Mérida, Yucatán.- La noche del sábado, Luis Miguel debió presentarse a cantar en el Coliseo Yucatán, donde más de siete mil espectadores esperaban disfrutar su concierto desde las 9 pm, pero dos horas más tarde aún no llegaba y el malestar se apoderó del público, por lo que un representante del recinto tuvo que informarles que el cantante no se presentaría.
El responsable de que Luis Miguel llegara dio la cara a los asistentes y a boca de jarro pidió una disculpa. «quiero decirles que yo estoy del lado de ustedes, fui a ver a Luis Miguel y resulta que está en su cuarto encerrado. Pidió muchas botellas de alcohol y además está drogándose».
Por lo anterior, Luis Miguel y Óscar Montes, dueño de la empresa Don Boletón, fueron demandados por incumplimiento de contrato.
Además, cerca de las 11 pm, cuando un vocero del Coliseo Yucatán tomó el micrófono para pedir a los asistentes que se retiraran del lugar, les hizo saber que Luis Miguel se había encerrado en su habitación del hotel Hacienda Temozón Sur, donde pidió unas botellas de alcohol y se estaba emborrachando y drogándose, pero ni él ni nadie de sus colaboradores había tenido la atención de dar explicación alguna.
La demanda contra Montes y el cantante será por incumplimiento de contrato de arrendamiento y servicios, dado que ellos alquilaron el Coliseo Yucatán para el concierto, por lo tanto deben responder directamente a quienes pagaron un boleto por el espectáculo, pero sin responsabilidad para el recinto.
Posteriormente la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que tres personas fueron detenidas tras la cancelación del concierto, entre ellas el representante legal del intérprete.
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