En los procesos electorales hemos leído y escuchado sobre delincuentes y delitos electorales, los partidos políticos en cada elección realizan denuncias y acusan públicamente a quienes comente delitos electorales, se señalan entre ellos. A los delincuentes electorales les llama mapaches o alquimistas, ahora en la jerga electoral les llama de manera elegante “operadores electorales”. La modernidad tecnológica ha permitido que sean filmadas o grabadas conversaciones de políticos y funcionarios públicos, para luego hacer público los materiales y provocar escándalos mediáticos, después vienen la destitución de algunos funcionarios y los cargos públicos son ocupados por otros más experimentados en esas tareas.
Recuerda el video el “señor de la ligas”, contratista favorito del gobierno del DF con líder partidista del PRD recibiendo dinero; los videos de “ladrones de elecciones”, con funcionarios del gobierno del estado de Veracruz y Sedesol, practicando y organizando su deporte favorito el clientelismo electoral; las grabaciones de panistas hablando de dinero para las elecciones; las maletas de dinero del gobierno de Veracruz confiscadas en el aeropuerto de Toluca, Estado de México y lo más sofisticado, y digno de las mafias de la especulación financiera internacional, las triangulaciones del dinero público para los Amigos de Fox y las famosas tarjetas MONEX del PRI.
Pero amable lectora o lector. ¿Conoce usted algún delincuente electoral que haya pagado con cárcel el delito cometido? No, los delincuentes electorales no han parado en la cárcel, nuestra débil democracia electoral no lo permitido, a los delincuentes les cubre el sagrado manto de la complicidad política y la impunidad; los “operadores electorales” son necesarios y aguantan la exhibición pública que son objeto, espera un nuevo escándalo para que el respetable público se olvide de ellos. Sólo se les multa y la multa se paga con las prerrogativas, que son producto del financiamiento público, es daño calculado, no pierden el registro ni el puesto de elección popular ganado con fraude.
Ahora que vivimos el proceso electoral para renovar la cámara de diputados federal, los partidos políticos participan con nueva legislación electoral, para el tema que tratamos se aprobó, en el 2014, la Ley General en Materia de Delitos Electorales, en dicha Ley se establece que se impondrá de cincuenta a cien día y prisión de seis meses a tres a años a quien:
“Organice la reunión o el transporte de votantes el día de la jornada electoral con la finalidad influir en el sentido del voto” (Artículo 7, fracción X)
En el estado de Veracruz existe la costumbre de acarrear a los votantes el día de la jornada electoral, en vehículos particulares, oficiales y taxis, con cinismo los candidatos y sus partidos han declarado a los medios que sólo se trata de promover el voto y que eso no es delito; también se organizar los desayunos (Operación Tamal) para los electores y después de los tamales, agua de horchata, atole o café, les llevan a votar y regresan al lugar para recibir una espléndida despensa o dinero. Esta costumbre manipuladora de la voluntad popular es ya considerada legalmente un delito. Tendremos que estar pendientes y denunciar en caso de ocurra en la jornada del 7 de junio.
“Se impondrán de doscientos a cuatrocientos días multa y prisión de dos a nueve años, al servidor público que:
“Coaccione o amenace a sus subordinados para que participen en eventos proselitistas de precampaña o campaña, para que voten o se abstengan de votar por un candidato, partido político o coalición “(Artículo 11, fracción I)
“Condicione la prestación de un servicio público, el cumplimiento de programas gubernamentales, el otorgamiento de concesiones, permisos, licencias, autorizaciones, franquicias, exenciones o la realización de obras públicas, en el ámbito de su competencia, a la emisión del sufragio en favor de un precandidato, candidato, partido político o coalición; a la abstención del ejercicio del derecho de voto o al compromiso de no votar a favor de un precandidato, candidato, partido o coalición.
Si el condicionamiento del programa gubernamental, se realiza utilizando programas de naturaleza social, se aumentará hasta un tercio de la pena prevista en este artículo” “(Artículo 11, fracción II)
La cultura patrimonialista de quienes han ganado elecciones en Veracruz y gobernado durante décadas, ha sido bajo la práctica del condicionamiento político electoral, clientelismo electoral; usando los programas sociales a favor de sus candidatos, desviando recursos financieros y materiales, utilizando la realización de obras públicas para comprometer el voto de habitantes comunidades, colonias y barrios.
Este delito electoral ha sido practicado por los partidos políticos que gobierna en Veracruz, gobierno estatal, federal y municipales; al PRI es el delito que más ha practicado, le ha dado mayores oportunidades de ganar elecciones, por ello a gobernado en Veracruz, y ahora de manera despótica e inhumana. La nueva Ley considera delito estas prácticas, debemos estar alertas y denunciar en caso de que encontremos practicas relacionadas con este delito. En esta elección nos toca a la ciudadanía decir basta de manipulación y trampas, es la hora decirle NO a los ladrones de elecciones, es hora de ejercer en libertad nuestro derecho a votar, es la hora de la ciudadanía, votemos libre y conscientes. Usted que opina amable lectora o lector.
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