Próximos diputados sólo defenderán intereses de grupos fácticos, no de ciudadanos opina investigador

Xalapa, Ver.- A opinión del investigador Leopoldo Alafita Méndez todos los partidos políticos solo buscan llevar al congreso de la Unión a personajes que defienden intereses de los políticos en el poder, grupos empresariales y obtener recursos públicos de manera rápida cada año.

El investigador de la UV, dijo que a los partidos no les importan los intereses del pueblo, pues vemos como las reformas que se aprobaron en estos 3 años de gobierno fueron aprobadas por el PRI, PAN, PRD, Verde Ecologista, Panal, en contra de los intereses de los ciudadanos.

“Lo importante para ellos es tener estrategias de poder para tener asegurados los controles que son necesarios para avalar acuerdos, leyes y proyectos, por ejemplo de  explotación de agua, energéticos y varios temas aunque la población no esté de acuerdo con ello, es decir, intereses fácticos como son televisoras, grupos económicos, grupos de proyectos de explotación de recursos, etcétera, etcétera”, como ocurrió con las recientes reformas», comentó.

El investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIHS) de la UV, enfatizó que a los partidos no les importa de fondo perder un distrito, siempre y cuando se tenga el suficiente control en la Cámara federal.

“Si vemos cómo votan en la Cámara –legislativa- los que han sido representantes del distrito equis de Veracruz, vemos claro que hay un comportamiento donde los votos se suman por el interés… Los intereses que se negocian, que se discuten en las Cámaras, no son los intereses de los ciudadanos. En esto consiste la crisis de representación”.

Por lo tanto, indicó, para los partidos políticos que tejen intereses de poder, “el voto sólo tiene que ser suficiente para dar legalidad a este tipo de procesos”, es decir, en Veracruz y en México es relativo el interés que tienen los candidatos y los partidos en el voto de los ciudadanos,.

Es por esto que a los candidatos de determinados partidos puede no interesarles estar en debates, «al contrario, es mejor para ellos no tener discursos, no hacer compromisos para que el día de mañana no se les pueda reclamar nada… Ellos buscan sólo los suficientes votos, y esos saben cómo conseguirlos,  lo han hecho durante mucho tiempo».

Leopoldo Alafita Méndez hizo hincapié en que si un distrito se necesita ganar porque es clave para determinado tipo de estrategia, lo que menos importa –para los partidos políticos y sus candidatos- es tener un discurso.

“Buscarán obtener ese distrito mediante todo el rosario de estrategias que saben como compra de votos, detención de credenciales, ofrecimiento de obra pública como si fueran favores pero que cobrarán incluso con ir a mítines, condicionamiento de recursos federales o entrega de éstos como si fueran recursos logrados por los candidatos para la población, y un largo etcétera”.

Sin representación:

El académico e investigador Leopoldo Alafita expuso con estos ejemplos, que es “vergonzoso” el proceso de campañas electorales, como vergonzoso resulta también que en Veracruz y que en el país en general, es decir, ni en el Congreso local  ni federal, exista realmente representación de la ciudadanía.

“La ciudadanía no está representada, no son los intereses de la población los que se votan y se defienden en las Cámaras legislativas –de diputados y senadores-”.

No hay entonces, en este contexto político de Veracruz y México, manera de hacer legislación autónoma, democrática, en beneficio de la población. Para que haya una real representación social en las Cámaras, la sociedad debe ser analítica, propositiva, agruparse y exigir que haya sus representantes emanen de la sociedad civil organizada. Los movimientos sociales no se deben ignorar.

Mientras tanto, “lo que se discute en las Cámaras son temas y agendas propuestas por los poderes fácticos”.

En este contexto, destacó, la sociedad debe reflexionar sobre su voto y pensar, con miras a la real representación ciudadana, en las posibilidades que hay a la hora de tachar o no una boleta electoral.

El círculo blanco:

En este panorama, la sociedad civil debe pugnar por que se logre la opción de “círculo blanco” a ser votada en la boleta electoral, como ya ocurre en Colombia, destacó Leopoldo Alafita Méndez.

Por ahora, lo que existe es un “monopolio” que tienen los partidos políticos, para ser elegidos, “y me parece que los ciudadanos se cierran a esa perspectiva que finalmente es determinante de la lógica estatalista”.

Dicho en otras palabras, explicó, la ciudadanía se cierra a pensar  y a creer lo que les dice el discurso político en cuanto a que “deben elegir”, sin reflexionar en que tienen derecho también a no elegir y a que si la mayoría decide no elegir, haya una segunda ronda, se impulsen candidaturas ciudadanas con más fuerza, y a que se pueda declarar nula una elección si la mayoría de la ciudadanía no está conforme con ella.

“Los ciudadanos podrían tener una lógica distinta, por ejemplo, en una sociedad como la colombiana en la que si los ciudadanos no están convencidos de la pertinencia o idoneidad de los candidatos, existe una alternativa que es tachar el círculo blanco, y si ese círculo blanco tiene votos más nutridos que las otras opciones, dejan el escaño vacío, es decir, un lugar en la Cámara que ganó el círculo blanco, porque ningún candidato cumplió con las expectativas de representación”.

Lo que ocurre entonces es que los habitantes de esa población se organizan para hacer llegar a los demás elegidos –hablando de otros diputados sí electos por otras poblaciones o distritos-, cuáles son sus propuestas y posicionamientos. De ese modo, el círculo blanco hace que sea la población la que tome la voz, y que no se tenga que elegir a quien no se desea, explicó Leopoldo Alafita Méndez, integrante del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales.

El problema, es que hasta ahora la opción del voto en “círculo blanco” no existe en México, y los propios gobernantes tratan de impedir que esa opción sea votada y tenga peso legal-electoral, por lo que la sociedad debe insistir para ello.

“En México está privilegiado el sistema de partidos, hay una correspondencia que es el sistema electoral, y siempre se hace coincidir de acuerdo a los intereses de quienes están dominando ese sistema político derivado en sistema de partidos, y eso condiciona el sistema democrático”.