Las Choapas, ver.- «Queremos que nos voten los cuerpos, que los desentierren y que los saquen de donde los tienen, los queremos ya», dijo categórico Antonio Contreras, familiar de las cuatro personas que están desaparecidas desde hace un mes en el ejido Nacimiento, de Las Choapas.
Se trata de cuatro adultos que salieron a cuidar el ganado, pero no regresaron a casa. Desde entonces, dicen, los rumores no se han dejado esperan y muchos piensan que ya están muertos, inhumados ilegalmente, en un rancho de un ejido vecino.
Familiares, amigos y vecinos de los ausentes tomaron por espacio cuatro horas la súper carretera Raudales-Las Choapas-Ocosocoautla para exigir a las autoridades su ayuda para ingresar a un rancho en el que supuestamente los labriegos estaría sepultados en una fosa clandestina.
«Ya la verdad han pasado muchos días, ya no creemos que estén vivos, lo único que pedimos es que nos voten los cuerpos, que los saquen de allí del rancho en donde están y que nos dejen sepultarlos», dijo Antonio Contreras.
La protesta fue respaldada por unas 200 personas del ejido Nacimiento, así como de localidades vecinas, que se colocaron en la carretera mencionada, afectando la comunicación por tierra con los estados de Tabasco, Chiapas y Veracruz.
Cientos de automovilistas se vieron retrasados en el arribo a sus destinos por la protesta que fue encabezada por la familia nuclear de Felipe Contreras Torres, de 46 años, y sus hijos, Jesús y Gustavo Contreras Torres, de 22 y 23 años, y Venancio Contreras Gonzalez, de 35 años.
Durante la protesta, los inconformes comentaron que desde hace varios días, en el pueblo está el rumor de que a los ausentes les dieron muerte en un rancho ubicado en el ejido Ricardo Flores Magón, propiedad de un acaudalado terrateniente de apellido Alarcón, quien todo el tiempo cuenta con gente armada cuidando su propiedad.
Las familias contaron que saben que dentro de su rancho están enterrados los desaparecidos, no saben por qué motivos los mataron, pues se dedicaban al campo, ahora lo único que piden es que los ayuden a ingresar a buscar el sitio en donde fueron inhumados.
Dicen que con el bloqueo lo «único que queríamos es que llegara la prensa y nos pudieran atención para decir que la autoridad nos dio la espalda, ya que no quieren ir a buscar al rancho que decimos. Del gobierno ya no esperamos nada», recalcó otra persona.
Expresaron que con esta movilización «queremos que salga la nota en los diarios más importantes y que ellos vean la información y que nos tiren los cuerpos, que los saquen de donde los tienen y que ya los dejen para que los enterremos», acomplejó otro familiar.
ACOSO JUDICIAL
Los campesinos, recordaron, salieron a cuidar el ganado el 21 de febrero pasado, después irían de cacería. Los perros llegaron solos a casa al día siguiente, más no los labriegos. Al pasar el tiempo, se preocuparon, y salieron a buscarlos, en un ejido vecino encontraron los caballos, con todo y sillas, y sin muestras de violencia. Pero nada de sus jinetes.
Comentaron que después de poner la denuncia, fueron víctimas de acoso de parte de la Policía Ministerial, «nos tuvieron encerrados en la oficina de la policía allí en Las Choapas, retenidos, por más de cinco horas.
«Después nos fueron a ver a la casa de nosotros allá en el ejido Nacimiento, nos pedían que quitáramos la denuncia para que no hubiera más problemas», mencionó Antonio Contreras.
Después de la protesta, los ciudadanos fueron requeridos en la Fiscalía regional para que declaren al respecto y que se sigan las investigaciones para que se pueda detectar y catear el rancho en cuestión.
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