Ratones al poder

- en Foro libre

Inocencio Martínez Cortés/ En Pie de lucha

Difícilmente llegan los ciudadanos al poder, salvo honrosísimas excepciones de ahí para allá, todo el que ocupa una silla es corrupto, ambicioso y valemadrista.

La ley señala como uno de los requisitos para aspirar a un cargo de elección popular “Tener un modo honesto de vivir” ósea que vivan de su trabajo honradamente, lo que para mala fortuna de la mayoría de aspirantes es un requisito inalcanzable.

En México ser político es sinónimo de rata..ero...
En México ser político es sinónimo de rata..ero…

Mucho ayudaría que los candidatos de partido o independientes, fueran ciudadanos provenientes del trabajo en que se desenvuelven cotidianamente, por ejemplo de la clase obrera, periodistas, empresarios, campesinos, docentes, gente que no ha ocupado cargos públicos y que al cumplir, se regresaran a sus fuentes de empleo.

Sin embargo peligrosamente vemos como nuestros representantes populares, parecen chapulines, brincando de un cargo a otro, hacen prácticamente una carrera política, pero reprobando todas las materias, aferrándose al cargo y amasando fortunas que ni ellos las disfrutan durante la vida, encargándose la vida misma de retirarlos de la actividad con la que se casaron.

La clase política esta desacreditada por ellos mismos, ahora que vienen las elecciones para renovar la cámara de diputados, escuchamos los nombres de posibles candidatos y la mayoría son gente que ya ha sido o han ocupado cargos en la función pública y su actuar está cuestionada por no haber atendido con prontitud o son señalados de haberse enriquecido de manera inexplicable a ojos vistos por la sociedad.

El asunto es que casi todos los aspirantes, provienen del PRI, quienes sin pudor se defienden al presentarse ante la sociedad como blancas palomas, ocultando el verdadero rostro y lo más grave es cuando el resto de partidos recicla candidatos que el revolucionario institucional desecha o de plano los impone a las dirigencias de los partidos políticos que están cooptados, con el cuento de que les conviene para mantener su registro  o acrecentar el umbral de votos que les genera recursos económicos provenientes del erario público.

Los candidatos independientes no cantan mal las rancheras, resulta que son teóricamente ciudadanos que ya han sido militantes o candidatos en partidos políticos, pero que en su momento se retiraron al no caber o no coincidir con la dirigencias de los citados partidos políticos, en donde anduvieron defendiendo la casa con alma corazón y vida.

La pregunta es ¿Alguno de los aspirantes a diputado federal, tiene un modo honesto de vivir? ¿Alguno es honrado? ¿Quiénes provienen de la clase obrera, docente, campesina, periodística o de alguna ocupación distinta? ¿Quién vive de su precario salario y pretende ser diputado, para mejorar las condiciones de vida que ha experimentado en vida propia?

No debo pasar por alto que hemos tenido diputados que han provenido de tales ocupaciones, pero al llegar los han cooptado, se deslumbran con el dinero que de manera fácil obtienen, pierden el piso, se marean y emborrachan de poder, el sistema los corrompe y los vuelve cómplice de la traición que hacen con los mexicanos.

No todo está perdido, aun debemos confiar en ciudadanos que cumplen con todos los requisitos legales y morales, sin embargo algunos no quieren o temen perder la dignidad que la clase política no tiene, prefieren morir de pie, aguantando con la esperanza de que la situación cambie por sí misma, conozco empresarios, periodistas, obreros, profesores, campesinos y profesionistas de toda clase que están cansados de cómo andan las cosas, pero no se animan porque cuando lo hacen el mismo sistema les cierra la ´puerta, inhibiendo su participación en la vida política de nuestro país.

Si no me creen hagan la prueba, entrevisten a los ciudadanos, la mayoría detesta  a la clase política por deshonestos, pero no le entran al quite, ni siquiera ahora que pueden ser candidatos ciudadanos, prefieren no votar o anular su voto ¿estoy bien o me regreso? [email protected]

Comentarios

  1. Así es mi estimado, cuando se vive en un narcoestado con narcogobernantes, es decir: cuando la política está incrustada en los cárteles y los cárteles están incrustados en la política.
    Pero esto solo pasa en México.

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