Justicia expedita e inusual para reportera cómoda del gobierno Duartista

- en Sucesos

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Xalapa, Ver.- Con rapidez inusual, y a diferencia de los 12 casos de periodistas veracruzanos asesinados, la Fiscalía General de Veracruz logró que un tribunal hiciera justicia a la reportera Hylcia Trujano Hinojosa, atacada a puñaladas tras defenderse de un robo en su casa durante 2014.

Fue la juez en juicios orales de Pacho Viejo la que determinó un castigo de 20 años, 9 meses y 11 días contra Ernesto Zavaleta Salazar, el agresor de la reportera y de su mamá.

Le sentencia contra el sujeto,  incluye una amonestación pública, la reparaciòn del daño por 120 mil 233 pesos y multa de 45 dias de salario mínimo.

Esta persona, el pasado 18 de agosto, ingresó a la vivienda de la comunicadora, ubicadca en el Fraccionamiento Las Fuentes, en la capital del estado, para robarla. Al ser descubierto, agredió con un arma blanca a las dos mujeres.

La gestiones y pruebas presentadas por la Fiscalía veracruzana, dieron frutos para castigar los hechos «donde fue lesionada la periodista y su progenitora«, informó el gobierno de Veracruz mediante un comunicado.

La reportera Hylcia Trujano ha realizado un trabajo periódistico apegado a las vertientes oficiales, sin cuestionar, sin investigar y dando voz mayormente a los funcionarios del gobierno del estado.

Nunca se ha pronunciado públicamente en contra de las agresiones y asesinatos de los 12 periodistas en lo que va el gobierno de Javier Duarte ni mucho menos ha participado en marchas para pedir justicia.

A las horas de haber sido agredida, el gobernador Javier Duarte en persona la visitó en el hospital donde le daban terapia por las puñaladas recibidas, allí ordenó que se le diera todo lo necesario y que no se escatimara en gastos para su salud.

Duarte de Ochoa, ni el fiscal, mucho menos algún funcionario de alto rango de ese gobierno, se ha apersonado en la casa de alguno de los periodistas asesinados en Veracruz.

Cuando Miguel Ángel López Velasco y su familia fueron asesinados, en su domicilio, en la colonia Astilleros, a menos de un kilómetro de la comandancia de Playa Linda, Duarte de Ochoa visitó las instalaciones del Notiver, para dar el pésame al dueño, Alfonso Salces. Tiempo después, cuando se dio muerte a Yolanda Ordaz, a Gabriel Huge y a su sobrino, sólo hubo coronas de muerto.

Tampoco Duarte o alguno de su allegados acudió a los sepelios de Víctor Báez, ni al de Regina Martínez o mucho menos al de Moisés Sánchez. En el caso del reportero originario de El Tejar, Duarte lo primero que hizo fue desestimar su tarea de reportero ciudadano, diciendo que era «sólo un taxista», lo que despertó olas de reclamos en las calles por parte de periodistas.

Fue consigna oficial que este caso fuera tratado con presteza y se diera agilidad a las investigaciones desde que se presentó la agresión.

«En su momento recibió atención médica inmediata por las lesiones que recibió con un arma blanca y, en una acción inmediata donde participaron diversas fuerzas del orden, coordinadas por agentes de la Policía Ministerial, fue detenido el presunto agresor», dice el comunicado del gobierno estatal.

Sin embargo, para Milo Vela y su familia, no ha habido justicia; el gobierno de Veracruz nunca ha confirmado si Juan Carlos Carranza, el supuesto asesino, es el mismo que fue abatido por fuerzas federales en Mayo de 2013, en Jalisco.

El caso de Regina Martínez, acaba de cumplir 3 años, sigue entrampado en la teoría de que le dieron muerte por robarle; con un detenido bajo sospecha de ser chivo expiatorio, sin considerar que era ella una de las principales voces críticas de los gobiernos estatales.

De los cuatro asesinados que aparecieron en un canal de aguas negras en Boca del Río, se ha documentado que los detenidos fueron torturados, como se comprobó con Claudia Medina Tamariz, esposa de Isaías Flores, El Maniaco, presunto responsable del asesinato de esos periodistas. Ella ya está libre y dice que no dejará de luchar hasta que su nombre sea lavado después de ser incriminada por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México y el gobierno de Veracruz.

En el caso de Víctor Báez, se culpó a un miembro de la delincuencia organizada, sin tomar en cuenta su labor informativa.

En el de Moisés Sánchez Jiménez, sólo se tiene a un detenido, el principal sospechoso, autor intelectual, el alcalde de Medellín, Omar Cruz, está prófugo. Después de cinco meses del homicidio, a penas se están publicando los retratos hablados del resto de los presuntos responsables.

En este caso no se ha tomando en cuenta su actividad como reportero, ni la presencia de la delincuencia organizada en esa zona, que es controlada por el Cartel de Jalisco Nueva Generación.

Comentarios

  1. Nada les está compañeros!!!

    Yo tampoco he estado de acuerdo con la exhibisión gubernamental en la que para los que no saben, (como quien supongo redacta estas líneas y quien no tiene valor ni la etica de firmarlas) casi pierdo la vida y mi madre está incapacitada.

    Si no hubiera sobrevivido, quizá, esa descripcion por mi trabajo sería distinta. A quien emitío el comentario -reportero crítico o no- le deseo que bajo ninguna circunstacia viva una situación similiar derivado de la inseguridad que día a día se observa en las calles de Veracruz.

    Hagamos crítica son fundamento, sino mejor ni gastar la tinta. Tal vez a su consideración yo no la haga; pero eso no implica que mi caso hubiera sido uno más de los que se acusan estan en impunidad… Saludos

  2. NO PUES SI ESTA VIEJAPENDEJA ESCRIBE CON LAS PATAS, NO SABE NI ESCRIBIR Y ESO QUE ES DIZQUE REPORTERA QUE NO MANCHE LARGATE A LA ESCUELA!

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