Rodolfo Herrera/ Vivir en el Golfo
Como todos los años, este primero de mayo, funcionarios y líderes charros se aprestan a celebrar un día que no les corresponde, debido a que los trabajadores están en su peor etapa y sin que nadie los pueda defender.
La pregunta que todos los ciudadanos nos hacemos este primero de mayo ¿Qué hacen los líderes charros y vende patrias encabezando a toda esa gran fuerza laboral? ¿Qué hacen los funcionarios corruptos en sendos estrados presenciando el desfile de la complicidad?
Mire usted, el desfile del “Día día del trabajo”, tiene su origen el primero de mayo de 1886, cuando en Estados Unidos los obreros reclamaron una hornada justa y legal de 8 horas, en ese entonces todos los movimientos obreros habían sido reprimidos a balazos y a golpe de garrote, porque miles de niños, mujeres y ancianos también realizaban jornadas extremas de 12 y 14 horas diarias.
Llegó la huelga general en Estados Unidos y el movimiento sindicalista terminó muy mal en Chicago, donde los obreros fueron reprimidos y masacrados por reclamar sus justas prestaciones y un horario más humano.
Luego de 3 años de esa masacre, en el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, los obreros del mundo acordaron celebrar el Primero de Mayo como el “Día del Trabajo” y se hiso obligatoria la jornada de 8 horas laborales, en homenaje a los Mártires de Chicago.
En México el cambió tardo 20 años más y los obreros de las textileras de Río Blanco Veracruz, se fueron a la huelga el 7 de enero de 1907, en un movimiento que se extendió a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa, los obreros fueron reprimidos y asesinados, en un hecho considerado como precursor de la revolución mexicana de 1910.
Pero su demanda de jornada laboral de 8 horas fue reconocida y aceptada por el gobierno, dando paso al sindicalismo de esos grandes defensores de la clase obrera nacional.
Por todo lo anterior, entendemos que la celebración del desfile del primero de mayo es en reconocimiento a una lucha obrera mundial, ganada a base de huelgas, movilizaciones peligrosas que en muchos casos reprimieron a los obreros y sus familias, pero que a final de cuentas sirvió de algo.
Esas luchas fueron encabezadas por auténticos defensores del pueblo, Valentín Campa, Galván, Vicente Lombardo Toledano, gente que vivió para la lucha, que no se vendió, que se mantuvo firme, que fue digna.
Entonces nos preguntamos, ¿Qué celebran ahora los líderes charros que se enquistan en el poder y niegan elecciones, que se gastan a placer las millonarias cuotas de los trabajadores, que acumulan fortunas, mansiones y derrochan el dinero que roban a las arcas sindicales?
¿Por qué a casi 140 años de esas luchas obreras hay tantos niños explotados y sin ser protegidos por la Secretaría del Trabajo? ¿Por qué existen los mentados cerillos que son explotados y obligados a cumplir 8 horas diarias para ganarse una propina, pero que no les garantizan ni un peso institucional ni seguridad social, niños que tienen que trabajar para comer, estudiar y ayudar a sus madres?
¿Qué hacen esta bola de parásitos vividores, vanagloriándose de la miseria en que han sumergido a los trabajadores, con salarios oficiales de menos de 100 pesos diarios y despidos inhumanos en Pemex, CFE y en casi todo el territorio nacional?
Y frente a ellos, como reyezuelos, en estrados, los gobernantes, los funcionarios, dándose fe unos a otros de la infamia que cometen ambos contra el pueblo.
La situación sigue siendo clara y hoy, como en 1886, los obreros mexicanos tampoco tenemos nada que celebrar.
A LA MEDIANOCHE ARRANCAN LAS CAMPAÑAS
A la medianoche de hoy, o a las cero horas de mañana como usted prefiera, arrancan las campañas y va usted a escuchar de todo, desde mentadas, sacadas de lengua y todo tipo de tonterías, por favor, no se apasione, no pierda amigos a causa de la política, tome las cosas con calma y trate de divertirse, digo, si es que le gusta el teatro.
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Nada que festejar en éste día, salvo el propio esfuerzo de millones de mexicanas y mexicanos honrados y decentes, que luchan por sacar adelante a sus familias contra los abusos de gobierno y sus sicarios uniformados. A los líderes charros, como deschamps, hay que ejecutarlos por traidores en cualquier lugar del Mundo, en el que haya un mexicano y los identifique. Lo mismo que a políticos y empresarios criminales.