Por Trujyper/ Verba Brava
“Lo que estén haciendo al interior de la Contraloría y el Orfis, serán tejes y manejes de ellos”. Frase del presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Veracruz, Rafael Fentanes, cuando se refirió a la deuda de más de 200 millones de pesos que mantiene el Gobierno del Estado con sus representados, los constructores.
Ha dicho también que ya hasta en cuatro ocasiones les han revisado las cuentas para finalmente la Sefiplan aceptar que efectivamente les debe dinero, prácticas dilatorias dirían los abogados.
Los subsecretarios de Sefiplan, Arturo Jaramillo de Planeación y Juan Manuel del Castillo (El Flaco, para sus cercanos) de Finanzas y Administración se encargaron de torear a los empresarios de la construcción actividad por cierto que es la detonadora de más de 40 actividades laborales e industriales que originan flujo y reciclado de liquidez en la sociedad.
El titular de Sefiplan al parecer se encontraba atendiendo a empresarios hoteleros y restauranteros de la región de Poza Rica con el argumento de que se requiere de su apoyo para las fiestas del equinoccio de Primavera de la Cumbre Tajín 2015, entre el 18 y el 21 de Marzo.
El dejo y el mohín de Fentanes contra la autoridad estatal es entendible, como lo es la amenaza de tomar otras medidas en las que les acompañarían miembros de otras Cámaras a quienes también les adeudan millones de pesos desde hace meses o quizá años.
Espetó a los reporteros, …ustedes ya lo saben, no somos el único sector afectado el de la construcción, también están los músicos, los maestros, las viudas, ¡caramba!….. Se agregarían aquí los becarios, algunos editores no consentidos, beneficiarios de programas agropecuarios, trabajadores de los Juegos Centroamericanos y del Caribe -juegos que dejaron una derrama de 400 millones de pesos, dicen- también la deuda al de los garrafones de Agua Xallapan, se suman laboratorios que ya no surten medicamentos para ciertos padecimientos, etc, etc, etc.
Por cierto, mención especial merece el Instituto de Protección Patrimonial, IPAX que le reclama a Hugo Flores Lira, subdirector de Recursos Financieros de la Secretaría de Salud del estado de Veracruz, la cantidad de $ 136 138 383. 90, repito son CIENTO TREINTA Y SEIS MILLONES, CIENTO TREINTA Y OCHO MIL, TRESCIENTOS OCHENTA Y TRES PESOS, CON NOVENTA CENTAVOS, por concepto de deuda originada por servicio de vigilancia de policías auxiliares en los centros de atención médica y oficinas administrativas. ¡Caramba!, diría Rafael Fentanes.
Lo que no deja de ser cierto es que mientras el gobernador Duarte no tenga información fidedigna y confiable de lo que acontece en las Secretarías de Despacho, de los empleados que él ha contratado (o quizá le han impuesto) para que le auxilien en el arte de gobernar, no habrá orden en el Gabinete y las finanzas seguirán estando de cabeza, de cabeza de Medusa.
Urge que Duarte encomiende a alguien capaz, profesional, frio, y con carácter, que le encomiende la tarea de ordenar el desbarajuste creado por estultos iluminados que en realidad son aduladores improductivos y fantoches –se salvan algunos-, los mismos que siete millones y medio de veracruzanos tenemos que mantener, pero que a Javier no le sirven para maldita la cosa, y a Veracruz para nada.
“ ¡qué bárbaro, qué terrible cosa!, pero bueno, vean el tamaño del paquete que hay…”
Sobre todo si como se rumora, ya va salir de la titularidad de Sefiplan, Mauricio Audirac –a quien nadie hace caso- y ascenderá vertiginosamente, por ministerio de amistad, El Flaco Del Castillo. ¡Ay, ay caramba!, ¡ay , ay caramba! tararear a ritmo de samba carnavalera.
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