MÉXICO, D.F. (apro).- La periodista Carmen Aristegui exigió a MVS reinstalar a los reporteros Daniel Lizárraga e Irving Huerta, despedidos ayer.
“En lugar de despedirlos deberíamos premiarlos (…) han dado un trabajo de primer nivel, un trabajo valiente, responsable, que debería ser reconocido, no castigado”, pidió la periodista.
Esta mañana, Aristegui reprobó que MVS haya despedido “unilateralmente, sin mi conocimiento” a los periodistas: “Parece una provocación para romper”.
Aristegui dijo que le toma la palabra a MVS y continuará al aire, pero lo hará junto con los reporteros de su equipo que ayer fueron despedidos.
El conflicto entre MVS y Aristegui se debe a que la compañía reprobó que el equipo de noticias encabezado por la periodista haya utilizado el nombre de la compañía para participar en la plataforma de filtraciones periodísticas Méxicoleaks.
Según MVS, el equipo encabezado por Aristegui recurrió en abuso de confianza por utilizar el nombre de la compañía, por lo que en anuncios radiofónicos y desplegados en medios impresos emprendió una campaña contra la titular del espacio matutino de noticias de dicha empresa.
Radioescuchas y cibernautas salieron en defensa de Aristegui e incluso ayer se manifestaron afuera de MVS para exigir la reinstalación de los periodistas despedidos.
“Esta es una batalla por nuestra libertad”, añadió esta mañana Aristegui, quien advirtió que el despido de sus colaboradores detiene los trabajos de investigación que desarrolla su equipo.
“Inédita y desproporcionada”, la campaña de MVS contra Aristegui y colaboradores: Ombudsman
La campaña emprendida por MVS para justificar su posición en torno a la participación de integrantes de ese medio noticioso en la plataforma Méxicoleaks es “inédita y desproporcionada”, afirmó Gabriel Sosa Plata, ombudsman de MVS.
En un posicionamiento público difundido este jueves, cuestionó la difusión de spots, desplegados y otros espacios de la empresa de Joaquín Vargas para explicar su postura sobre el uso de la marca MVS y el establecimiento de alianzas estratégicas, sin las autorizaciones respectivas de la empresa.
“Esta defensoría promueve, con base en los estatutos, la libertad de expresión de los periodistas y el medio (…) Sin embargo, cuando en su derecho de libertad de expresión se utilizan calificativos como ‘ofensa’, ‘abuso de confianza’, ‘intereses particulares que nada tienen que ver con el periodismo que realiza la empresa’ y hasta ‘engaño’ para referirse en decenas de spots y desplegados a sus propios periodistas y conductores, las consecuencias podrían ser distintas”, afirma el ombudsman de MVS.
Y afirma que una campaña mediática bajo esos calificativos “es un mecanismo de presión inédito” de una empresa hacia algunos de sus propios periodistas y conductores que podría afectar su desempeño periodístico.
“Un periodista o un conductor que es calificado por su propio contratante como alguien que engaña y que abusa de la confianza, puede dañar su credibilidad, su honra, su profesionalismo, atributos esenciales en su trabajo periodístico”, señala Sosa Platas.
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