Por Antonio Trujillo y Perdomo
La calidez y la cachondería del gobierno estatal con la prensa amiga que se manifestaba en la época de los ladrones priistas en Veracruz durante los festejos y pachangas de fin de añejo, se acabaron.
Ni brindis, ni confites, ni canelones –¿qué es eso?- hubo en Palacio de Gobierno ni en Casa Veracruz en este año 2016, no se apretujaron con el tradicional abrazo y beso decembrino. En esencia no tuvo por qué darse ese acercamiento, el gobernante y su gabinete “apenas y conocen” al gremio periodístico, no han tenido trato profesional de gobierno con ellos, no ha existido en 31 días obra de gobierno qué difundir tan solo informes de cómo se aplicarán nuevas formas de normar la labor burocrática y las finanzas de Veracruz.
Sigo diciendo, humana y personalmente Miguel tampoco tuvo por qué darse abachobecho con la banda reporteril y empresarial de medios, sobre todo por el soez trato proferido contra él, su familia y su coalición de partidos durante 12 años, al menos. Eso digo yo y mi circunstancia je je je.
El gobierno de Papigoberblú apenas tiene 31 días, tovía no llega ni a la cuarentena y como quien dice, ¡está de cuidado!. Lo que quiere decir que aunque el choleño conoce a la mayoría de la banda de la tecla y grabadora de Veracruz debido a sus anteriores encargos de gobierno estatal o federal, puede decirse que tiene pocos “amigos” entre el gremio, no obstante algunos se cataloguen como tales.
Y la neta del planeta, ¿qué tendría que festejar el gobierno entrante con los chicos de la prensa, con los empresarios de medios, y con la demás fauna de la información? Nada, nadita de nada. Apenas se está acomodando en la silla nueva tejida que le trajeron de San Miguel del Soldado, no ha habido una relación formal de trabajo todavía.
Quizá lo que hordas de periodistas fieles y prósperos debieron promover fue un festejo con el remanente de bandoleros priistas que todavía están en funciones en la 64 Legislatura, en Delegaciones federales, e incrustados en órganos de gobierno en puestos medianos, sin olvidar a los trapecistas que mutaron del rojo intenso al azul-negroamarillo sin rubor alguno, sinvergüenzas habrían de ser ojaldras con mole.
Las soñadoras (es) que se solazaron durante tantos años , pero especialmente los últimos 12, cargando sus comentarios contra la figura de Miguel Ángel Yunes Linares con todos los sobrenombres habidos y por haber, extrañaron en 2016 no ser invitados a festejos decembrinos rodeados de hipocresía, de regalitos, de sobadas de lomo, y pellizcos de nalga. Nanches de la loma.
Por austeridá, fue el argumento palaciego de que no habría brindis ni chupes, ya que Veracruz está en emergencia financiera; argumento seco, meco y a la cabeza.
Aunque la neta eso no fue, porque unas pinchurrientas sidras de Las Vigas, unos pambazos de Dauzón, y unos dulces de las monjas de la Casa Azul no representan millones de pesos ni sangría al erario público, NO, la intención digo yo, fue la de proyectar una posición firme, dura, acorde con la personalidad conocida de un hombre de gobierno más cuereado que muchos, y quizá también con un ápice de desquite sentimental frente a los textoservidores (as) fieles y prósperos “de la fuente” cuyo servilismo y abyección no ocultaron durante al menos 12 años de los recientes gobiernos priistas, ja ja ja me rio y me carcájeo de los y las quejumbrosas que andan tirando amargura y soledad porque no hubo brindis en Palacio. ¿Qué esperaban de un gobierno el cual no deseaban llegara por ser emanado de partidos no priistas?
Quienes rumian y no acaban de digerir que las cosas no volverán a ser como antes, -al menos los próximos 8 años-, tendrán que amoldarse a la nueva dinámica, tendrán que aprender de nueva cuenta a reportear de fuentes vivas y no estar esperanzados al tráfico de notas que uniforman la información, o los boletines oficiales y los extraoficiales que les hacían llegar a “columnistas” que se precian de ser los mejores informados, je je je.
Esos pedodiaristas consentidos se acabaron, el fin de una larga época culminó, se fi ni, valió madres, cataplúm. ¿O surgirán otros de color azul? Ya se verá, por sus frutos los conoceréis.
Lo que no deja de ser cierto es que existe un ambientes triste y tenso en Veracruz, el desgarriate que dejaron Fidel y Javier derivado de sus robos a 8 millones de veracruzanos, solapados por el gobierno priista de Peña Nieto no tiene compostura inmediata. Los priistas ladrones robaron hasta la felicidad de las navidades y el año nuevo de los veracruzanos. ¡Feliz tanque lleno 2017! Jo jo jo jo jo. Chao bambinetos. Salucita de la buena, y sigan votando por el PRI.
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