Coatzacoalcos, Ver.- Las dos personas que presuntamente habían sido desaparecidas por elementos de la Fuerza Civil ya están en casa; sin embargo, no habían pasado ni cinco horas de esa noticia, cuando familiares de otros cinco chicos, también presuntamente desaparecidos a manos del cuerpo de élite de Arturo Bermúdez, se plantaron en la subfiscalía para exigir que se aceleren las investigaciones para encontrarlos.
Golpeados, pero con vida, Iván Arevalo Pérez y a Diego Antonio Corro Ruiz, fueron abandonados en un sitio indeterminado de Coatzacoalcos la tarde del martes. Lograron comunicarse con la familia, y se informó por redes sociales que ya estaban de vuelta.
Se dio a conocer, por el mismo medio, que habría una rueda de prensa para que se informara sobre los acontecido con ellos, pero finalmente no se realizó, al parecer ya se abrirán del tema ante el temor.
«Están muy cansados y con hambre, los golpearon mucho y están muy abatidos, pensaban que ya no iban a regresar», contó un familiar de uno de las víctimas.
Y así como aparecieron esas dos personas, familiares de otros cinco desaparecidos se plantaron en la oficina de la subfiscal, Samyra Khouri Colorado, en la colonia Petrolera, para demandar que se agilizaran las investigaciones pues había peritajes que no se habían efectuado. Todos fueron llevados por la fuerza el 11 de mayo pasado.
Las familias denunciaron que se efectuó un operativo policiaco ese día en las colonias Obrera, Constituyentes y Villas del Sur.
Los inconformes señalaron que en las denuncias han puesto claramente que hay testigos de la presencia de elementos de la Fuerza Civil en ese operativo, una de ellas es la 234/2015 de la Agencia Segunda del Ministerio Público.
Reclaman la presencia de Eliaquín Alvarado Villafuerte, de 31 años de edad, sus traído de su casa en la colonia Obrera; José Manuel Cruz Pérez, llevado de su casa en la colonia Constituyentes; Jhonit Enríquez Orozco, de 25 años; Roberto Gallegos Osorio, de 23 años, y Hector Manuel Facundo Ramos, de 50 años, los tres sustraídos en la colonia Villas del Sur.
Contó la esposa de José Manuel Cruz Pérez: «él es taxista. Esa noche, escuchó que le pegaban a un coche y salió rápido porque pensaba que era a su taxi. Se asomó y vio a los sujetos. Allí estaba una patrulla. Le preguntaron quién era, dio su nombre, y se lo jalaron, lo comenzaron a golpear y se lo treparon en una camioneta«.
La mujer tomó en brazos a la hija de seis años y sin pensar corrió a la otra salida de la casa, la que da al monte, donde hay un cerro, lleno de matorrales espinosos. El corazón palpitante por salvar a la pequeña se trepó a lo más alto de la colina, descalza, heridas en las piernas por las espinas.
Durante la protesta, ayer en la tarde, mientras sostenía la manta con la cara de su esposo, dijo: «cuando se lo llevaban le preguntaron si había alguien más y alcancé a escuchar que decía que no, y en ese momento entendí lo que había que hacer«.
«Si quieren que tapemos el puente, lo haremos, si quieren que afectemos a terceros, eso vamos a hacer», dijo el padre de uno de las víctimas tras enterarse de que dos chicos que estaban desaparecidos, fueron devueltos con vida después de varias horas de protesta en las calles y carreteras.
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