Javier y Carolina

Trujyper/ Verba Brava

Dos emblemas de la corrupción, deshonestidad, inmoralidad,  dispendio y la irresponsabilidad política y financiera, se perciben en la postulación a diputados federales de  Carolina Gudiño Corro y Javier Herrera Borunda, ambos tienen la posibilidad de ser triunfadores el 7 de junio, si no se percatan de ello los sufragantes.

Más allá de si su “militancia” partidista es verde forrada de rojo, la única verdad es la percepción que se tiene de ellos en Veracruz.

Burla grotesca para votantes potenciales del distrito electoral Veracruz rural es la inclusión de la señora Gudiño “emparentada” políticamente con el ex gobernador Fidel Herrera, el depredador político-financiero más grande que ha padecido Veracruz, ( o sigue padeciendo).

Con cinismo galopante la señora Gudiño se atreve a solicitar el voto ciudadano con su soberbia y petulancia  por delante, pero que en estas ocho semanas de campaña, tratará de ocultarla mostrando “humildad”, dejándose fotografiar con chiquillos mocudos, con señoras pobres y obesas,  y con jarochos sudorosos y grasientos. El asco y repudio hacia los pobres los hará a un lado.

Para ella, su equipo y su mecenas el fin justifica los medios; sentarse en la poltrona de la Cámara de diputados “para legislar” en bien de los más desprotegidos, ja ja ja.

Por el lado del junior Javier Herrera Borunda quien ha sido apuntalado también por el partido Verde Ecologista para ocupar un lugar en la lista de diputados plurinominales por la tercera circunscripción la visión es la misma, o peor para quien pretende ser representante popular.

Las crías de chacales y hienas, las de animales carroñeros y depredadores aman a sus padres, es el comportamiento natural, por ello no extrañó el mensaje que lanzó urbi et orbi el junior Javier el 7 de marzo de este año, a propósito del onomástico de su padre, “… es cumpleaños del ser humano que más admiro, que con su ejemplo y humildad me enseñó a ayudar a quienes más lo necesitan. Hoy con todo mi respeto felicito a quien tengo la dicha de decir Papá..”

Quizá el candidato a diputado federal plurinominal no sepa de dónde procede  el capital económico del que disfrutó desde que nació, de los pañales de seda, de los aviones, de los yates, de los excesos,  quizá no sepa del comportamiento político-financiero de su padre, probablemente no mide la consecuencia de una dudosísima conducta “moral”. Claro que Javier tiene todo el derecho a amar a su padre aún y a pesar de todo.

Pero admirarlo por su ejemplo… del cual padecimos 8 millones de veracruzanos cuando fue gobernador, esa visión  deberán analizarla los votantes del PRI y del Verde Ecologista cuando recapaciten que gracias al padre de Javier y al amigo de Carolina la deuda de Veracruz asciende a 90 mil millones de pesos.

Parte de ello nos cuenta Francisco Cruz Jiménez en su libro de Editorial Planeta Mexicana “Los juniors del poder”,  hablando de Fidel padre; “..a quien se atribuye una fortuna cercana a los 150 millones de dólares consolidada a su paso por la gubernatura de Veracruz del 1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010, que incluye bienes raíces, una empresa de publicidad, franquicias restauranteras, propiedades en Dubai, Londres, Argentina, Canadá, Veracruz y el Distrito Federal, y según historias de familia, a la suerte de Fidel para ganar la Lotería Nacional”.

De llegar el hijo, o la amiga y alumna de un sociópata al Congreso de la Unión con la idea del progenitor y mecenas  de encumbrarlos a una posible candidatura a la gubernatura de dos años en 2016, o la de seis en 2018, es una auténtica perversión contra Veracruz. ¿Por qué el presidente Peña Nieto permitió esta aberración?

Se lo reclamo a Peña porque es el primer priista ( y también verde-ecologista)  del país. ¿Peña Nieto olvidó el atentado contra su cuñada, suegro e hijos en el puerto jarocho a manos de delincuentes tolerados desde el gobierno para actuar impunemente en la entidad durante el fidelato.

Lo que no deja de ser cierto es que el PRI en Veracruz está en declive, sus “socios” entre ellos el Verde Ecologista no gozan tampoco  de prestigio, y sus candidatos no son representantes de una generación de políticos emanados del estudio, del trabajo y del servicio social, sino de convenios románticos y ligas genéticas.

Carolina y Javier representan a quien detentó el poder absoluto en Veracruz, a Fidel Herrera, el tipo que acuñó sin proponérselo la frase vergonzante

“… estoy en la plenitud el pinche poder..” para mostrar su omnipotencia y desfachatez, o la otra más representativa de los vividores de la política, soeces como él; “..si eres gobernador puedes cogerte a cualquier mujer, a cualquiera que sea;  esposa, hermana, madre o hija de quien sea..”.

Con sofisticados métodos de compra de votos, con tarjetas de cambio por despensas, con láminas de zinc y cemento, con amenazas de grupos de delincuentes, con intimidaciones a líderes y movilizadores grupales, con maniobras sucias y con mucho dinero robado del erario público municipal y estatal –y de otras turbias fuentes- Carolina y Javier  podrían llegar a la Cámara baja del Congreso de la Unión.

Quizá lleguen con apoyo del voto de beneficiados y bendecidos por la fidelidad como un tal Rogelio Ayala Palomino, ex AVE y ahora priista suplente de Adolfo Mota en la diputación por Xalapa Rural quien se regocijó ese mismo 7 de junio de 2015, “..felicidades mi amigo, licenciado Fidel Herrera, le deseo con mucho afecto y cariño, que siga viviendo muchos años más, le mando a través de su hijo Javier, un fuerte abrazo..” y se firma con un apodo que suena a narquíquiri serrano; el chamaco de oro. ¡Coño, joder con tanta lambisconería fiel!…