SEP- SEMS una especie de réplica

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Wenceslao Vargas Márquez/ El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) está funcionando casi a plenitud trece años después de fundado por Vicente Fox. Ya ha hecho evaluaciones para ingreso y al menos una evaluación docente (muy pocos docentes) para efectos de permanencia (34 mil docentes, de los que 30 mil resultaron no idóneos y siguen esperando un tutor que no aparece).

plazasEntre otras actividades el INEE ha comenzado a publicar su Gaceta Oficial. Correspondió su ejemplar 0 al plazo octubre 2014 enero 2015. Ya circula la Gaceta número 1 que abarca el periodo marzo-junio de 2015. Su lema es ‘Recorrer, aprender y arribar’. Repasaremos dos notas que aparecieron en ella:

En la edición 1 de la Gaceta del INEE aparece un trabajo del secretario veracruzano de Educación Flavino Ríos. Es el más ¿priísta? de los trabajos. En un entorno que pretende ser académico (que de hecho es académico) se notan fuera de lugar las líneas iniciales de Flavino Ríos echando aplausos a mi presidente Peña Nieto y a mi gobernador Javier Duarte. Debe aceptar el secretario Ríos Alvarado que si omite su primer párrafo el texto comenzaría perfectamente bien desde el segundo aun cuando la colaboración parezca una acumulación de datos numéricos como sacados de Wikipedia.

Una notoria ausencia en el trabajo del doctor Flavino Ríos es el Instituto Veracruzano de Desarrollo Profesional y Evaluación Educativa (IVDPEE) que alguna vez se presentó como vicario del INEE y que obligó al legislativo veracruzano a adecuar la legislación en abril de 2014 para que ese IVDPEE se alineara perfecta y milimétricamente con el INEE y se evitara la controversia constitucional con que fue amenazado Veracruz por el ejecutivo federal en marzo de 2014. Nada se sabe del IVDPEE y es sospechoso que en un trabajo académico dedicado a la evaluación educativa el organismo dedicado a ella en Veracruz sea cuidadosamente omitido por el titular del ramo. ¿Por qué será?

En la Gaceta 1-2015 aparece también una colaboración del subsecretario de Educación Media Superior, Tuirán, de la SEP de Chuayffet. Estos párrafos pretenden ser una especie de réplica al subsecretario. El trabajo del doctor Tuirán se titula ‘Formación y Evaluación Docente en la Educación Media Superior’. En ella el subsecretario hace afirmaciones, dos de las cuales merecen esta especie de réplica:

Afirmación uno. En el apartado inicial ‘Que el origen social no se convierta en destino’, afirma que ‘las características y condiciones laborales de los docentes varían ampliamente por subsistema’. El subsecretario pretende –y no logra- abarcar en sus párrafos esa amplia variación de condiciones laborales docentes en el país. Él anota el sexo (‘la mitad son mujeres’), la edad (‘una tercera parte tiene menos de 35 años’), estudios (‘poco más de 9 de cada 10 tiene licenciatura o posgrado’), el tipo de servicio (‘2 de cada 3 laboran en planteles públicos’), tipo de contrato (‘casi 6 de cada 10 cuentan con base’). El subsecretario numera varias características pero no pone en su lista la principal atrocidad en estas divergencias: la variación del salario. Sus subordinados (yo soy uno) tenemos salarios distintos violándose el principio constitucional de que a trabajo igual salario igual.

¿Por qué el subsecretario omite en su lista las diferencias salariales? ¿Por qué no anota el subsecretario en la Gaceta del INEE que algunos de sus trabajadores cobran salarios en promedio 20% más altos que otros? ¿Por qué? ¿Esa variación no importa?

Afirmación dos. Sostiene el subsecretario en la página 12 de la Gaceta: “Existe evidencia en México, que los docentes contratados por concurso obtienen mejores resultados en el aprendizaje de sus alumnos que quienes fueron contratados mediante métodos tradicionales” y remite el doctor a una cita académica en inglés titulada Estrada, R. (2013), Rules rather than Discretion: Teacher Hiring and Rent Extraction, Escuela de Economía de París. (Por cierto que los ‘métodos tradicionales’ que el subsecretario deplora fueron (¿son?) métodos legales que el derecho positivo mexicano tuvo (¿tiene?) a través de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, en particular su art. 62 que obliga a la autoridad a aceptar propuestas de sindicatos para la ocupación de vacantes).

En el renglón que sigue afirma el subsecretario que “el primer concurso de ingreso al Servicio Profesional Docente SPD en los diferentes subsistemas del nivel medio superior se realizó en julio de 2014”. ¿Cómo puede ser entonces que si el primer concurso de ingreso se hizo en 2014, Ricardo Estrada sabía en París, en mayo de 2013, de la eficacia de las evaluaciones 2014-2015? Es que Estrada se refiere a los concursos salidos del pacto SEP-SNTE de 2008 que se publicaban en el sitio concursonacionalalianza.sep.gob.mx.

Suena esa afirmación del subsecretario en la Gaceta a que se pretende deslizar la idea de que las evaluaciones que haga el INEE son la verdadera y única salvación para la educación mexicana porque genera mejores alumnos. Además el trabajo de Estrada tiene errores. Cerré su lectura en la página 8 de 30 del manuscrito cuando leí el incorrecto dato que las secciones del SNTE son 52. ¿Para qué seguir la lectura? Resumo: Para que concluyamos que los docentes salidos de concurso son superiores a los docentes sin concurso (los del ‘método tradicional’ que dice el doctor Tuirán) deberán hacerse análisis profundos a largo plazo.

Si no hubiese revisado el manuscrito me habría quedado con la idea errónea de que Estrada es de los adivinos del futuro que sabe en 2013 lo que ocurrirá en 2015, de los adivinos a los que Alighieri, en la Divina Comedia (Canto XX, octavo círculo del Infierno) obliga a caminar hacia atrás, llorando en silencio, porque la cabeza les ha girado 180 grados en torno al cuello. Cuando esos adivinos lloran, dice el dantesco Dante, sus lágrimas les caen, temblorosas, a lo largo de la espina dorsal.

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