Martín Moreno/ SinEmbargo
+PGJDF ya perfila la hipótesis del hurto
+ ¿Y la saña? ¿Y la tortura? ¿Y los tiros de gracia?
En medio de la indignación por el asesinato múltiple en la colonia Narvarte, donde fueron masacrados, entre otros, Rubén Espinosa, fotógrafo de la agencia Cuartoscuro y de la revista Proceso, y la activista veracruzana Nadia Vera, el gobierno de Miguel Ángel Mancera ya perfila los móviles del crimen: un vulgar robo al departamento de la calle de Luz Saviñón.
¿Cómo comenzó a delinear la PGJDF, a cargo de Rodolfo Ríos (ex secretario particular de Mancera), la versión de que Espinosa, Vera y otras tres mujeres fueron atadas, golpeadas, torturadas, violada una de las chicas y con el tiro de gracia a los cuerpos, con el único propósito de ser robadas?
Revisemos las últimas horas:
Ayer martes, el diario La Razón – de corte oficialista y pro gobiernista, proclive a festinar las versiones del gobierno peñista y del mancerista sin cuestionarlas, ni mucho menos ponerlas en duda-, ofreció, en su cabeza principal, la siguiente versión:
“Video: fueron 3 los asesinos; robaron a víctimas y huyeron”..
La nota de Carlos Jiménez dice:
“Tres hombres que llevaban arrastrando una maleta voluminosa con ruedas, que cargaban otra pequeña y que caminaban con toda tranquilidad, son los presuntos asesinos de cuatro mujeres y un fotógrafo dentro de un departamento en la colonia Narvarte”.
¿Quién, seguramente, le filtró la versión a La Razón?
El recién nombrado vocero y jefe de prensa de Mancera, Julián Andrade Jardí.
¿Y qué cargo tenía anteriormente Andrade?
Era subdirector del diario La Razón.
Así que, vía ese periódico, ya se muestra, sin duda, hacia dónde se dirige la versión del equipo Mancera-Ríos-Andrade: a que el crimen múltiple de la Narvarte fue por un robo.
Que a Rubén lo mataron para robarlo.
Que a Nadia la asesinaron para robarla.
Que a las otras 3 personas también las ultimaron para robarlas.
Para allá se encaminan las versiones de la PGJDF.
Pero tienen dos problemas: las circunstancias que rodean a los crímenes, y la desconfianza hacia Mancera, por su maldita costumbre de fabricar culpables.
Y eso les pesará.
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La versión de la PGJDF es el robo. OK. Sin embargo, hay varias preguntas que enturbian esa hipótesis y enrarecen la investigación (si es que la hay realmente). Algunas son:
¿Fue casualidad que tanto Rubén Espinosa como Nadia Vera salieran huyendo de Veracruz, el estado (de terror contra los periodistas) gobernado por el priista Javier Duarte, y que fueran asesinados en el mismo departamento en el DF? ¿Coincidencia macabra?.
¿Fue casualidad que Vera, integrante de la combativa Asamblea Estudiantil de Jalapa, dejara grabado en un video el siguiente mensaje?:
“Responsabilizamos totalmente a Javier Duarte Ochoa, gobernador del estado, y a todo su gabinete, sobre cualquier cosa que nos pueda suceder a quienes estamos organizados en este movimiento. Es totalmente responsabilidad del Estado nuestra seguridad porque son quienes están mandando a reprimirnos”.
¿Fue casualidad que Nadia Vera fuera torturada y abusada sexualmente, prácticas poco comunes en un asalto ordinario?
¿Fue casualidad que Rubén Espinosa regresara al DF a mediados de junio por las amenazas que había recibido en Veracruz, donde vivió 8 años, que fuera abordado en un restaurante por un desconocido que le preguntó si era el fotógrafo que estaba huyendo, y que sólo días después fuera asesinado brutalmente en la colonia Narvarte?
¿Fue casualidad que Espinosa fuera ultimado tras huir de Veracruz, donde desde el año 2000 a la fecha se ha matado a 17 periodistas, doce de ellos durante el gobierno del priista Duarte?.
¿Fue casualidad que tanto a Espinosa – un fotógrafo profesional a la luz de su trabajo en los lugares donde laboraba-, como a Nadia Vera, se les golpeara, torturara, vejara –en el caso de la chica- y se les diera el tiro de gracia, como el sello del crimen organizado, y tras un robo ordinario en la ciudad de México?
¿Fue casualidad que en el grupo victimado estuviera la colombiana Simone o Nicole, y tendría un papel clave en el sádico crimen?
¿Fue casualidad y qué papel desempeñaban Yesenia Quiroz Alfaro, edecán y maquillista que vivía también en el departamento de Luz Saviñón, así como Alejandra, la empleada doméstica? ¿Por qué también con ellas hubo saña y tiro de gracia, según la PGJDF?
¿Fue casualidad que sin mayores elementos de prueba más que un video, unas maletas y tres hombres huyendo, la PGJDF, vía La Razón, decrete, sin más aportes de investigación, que todo fue por un robo?
¿Fue un asalto y por eso los masacraron realmente?
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Mancera y su equipo tienen, sobre la espalda y la conciencia, la proclividad del jefe de Gobierno de fabricar culpables. De fabricar casos. De fabricar hipótesis. Recordemos que a Mancera se le conoce públicamente como “el fabricante de culpables”.
Luego entonces, ¿no se estará cayendo en la tentación de fabricar nuevamente una versión de los hechos, ahora con el caso Narvarte, para sacar del atolladero al cada vez más hundido, desprestigiado y vacío gobierno de Mancera?
Si fue robo, que lo prueben plenamente.
Y que, de paso, respondan las preguntas y dudas que el caso – grave, sádico, brutal-, encierra con el asesinato de Rubén Espinosa, Nadia Vera y las otras 3 personas.
Twitter: @_martinmoreno
Facebook: Martin Moreno
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