Por Ana Mónica Rodríguez/
Ciudad de México. (La Jornada). Una inquietante e ingeniosa mirada a la falta de privacidad en el mundo actual, debido al impacto de las redes sociales y el uso de los teléfonos móviles, es el eje de la obra que protagonizan Diego Luna y Luis Gerardo Méndez, la cual, pese a las desconcertantes incidencias, tiene un final muy esperanzador.
Privacidad es el título de la puesta en escena escrita por James Graham y Josie Rourke y dirigida por Francisco Franco. Se estrenará el 5 de octubre en el Teatro de los Insurgentes con fascinante producción multimedia.
La propuesta consiste en que los espectadores mantengan los celulares encendidos durante el espectáculo y se embarquen en una fascinante inmersión en línea en la que todos estamos conectados, para bien o para mal, expresó Luna.
“Si echo una mirada en las redes sociales y me voy al pasado –agregó el actor–, me doy cuenta de que los que empezaron a usarlas eran unos niños que no sabían las consecuencias de lo que publicaban. Hoy me siento un adolescente que no está cerca de la madurez, porque no termino de entender qué es eso, pero sí, me relaciono de manera completamente distinta y contengo ese primer impulso; ahora siempre pienso las cosas dos o tres veces antes de publicar algo porque sé que puede haber alguna repercusión.”
Ese es el aspecto que retoma Privacidad, detalló: La forma en que la información se transforma luego de que la publicamos de manera ingenua en la redes y que eventualmente será utilizada.
Hasta donde podemos llegar
Además, sostuvo el actor, la obra ofrecerá herramientas para entender qué es eso que utilizamos y hasta dónde queremos llegar.
El sui generis montaje que se estrenó en 2016 en el Public Theatre de Nueva York, también plantea una pregunta en el espectador, retomó Luis Gerardo Méndez, sobre cuál es la diferencia entre el yo público y el yo privado, y cómo entendemos eso en la vida diaria y en las redes sociales.
Eso, agregó Méndez, es muy complejo porque parece que las redes sociales ahora nos dan la oportunidad de hacer la versión que queramos de los demás.
Por ejemplo, prosiguió, se eligen las mejores fotos para subirlas a Instagram o cuando piensas en lanzar un tuit lo revisas antes cientos de veces para no decir una estupidez. En este sentido, existe una posibilidad de moldear tu figura en las redes sociales, lo cual en la vida real no existe.
Por eso, creo que esta obra es una cucharada de conciencia y de información en la que el espectador sabrá qué hacer con ella y quiero pensar que al final de la puesta en escena las personas tendrán un comportamiento muy distinto con su celular enfrente de los demás y con sus relaciones personales.
De hecho, retomó la plática Luna, vivimos esa parte que no queremos compartir, una completa soledad y, además nos estamos aislando cuando tenemos enfrente herramientas que se supone deberían conectarnos.
No obstante, puntualizó el actor, el final de la obra es esperanzador porque nos dice que no todo esta perdido, que depende de nosotros y todavía está en nuestras manos.
El espectáculo es muy particular, describió Luis Gerardo Méndez, porque “desde que llega el público se le pide que mantenga encendido el celular y el viaje que tiene el escritor –personaje que alterna con Diego– el espectador lo sigue a través del móvil y sobre el mismo escenario”.
Ambos contextos visuales, añadió el actor, provoca una experiencia más compleja al entender que el aparato que traes en la mano todo el día, hace cosas que ni te imaginas y cuando lo sabes das un grito.
Privacidad es protagonizada por Diego Luna y Luis Gerardo Méndez, quienes alternarán funciones y estarán acompañados por ocho actores en escena. La producción multimedia está dirigida por Francisco Franco.
La obra estará 20 semanas en cartelera, con funciones de jueves a domingo en el Teatro de los Insurgentes, ubicado en avenida de los Insurgentes Sur 1587, colonia San José Insurgentes.
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