Tierra Blanca, Ver.- No tenían relación con el robo de gasolina las cuatro personas que perdieron la vida en la explosión del sábado por la mañana en el ejido Cerritos, de Tierra Blanca.
El gobierno del estado indicó que se está haciendo lo necesario para castigar a los responsables y que Pemex se haga cargo de las afectaciones.
En Tierra Blanca, autoridades municipales confirmaron que los finados, eran un padre y sus dos hijos, además un vecino de éstos que ese día les pidió un aventón para salir a realizar unos pagos.
Los cuerpos carbonizados fueron identificados como Cayetano Reyes Medina, de 50, y sus hijos, Felipe y Rodrigo Reyes Morales, de 19 y 14 años; el vecino era Martín Martinez Moguel, de 76 años.
Estas personas salieron temprano de la localidad mencionada, rumbo a Tezonapa, abordo de un coche tipo Tzuru modelo atrasado.
Técnicamente se sabe que la explosión se dio cuando el coche pasó por el charco de agua, que tenía gasolina producto de una toma clandestina, y de un chispazo del sistema de encendió, generó la conflagración que le quitó la vida a los cuatro ocupantes de la unidad.
Trascendió que el padre y los dos hijos, iba a dejar a uno de éstos a la escuela, y el vecino les pidió aventó para salir del pueblo a realizar un mandado.
Aunque trascendió que los finados se dedicaban al robo de combustible, en medios de comunicación de la zona ha comenzado a circular información de que la fuga había sido abandonada por ladrones profesionales de gasolina, que no tuvieron precaución al dejar combustible robado por toda la zona y causaron la desgracia.
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