Xalapa, Ver. Leonila y Ángela viven en Ahuatitla, una comunidad cercana a Chicontepec, en el norte del estado de Veracruz. Ambas sueñan junto con un grupo de mujeres, poder abrir una panadería, porque no hay fuentes de empleo, porque ya han dedicado 16 años y más, a trabajar la milpa, a cargar leña.
“La mera verdad allá en el rancho no tenemos en qué vamos a trabajar, a veces cuando está lloviendo no se puede trabajar la milpa y pues no tenemos dinero, aparte somos madres solteras”, expuso Ángela.
Leonila Hernández y Ángela de la Cruz son madres solteras, tienen cuatro y cinco hijos, respectivamente. Sus esposos, como los de muchas otras mujeres, se han tenido que ir para la capital del país o a Estados Unidos, a buscar trabajo.
Leonila, en un diálogo franco, dijo sentirse cansada del trabajo duro en la milpa, después de dieciséis años, por lo que será para ella un alivio físico y económico el poder lograr una panadería con otras cinco mujeres.
“Llevo 16 años así, la verdad ya me cansé, me duele la cintura, estamos ahí en el sol desde las siete de la mañana hasta las cinco o seis de la tarde que venimos llegando a la casa, cargando leña en la espalda desde la milpa, para venir a hacer el lonche y darle a nuestros hijos de comer”.
Un grupo de seis mujeres de Ahuatitla, quienes se han denominado “Las Humildes” están pidiendo apoyo a las autoridades estatales y federales para que se les apoye con recursos para poner su panadería, que a la vez será de gran utilidad para la comunidad.
Este miércoles acudieron a la delegación de la Comisión para el Desarrollo Indígena (CDI), para solicitar a través de esa dependencia, que se les apoye para poder realizar su proyecto.
El apoyo lo han solicitado desde hace un año, aproximadamente, pero no han tenido respuesta.
“Dicen que sí pero luego nomás no llegan los apoyos. Nos dijeron que pasando la votación nos iban a dar el apoyo pero nada”.
Mujeres, jefas de familia; hombres han migrado:
Y es que en la zona norte del estado las mujeres con niños se han quedado solas porque los hombres han tenido que migrar.
Tan sólo en Ahuatitla, comentó Ángela, son más de 15 hombres los que se han ido a buscar trabajo a otro lado, por lo que las mujeres quedan como madres solteras, asumiendo el rol no tan sólo de jefas de familia, sino de trabajo arduo en el campo.
En el olvido:
Los hombres que quedan en Ahuatitla y en otros lugares como El Aguacate e Ixhuatlán de Madero, se dedican a la siembra de maíz y a la ganadería. Sin embargo, no tienen recursos para seguir con esos trabajos.
«Nos tienen un poco olvidados, pedimos el apoyo desde hace seis años para poder hacer trabajo de ganadería», expresó Adalberto Cabrera al acudir a la CDI a pedir que se les apoye.
Como para los habitantes de esos municipios del norte de Veracruz no han llegado los recursos, no hay cómo sostener el ganado, es decir, cómo alimentarlo y hacer que prolifere. Muchos de los hombres deciden migrar, y los que se quedan padecen pobreza.
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