Tomás Trueba Gracían/ Grandes Verdades
Después de muchos años de propuestas, de ir y venir en cabildeos ayer el Senado de la República aprueba la reforma constitucional para generar esta esperada Reforma Política de la Ciudad de México.
Hoy el Distrito Federal pasa a ser una entidad federativa más, con su órgano legislativo que deberá proclamar su Constitución Política de la Ciudad de México y el poder Ejecutivo será autónomo, pero a mi gusto con extralimitaciones de funciones.
Para muchos es un logro, para muchos es un retroceso y no estarán de acuerdo, veremos en todos los medios de comunicación grandes debates y opiniones de “expertos” y politólogos, así como de académicos, pero la realidad está dada pasó a la Cámara de Diputados para su estudio y dictamen, de aprobarse la minuta del Senado deberá pasar a las 31 entidades federativas.
En mi particular opinión es un logro para los habitantes de la Ciudad de México tener su autonomía y capacidad de autodeterminación, solo le encuentro un pero, como municipalista.
Si ya hicieron la reforma, si ya el debate de años y propuestas ciudadanas, de partidos, de políticos es una realidad ¿Por qué no hacerla completa? ¿Por qué no generar en lugar de demarcaciones territoriales municipios autónomos?
Veamos definen en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) que la Ciudad de México es una entidad federativa que goza de autonomía. La administración pública de la Ciudad de México será centralizada y paraestatal.
Este es el error si ya se hizo el gran cambio, hacerlo completo, no seguir diciendo por ahora es lo mejor, tener un avance aunque después se complemente, es el tema de retraso político de esta Nación, las cosas poco a poquito, incompletas y costosas.
Volvemos al centralismo asfixiante y que los poderes de las demarcaciones territoriales, que caerán en un Alcalde y Concejales que serán electos por el voto ciudadano deben estar supeditados al Ejecutivo de la Ciudad de México, como antaño sucedía en las entidades federativas, alcaldes y regidores empleados de lujo de los gobernadores.
Para tener autonomía, para tener autocracia, se debe tener autonomía financiera, ser productivos, recaudar los ingresos propios y no estar estirando la mano y que “papi” me quiera dar lo que necesitan mis gobernados.
Aunque haya Constitución y leyes secundarias de la Ciudad de México, siempre, por la forma que nos presenta la CPEUM las demarcaciones territoriales dependerán de los ingresos para ejercer su presupuesto de la voluntad del Jefe de Gobierno a quien deberán presentar su presupuesto y no a su poder legislativo como debe de ser.
Por lo tanto si queremos reformas y autonomías deben ser completas y parejas, no solo para el “Gran Tlatoani” y tener la modernidad buscada por años con el retroceso sufrido por siglos.
México debe tener Municipios Autónomos y Autocráticos.
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