Por default llega Victoria Rasgado a la presidencia de APEC Coatzacoalcos

Coatzacoalcos, Ver.- Después de que entre sus cerca de 200 socios nadie se interesó en la contienda, por default Victoria Rasgado Pérez, reportera de Diario del Istmo, es la virtual presidenta de la Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos (APEC). 

Gerardo Enríquez, reportero de de esa misma casa editorial, estuvo interesado en esa elección; sin embargo, días antes de la fecha límite para la inscripción, declinó y con ello resultó la sospecha consecuente de que entre compañeros de trabajo se habían puesto de acuerdo.

En entrevista, Victoria Rasgado niega que haya sido un asunto «tamaleado», y afirma que cuenta con el apoyo de la mayoría de los socios para dejar su huella en la APEC, enfocando las baterías a la profesionalización de las nuevas generaciones y la consolidación de mejores relaciones con la vieja guardia, para que los primeros se nutran de experiencia.

En lo personal, jura que no está en la nómina de ningún gobierno, que es honrada y que si anda al volante de un coche del año de más de 250 mil pesos es gracias a la ayuda de sus padres, a sus méritos como vendedora de publicidad y esfuerzos propios.

El gremio de reporteros de Coatzacoalcos, a principios de 2014, ganó la atención internacional por las protestas callejeras después de que un comando armado secuestró y dio muerte al reportero de nota roja Gregorio Jiménez de la Cruz.

Periodistas, editores, fotógrafos y editorialistas marcharon durante varios días para exigir justicia al gobierno de Javier Duarte de Ochoa, con el récord en el país, de 11 periodistas asesinados.

Victoria Rasgado piensa que a partir de ese hecho sangriento se generó división en el gremio porteño y ahora ve como tarea fundamental establecer acciones para unificarlos.

En periodismo -dice- tenemos que apostar a la profesionalización del trabajo, el hecho de que participen más jóvenes nos hace llevar a la preocupación de cómo estamos preparando a las nuevas generaciones. Qué ideas traen.

Recuerda que «desde pequeña quería ser periodista o maestra, pero la vida me llevó a donde tenía que llevarme. Me di cuenta de que el periodismo es una forma de poder ayudar a los demás, eso me comenzó ayudar a crear ideales. Siempre he tratado de hacer mejor mi trabajo. A eso atribuye tener un premio nacional de periodismo y un reconocimiento estatal».

En 2013, desde la presidencia de la Asociación Civil RENUEVA, brincó a la candidatura, por el PRD, a la alcaldía de su municipio natal, Moloacán. Quedó en segundo lugar y dice que ahora que encabezará otra organización no buscará sacarse «la espinita». 

«No es necesario, hice bien papel, sin tener trayectoria y logré buenos votos», dijo. 

-¿Es etiqueta (de política) no te pesa en tu trabajo? -se le preguntó.

–No me pesa, los periodistas, de una u otra manera, si no pertenecen a unas siglas partidistas tienen ideales de izquierda por todo lo que ven.

-¿Cómo balanceas eso de que vayas sola en la contienda?

-Lo veo positivo, por que es una oportunidad que Dios me puso en las manos. Y sí hubo interés de otros compañeros, de Gerardo Enríquez, que era de los más fuertes, simpáticos y buena onda. 

-¿Se cabildeó para tamalear esta elección?

-No, es una percepción errónea por que pertenecemos al mismo grupo de amigos. No es un asunto de tamalearse, como se dices. A mí me sorprendió que no participara (Gerardo Enríquez), me enteré el mismo día límite para inscribirse.

-¿Cómo te percibe el gremio?

-Creo que por mi forma de ser, y de trabajar, pueden tener muchas perspectivas de mí, decir que soy seria o seca. Yo llego, reporteo, y me voy, es raro tener una convivencia general. Tengo que estar activa. Pueden decir que Vicky reportea sola, que hace notas diferentes…

-¿Cuánto te pones en tu trabajo?

-Con el empeño que tengo, me pongo 9, el 10 es para el lector. Pero con mis notas he logrado muchas cosas, desde conseguir sillas de ruedas hasta que un juez se ponga a trabajar y libere a una persona encarcelada injustamente.

-Don Manuel Buendía decía que había que sospechar del periodista que llegara en coche del año y tú lo haces en uno de 300 mil pesos.

-Es de 268 mil pesos, lo digo sin problemas. Cualquiera me puede revisar mis cuentas, en ninguna nómina aparezco, sólo en la de diario del Istmo. Tengo un padre que me adora, soy la única hija mujer, mi padre es jubilado de PEMEX. Además, tengo un problema (de niña) de salud que no podía viajar en camión por el sol y de allí me vi en la necesidad de aprender a manejar, de allí me viene mi primer coche.

Y también salen -sigue- de las ganas de trabajar, vendo publicidad, he llegado a facturar muy bien, no es un regalo. Obedece a mi trabajo y al esfuerzo del periodismo y el que hacen mis padres, que no son ricos, pero me ayudan. También es superación. Sí traigo carro del año, pero me ha costado.

-¿Cuánto gastas en ropa?, tienes un estilo de vestir muy elaborado y detallado.

-Sí tengo une estilo, cuando llegué aquí (al diario Liberal del Sur, donde comenzó su carrera) venía en tenis y jeans, pero sólo venía a hacer mi servicio, pero cuando comencé a trabajar formalmente, comencé a vestirme formalmente. Puedo decir que Sendic Aguirre es muy buen periodista, pero tiene una imagen extraña. Siempre he pensado que lo que muestras es una imagen de lo que eres, y yo me creo muy responsable; además, no puedo dejar de ser mujer…

-¿Cuántos pares de zapatos tienes?

-No lo sé, me encantan los zapatos, no los he contado, pero no lo sé, a lo mejor 50, más o menos. Me gustan mucho los zapatos.

-¿El último libro que leíste?

-La Crónica del pájaro Azul (Haruki Murakami), algo que hilo mucho con La Biblia, un libro que no dejo de leer nunca porque hay muchas circunstancias del trabajo y de la vida. Además, 100 años de Soledad me gusta mucho, lo he comprado en distintas ediciones.

Piensa que en Coatzacoalcos, ciudad en donde ha hecho su carrera profesional, pese a que es ubicado como un polo de desarrollo, hay colonias en donde no ha llegado y «hay personas cocinando en lata y comiendo entre la basura». Vivencias que ha visto y que le han dado el esquema para tener una forma de pensar para el futuro: 

«Me puedes ver ahorita y decir que por qué ando en un carro del año y por qué gasto tanto en ropa, pero yo quiero que mis hijos, si alguna vez los llego a tener, estén muy lejos de eso, a lo mejor ahorita invierto en mí, pero cuando los tenga, esto cambiará«.