Fiscalía de Guerrero acusa a sacerdote asesinado de ser narco y criminal

Germain Muñiz García sacerdote asesinado está siendo desprestigiado por la fiscalía, que operaba con criminales y andaba armado dice
- en Foro libre

Chilpancingo.- La Fiscalía General de Justicia de Guerrero implicó con grupos criminales a Germain Muñiz García, uno de los sacerdotes ejecutados el lunes en la carretera Taxco-Iguala.

El fiscal Xavier Olea aseguró, en conferencia, que el cura fue identificado como integrante de un grupo criminal que opera en las regiones Norte y Centro de Guerrero, y que fueron miembros de una agrupación rival, originaria del Edomex, los que lo asesinaron.

“Las hoy víctimas acudieron a la población de Juliantla, municipio de Taxco, a un baile donde hubo jaripeo y amenizó el grupo Bronco, y al que acudieron muchas personas de diversos grupos delictivos, tanto de Guerrero, como de Morelos y Edomex.

De los antecedentes investigados, se desprende que el sacerdote Germain Muñiz García fue fotografiado portando un arma de fuego de grueso calibre y en compañía de hombres fuertemente armados”, describió el funcionario.

Según el relato de la Fiscalía, hubo dos circunstancias que provocaron la ejecución de los curas: una, que durante el baile se generó un conflicto y otra, que el grupo delictivo del Edomex ubicó al padre Germain como integrante de una agrupación rival de Guerrero.

Durante la misa de cuerpo presente del cura Muñiz García, el obispo Salvador Rangel, de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, sostuvo que el asesinato de los sacerdotes es una muestra de la inseguridad que existe en el país y en la entidad, y que el Gobierno no hace nada para frenarla.

Sicarios del Edomex

El fiscal General de Justicia, Xavier Olea Peláez, señaló que los sicarios que asesinaron a los dos sacerdotes y a un profesor, forman parte de una organización criminal que opera en el Estado de México.

Olea señaló que los religiosos iban a acompañados de otras cuatro personas al baile –dos hombres y dos mujeres, una de ellas, hermana de Germain Muñiz–, en donde ingirieron bebidas alcohólicas y también se divertían miembros de al menos tres grupos delictivos de Morelos, Estado de México y Guerrero.

Las hipótesis del fiscal sobre el triple homicidio es que durante el baile se generó un conflicto y la otra es que uno de los grupos delictivos ubicó al padre Germain como miembro de una banda antagónica lo que habría desencadenado el ataque armado.

‘Guerra sucia’ 

El obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, denunció que existe una “guerra sucia” en contra del sacerdote Germain Muñiz a quien la Fiscalía General del Estado vincula con la delincuencia organizada, por lo que habría sido asesinado junto con el cura Iván Añorve y un maestro el lunes pasado luego de salir de un baile en Taxco.

Sin embargo, el prelado reconoció que existen fotografías donde Muñiz García aparece portando un rifle de grueso calibre y rodeado por hombres armados.

“Fue una imprudencia del padre haberse tomado esa fotografía y se tuvo que relacionar y saludar con ellos para poder atravesar esos territorios donde estaban los narcotraficantes, ahí en Mezcala donde también están las minas”, aseveró Rangel.

Agregó que esa fotografía es “antiquísima” y que fue publicada hace 10 meses en las redes sociales.

Contó que también circula una fotografía donde aparece él junto a un helicóptero y varias personas en la comunidad de Los Hoyos, del municipio de Leonardo Bravo.

Según el prelado, después se enteró de que ese grupo de individuos con los que se tomó la fotografía son delincuentes.

“Fui a ofrecer los sacramentos, a ofrecer la palabra de Dios, esto es una guerra sucia, no sé de quien”, sostuvo.

Protección criminal

Señaló que él no ha solicitado medidas de seguridad y que hasta el momento no ha recibido amenazas de la delincuencia organizada.

Aunque mencionó que varios sacerdotes que realizan su labor pastoral en zonas “calientes” de Guerrero sí han recibido amenazas e intimidaciones del crimen organizado.

Ello lo ha motivado a trasladarse a esa zonas controladas por los narcotraficantes para dialogar con sus líderes para que dejen en paz a los presbíteros.

El obispo insistió en que se establezca un diálogo con estos grupos del crimen organizado.

“Yo abiertamente lo he dicho, he dialogado con los capos, con los jefes de esos grupos para que cuiden a los sacerdotes, religiosas, seminaristas (…) Siempre he hablado de diálogo para buscar la paz”, aseguró Rangel.

Enfatizó que a pesar de que muchos políticos de Guerrero se sienten “ofendidos” con esta propuesta de que se dialogue con los grupos del crimen organizado, él va a seguir insistiendo en ese tipo de encuentros.

“Estos incidentes son el pan de cada día en Guerrero y en México con cierta complicidad de las autoridades”, concluyó.

Sotanas de sangre

2012

Víctor Manuel Diosdado Ríos, de la Diócesis de Apatzingán, fue encontrado sin vida el 7 de junio.

2013

José Flores Preciado fue golpeado de gravedad, el 5 de febrero, durante un robo en el templo de Cristo Rey, en Colima; murió en el hospital.

Ignacio Cortez Álvarez fue asesinado el 22 de julio durante un intento de robo en la parroquia María Auxiliadora, Baja California.

Hipólito Villalobos Lima, de 45 años, y Nicolás De la Cruz Martínez, de 31, fueron encontrados sin vida el 29 de noviembre en la parroquia de San Cristóbal, en Veracruz.

Joel Román Salazar, de la Diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero, murió el 10 de diciembre al caer por un barranco en su automóvil, las autoridades reportaron que el accidente fue provocado.

2014

John Ssenyondo de origen Ugandés, quien trabajaba en la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, fue secuestrado en el poblado de Nejada el 30 de abril y encontraron su cuerpo en una fosa común el 28 de octubre en la comunidad de Cocula, Guerrero.

José Ascención Acuña Osorio, de 37 años, fue secuestrado el 21 de septiembre y dos días después encontraron su cuerpo en el río Balsas de San Miguel Totolapan, Guerrero.

Rolando Martínez Lara, párroco del templo de Santa María de Guadalupe, murió en la parroquia durante un robo la madrugada del 19 de febrero en Jilotepec, Estado de México.

Gregorio López Gorostieta fue encontrado el 25 de diciembre muerto por asfixia y con una herida de bala, en el Seminario Mayor La Asunción de Ciudad Altamirano, Guerrero.

2015

Francisco Javier Gutiérrez Díaz, de la Confraternidad de los Operarios del Reino de Cristo (CORC), fue encontrado muerto el 7 de abril con impactos de bala en la cabeza, en un camino de terracería en Salvatierra, Guanajuato.

Israel Garrido Omañade, 44 años, de la comunidad San Antonio Abad, recibió cinco balazos el 13 de noviembre en Cuautitlán Izcalli, Estado de México. Fue hospitalizado y murió el 23 de diciembre.

2016

Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz fueron secuestrados y asesinados entre el 18 y 19 de septiembre en Poza Rica, Veracruz, los cuerpos presentaban signos de tortura y heridas de bala.

José Alfredo López Guillén fue encontrado sin vida el 24 de septiembre, cinco días después de haber sido raptado de su parroquia, en un paraje de la carretera Puruándiro-Zináparo, en Michoacán.

2017

Joaquín Hernández Sifuentesa quien reportaron como desaparecido desde el 3 de enero, fue encontrado sin vida en el municipio de Parras, Coahuila el 12 de enero.

Felipe Altamirano Carrillo, sacerdote indígena de Nayarit, fue asesinado el 26 de marzo durante un asalto.

Luis López Villa, fue asesinado la noche del 5 de julio en la parroquia de San Isidro Labrador en el Estado de México, luego de que entraran a robar a la iglesia.

José Miguel Machorro Alcalá fue atacado con un puñal la tarde del 15 de mayo cuando terminaba de oficial misa en la Catedral Metropolitana. El 3 de agosto, el sacerdote originario de Puebla murió luego de meses hospitalizado.

2018

Los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes fueron asesinados a balazos la madrugada del lunes en la carretera Taxco-Iguala, cuando regresaban de un baile realizado en Juliantla.

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