Coatzacoalcos, Ver. Al terminar la búsqueda de restos humanos en el entierro clandestino de la colonia Veracruz, las autoridades ministeriales dejaron en ese terreno unos 15 agujeros, por lo cual el número de víctimas exhumadas podría ser mayor a seis, como se había quedado de manera extraoficial.
En ese predio, ubicado cerca de la playa, en medio de una zona de montes, arena y médanos, están los agujeros que han despertado el terror en la última semana en Coatzacoalcos.
A ellos se llegó gracias a la oportuna intervención de personal de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) que rescató a un par de obreros cuando iban a ser asesinados por sicarios de una célula criminal.
Los obreros comentaron que los habían golpeado y obligado a cavar sus propias tumbas para después decapitarlos, incluso, en el sitio fue encontrado un largo y afilado machete con el cual esperaban darles muerte.
Los obreros relataron que cuando los golpeaban los sicarios les habían burla y les decían que iban a quedar en el «panteón jardín» con otras 100 personas.
En este sitio fue donde la guaruras de la subprocuradora de justicia de la zona sur, Samira del Carmen Khouri, agredieron a por lo menos seis reporteros que pretendían cubrir la información.
Hasta ahora, el gobierno no ha informado de los resultados finales sobre estos agujeros, únicamente el comunicado del miércoles pasado en donde se dijo que «la fiscalía regional de Coatzacoalcos informó que investiga el hallazgo de tres cuerpos dentro de fosas clandestinas ubicadas en la zona de Barrillas».
En el documento se dijo que se abrió lasa investigación ministerial COAT/5/36/2015 y que ante el hecho «se desplegó peritos especializados y elementos de la Policía Ministerial para iniciar con la criminalística de campo».
Sin embargo, el día del arranque de las tareas de búsqueda, el martes pasado, se encontraron primeramente tres cuerpos, que también fueron trasladados al servicio forense de Cosoleacaque.
Los restos humanos hallazgos en ese punto son seis en total, todos con la cabeza cortada y con señales de tortura.
Los restos están en avanzado estado de putrefacción, a la espera de ser reclamados en el SEMEFO.
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