Tania Libertad lanza nuevo disco «Por ti y por mí»

maxresdefaultMéxico, DF. ( La Jornada). “Ya soy base seis”, expresó en entrevista la cantante peruana Tania libertad, quien con esas décadas de vida puede cantar Por ti y por mí, título de su nuevo disco más dvd en el que interpreta 13 composiones para seguir la bohemia, en un cuento de Las mil y una noches.

En un cierre de ciclo, de arco de emociones, rinde homenje a sus orígenes y a la primera grabación que hizo a los 9 años de edad. Los temas son de autores como José Alfredo Jiménez, Joaquín Sabina, Cuco Sánchez, José Angel Espinoza Ferrusquilla, Armando Manzanero, Martín Urieta, Facundo Cabral, y tres valses peruanos. “Quien busque alegría que no escuche este disco”, recomendó Tania, quien vació su alma bohemia en cada pieza. Queda claro que un cantante refleja por medio de su voz descansos y desvelos, tragos y amor o desamor, caídas y tropiezos con la misma piedra.

Alguna vez, José Saramago comentó: “La primera vez que oí cantar a Tania Libertad tuve la revelación de las alturas de la emoción a la que puede llegar una voz desnuda, sola delante del mundo, sin ningún instrumento que la acompañara”.

A sus 9 años, su primera grabación la hizo con tres guitarristas, quienes requirieron un día y un micrófono para hacer el trabajo. «Eso hace 51 años». Cuenta con 41 discos y su incursión ha sido en los géneros y sus fusiones más diversos.

Ahora grabó con Los Macorinos, los eternos músicos de Chavela Vargas: Juan Carlos Allende y Miguel Peña. Tania definió: “La sencillez que logro en el disco es lo opuesto a lo que está sucediendo dentro de la historia discográfica en este momento. Es decir, se basó sólo en acompañamiento de guitarras.

Es un disco dedicado a quienes saben vivir, a aquellos que se la han jugado, a quienes no se han encerrado y han vivido al filo de la navaja, a quienes se han enfrentado a todo y a quienes saben beber un buen tequila. Me reconozco mucho en este álbum, pues refleja la tranquilidad que vivo y la forma en la que coexisto con las canciones. No sé qué vaya a pasar cuando la gente lo escuche, pero a mí me están pasando muchas cosas; he llorado mucho con él.”

Este es, precisó, el disco que ha hecho más rápido en su carrera, en un solo día, con un solo micrófono y tres guitarristas. Fue, dijo, cantar casi sin darse cuenta, para no recortar nada. “Las canciones están montadas de arriba a abajo, en una sesión de cuatro horas, en las que canté la mitad de las 16 piezas. Estaban demasiado en mi corazón y en mis sentimientos; por eso salieron así. Si hubieran estado procesadas empiezas a encontrar los defectos. Me metí, me eché dos tequilas y me lo eché de arriba a abajo. El tequila es sanador y te hace sentir que todo está bien. Estas canciones tienen ese espíritu, pues son de amor y desamor. ¿Cómo puedes escuchar canciones de Cuco Sánchez o de José Alfredo? Hay canción de Ferrusquilla, de Joan Sebastian… Está Paloma negra, de Tomás Méndez. Joaquín Sabina… ¡cómo le agarró la onda a lo mexicano! Ahí está Noches de boda. Me acompaña el guitarrista peruano Angel Chacón. No hay percusiones. Los Macorinos se escuchan como de otro siglo y como de ahora también. Esas guitarras lloronas yo las extrañaba. De aquí a la Patagonia, las guitarras lloronas son un elemento muy característico de nosotros y que nos remite a la nostalgia. La de Atahualpa Yupanqui es una guitarra llorona; en Perú, Bolivia, Colombia, etcétera, se puede encontrar ese tipo de guitarras. En este disco hay todos los elementos necesarios para con un buen tequila cortarse las venas. ¿Que si sufro? ¡Claro que sufro! ¡Por eso canto como canto! Van a oír mi versión de Paloma negra que me sale no sé de dónde. Yo nunca la había cantado, pero sale… y me acordé de Lola Beltrán; me encontré cantando Fallaste corazón y me acordé de mi querida y admiradísima amiga Lucha Villa, y luego, por ejemplo, Canción de las simples cosas, de César Isela, que la primera vez que la grabé fue en 1973. A través de esa composición me encuentro con Mercedes Sosa, con Chavela. Son, pues, cosas que te van saliendo del alma y que tú tenías ahí escondiditas. Quién sabe por qué no habían salido.”

Años y tequilas van y su voz parece intacta. Aunque es “base 6”. Aceptó que el frío sí la ataca, y una que otra alergia. “La vida ha sido muy generosa conmigo. Empecé a cantar a los 5 años de edad. Ya llevo más de 50 de carrera. La voz creo que me sale cada vez mejor. En este disco estreno un rango de voz que no había usado nunca para las gabaciones: un rango medio de voz. Le bajé. Ya tengo mis bajos acá, poderosos. Sigo estudiando canto para darle manteniento a la garganta y, sobre todo, sigo escogiendo el repertorio correcto, el que me acerque a la gente, que me conecte con el alma, con las alegrías de los demás, también.”

Así, con Por mi y por ti, Tania Libertad se rinde homenaje a sí misma y al primer disco que grabó, que data de 1961.

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