hacer para revertirlo?

  • Promover de manera reiterada una cultura de cuidados mutuos y no capacitista dentro de cada facultad, incluyendo a toda la comunidad estudiantil.
  • Visibilizar radicalmente las problemáticas que ocurren hacia los estudiantes en situación de discapacidad de la Universidad Veracruzana y tomar acciones para evitar las prácticas discriminatorias.
  • Garantizar que haya tutores sombra para estudiantes universitarios autistas. La evidencia empírica hace mención que su incidencia no es capacitista ni asistencialista, más si mejora sustancialmente el rendimiento académico.
  • Impulsar que se garanticen fehacientemente ajustes razonables para estudiantes universitarios en situación de discapacidad en la Universidad Veracruzana.
  • Sensibilizar al personal universitario para que se percaten acerca de las consecuencias devastadoras de implementar prácticas discriminatorias (gr. abandono escolar y riesgo suicida).
  • Castigar severamente la mala praxis, la negligencia y las prácticas discriminatorias al interior de toda la Universidad Veracruzana.
  • Monitorear y presionar radicalmente a organismos públicos para que se cumplan los derechos de estudiantes en situación de discapacidad.
  • Escuchar a todos los estudiantes en situación de discapacidad es fundamental. Nadie mejor que ellos para señalar lo que necesitan para transitar adecuadamente dentro de la universidad.
  • Seguir visibilizando lo que se quiere mantener en silencio, lo que se pretende ocultar, es crucial. NO IMPORTA SI INCOMODA O DESAGRADA A PERSONAL DE LA UNIVERSIDAD VERACRUZANA; de no hacerlo, solo se perpetúa el statu quo y se fomenta la continuidad de estas injusticias.

Mi travesía como estudiante adscrito a la Universidad Veracruzana no ha sido un camino fácil. Desde principios del año pasado he atravesado momentos muy difíciles, de esos que te ponen a prueba. Aun así, y a pesar de haber navegado contracorriente, nunca me he sentido solo. Me siento afortunado de sentir, en cada paso que doy, el respaldo, apoyo y la compañía de tantas personas: familia, amigos, padres de familia, estudiantes universitarios en situación de discapacidad y consultantes que han creído en mí, en lo que hago y en mi manera de trabajar para ir forjando, poco a poco, una sociedad más inclusiva.

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