Silvia Nuñez Hernández/ Fuera de Foco
Por medio de una excesiva campaña mediática al estilo del priísmo cavernícola, la periodista de Carmen Aristegui, vuelve a padecer del embate de clase política por medio de la presión hacia administración de MVS Radio, quien con todo el cinismo tomó una decisión que no lastima únicamente a la periodista, sino a toda la ciudadanía en general.
En diversos medios de comunicación tanto nacionales como internacionales, se han referido a la patética postura de Joaquín Vargas propietario de la empresa, quien decidió perder credibilidad informativa y en pleno fin de semana a través de un comunicado, dio por terminada la relación laboral por parte de su principal colaboradora.
El boletín:
“MVS Radio dio por terminado este domingo la relación laboral con la periodista Carmen Aristegui y advirtió, en un comunicado titulado MVS no acepta el ultimátum de Carmen Aristegui, que “no podemos aceptar condicionamientos (…) La empresa destaca en el documento publicado en su portal electrónico que no puede aceptar el “ultimátum” de la periodista de reincorporar a sus colaboradores Daniel Lizárraga e Irving Huerta –despedidos la semana pasada–como condición para que ella permanezca en el noticiero (…) MVS indica en el comunicado -sin especificar nombres- que separó a los dos colaboradores de Carmen Aristegui por pérdida de confianza “al haber comprometido el nombre de MVS, sin contar con facultades para ello y sin haberlo consultado previamente con la administración de la empresa (…) Lamentamos la posición de la conductora, pero como empresa no podemos aceptar condicionamientos y ultimatos de nuestros colaboradores. El diálogo, no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos, detalla el documento de MVS. (…) En MVS Radio, trabajamos en equipo. La cultura de nuestra organización gira en torno a ese concepto, por lo que las actitudes individualistas no tienen cabida en nuestro proyecto. No podemos permitir que alguno de nuestros colaboradores pretenda privilegios en menoscabo de sus compañeros y mucho menos que pretenda imponer a la administración condiciones y ultimato (…) Por las anteriores razones, la administración de MVS Radio decidió dar por terminada la relación con la señora Carmen Aristegui (…) Lamentamos, sinceramente, el término de la relación laboral con la periodista Carmen Aristegui y le deseamos buena suerte en su desarrollo profesional futuro”.
¿Qué puede ofrecer MVS ahora a su audiencia? Definitivamente con el cese de la periodista –marca que logró consolidar a la radiodifusora- Carmen Aristegui, el espacio informativo Primera Emisión, será castigado por parte de la audiencia. Joaquín Vargas al parecer no le importa que su noticiero decaiga, pues las “regalías” que logró por honrar a su presidente de la República, Enrique Peña Nieto, le brindarán más frutos que la publicidad comercial que la marca Aristegui había logrado.
Con esta acción –autoritaria- queda sentado que al empresario jamás le ha interesado el nivel periodismo responsable, ético y con una línea editorial libre y veraz, como la que llevaba Aristegui a través de su Primera Emisión. En este momento, cientos de voces se encuentran recriminando la decisión.
Los ciudadanos, periodistas, intelectuales, han alzado la voz en contra de la excesiva conducta de parte de MVS Radio. Pero al parecer, Joaquín Vargas ha optado por justificar sus acciones que sesgan la libertad de expresión, tomando como bandera que la periodista y su equipo incurrieron en la “pérdida de confianza” por haber utilizado supuestamente la marca de la empresa con fines individualistas. Un absoluto pretexto, cuando todos los mexicanos sabemos que la conducta se refiere a que la periodista Carmen Aristegui se ha convertido en la “piedra en el zapato” de las acciones retrógradas del sistema político mexicano. Si no fueran corruptos, todo el gabinete de Enrique Peña Nieto no se preocuparía por el espacio crítico que construyó Aristegui en “Primera Emisión”, ni tampoco por la plataforma MéxicoLeaks.
Derivado de esta decisión, la politóloga Denisse Dresser reaccionó de manera inmediata en su cuenta de twitter, quien reprobó la acción y como muestra de solidaridad y apoyo anunció: “@DeniseDresserG: ”MVS da por terminada su relación con Carmen Aristegui. Yo doy por terminada mi relación con MVS”.
Mientras tanto el ombudsman de MVS, Gabriel Sosa Plata, expresó igual en su red social: “Es una noche triste para el periodismo y la libertad de expresión. Por más que convocamos al diálogo, imperó la cerrazón”.
Sanjuana Martínez escribió en su cuenta de twitter: @SanjuanaMtz: “El periodismo es crítica, investigación, lo que quiere @GrupoMVS es propaganda. La voz de Carmen Aristegui se dignifica con este despido.
Lydia Cacho, argumentó: @aristeguicnn lo entiende: no se trata de ella, en un asutno público de #LibertadDeExpresión y diversidad mediática #EndefensadeAristegui2
Regularmente un espacio se cierra, pero se abren muchos más. La decisión de Carmen Aristegui y mantener su postura sobre la reinstalación de sus compañeros, Daniel Lizárraga e Irving Huerta le costó el cese en MVS Radio pero le da a ganar una absoluta credibilidad y sobre todo congruencia como periodista. Aquilató su decisión y finalmente se definió en no claudicar en su postura de ver nuevamente a su equipo completo. Ese hecho, enaltece enormemente a la periodista a tal grado que su audiencia reaccionará en contra de la radiodifusora e intentará boicotearla al menos por un largo tiempo.
Lo sucedido el fin de semana –las hackeadas- es un ejercicio y ejemplo de lo que le tocará padecer de ahora en adelante. Con su pan se lo comerá Joaquín Vargas, pero en verdad me gustaría saber cuál será línea editorial que utilizará MVS Radio que atraiga y convenza a quienes sintonizaban dicha emisión, cuando la sociedad mexicana comprobó y reprobó su acción en contra de lo que ellos consideran un icono de libertad e independencia informativa.
La campaña en su contra a través de las redes sociales será el menor de sus dolencias, puesto que muchos empresarios buscarán seguir a la periodista donde esta pueda continuar con el periodismo que por medio de su Unidad de Investigación a cargo Daniel Lizárraga llevaban acabo.
Se dice, que cuando fueron cesados los colegas periodistas Lizárraga e Irving Huerta al salir de las instalaciones de MVS, les fueron decomisadas por parte de la misma administración de la radiodifusora las computadoras donde estos llevaban las anotaciones e investigaciones que habían realizado con relación a la casa de Malinalco del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien la adquirió a crédito con una tasa menor que la del mercado, también a Grupo Higa. Con este error, el reportaje sobre la casa de uno de los hombres más poderosos del sistema político actual, será uno de los más leídos. ¿Su intención es parar a la periodista? Pues en el “pecado llevarán la penitencia” cuando comprueben en carne propia la caída de su rating.
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