Wenceslao Vargas Márquez/
Hemos hallado una cifra que no teníamos actualizada.
Según cierta publicación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el total de docentes tanto de Educación Media Superior como de Educación Básica que será sometida a evaluación, para efecto de la Permanencia en el empleo, es de un millón 475 mil 456; pero por partes. Para empezar, se ‘evaluarán’ 350 mil en el año escolar en curso.
El ritmo porcentual de no idóneos en las evaluaciones 2015 y anteriores ha flotado y se ha mantenido entre el 48 y el 75% en las distintas evaluaciones ya realizadas; la más reciente, en Educación Media Superior para efecto de ingreso y ascensos. La cifra más baja de no idóneos es del 48% para Educación en el concurso ordinario más reciente (SEP, 9-VIII-2015). Entre la mitad y tres cuartos de ‘reprobados’ en las evaluaciones precedentes. Si este ritmo porcentual se mantiene, sería de esperarse que entre un 50% y un 70% de docentes de un millón 475 mil 456 resultarán no Idóneos en los próximos meses.
Aplicado el porcentaje anteriormente citado a esta cifra obtenemos entre 750 mil y 1 millón el total de no Idóneos que en los próximos tres años serán (seremos, Kemo Saby) desplazados del salón de clases hacia un escritorio, hacia un millón de escritorios. Repito: Un millón de escritorios y montañas de dinero para sostener el pago del millón de docentes desplazados y otra montaña de dinero para otro millón de plazas para cubrir los huecos generados por los desplazados en esta especie de rediviva limpieza étnica contemplada impávida por el SNTE y sus secciones sindicales.
En agosto de 2014 escribíamos que el 31 de marzo del mismo año el INEGI había dado a conocer la cifra total de docentes en servicio y que esa cifra era (era) de 978,118 tan sólo en Educación Básica (Comunicado 076 de la SEP). Resulta ahora que son 1 millón 201 mil 517, según el INEE. (No sé de dónde salieron 223,399 más). Sumados a los de Educación Media Superior (273,939) dan el gran total que escribimos al principio y que genera la necesidad de un millón de escritorios a la voz de ya.
Ya planteábamos en una oportunidad anterior (“SEP: 648,818 escritorios”, agosto de 2014) que no hay elementos para suponer que las evaluaciones docentes del desempeño para efecto de Permanencia sea sustantivamente distinto en términos porcentuales y que aplicados los porcentajes de No Idoneidad a la cifra del INEGI-2014 necesitaría el gobierno 648,818 escritorio qué proveer a los ‘reprobados’ y tanto presupuesto como 648,818 plazas docentes nuevas para dársela a los maestros que relevarán a los que serán expulsados a sacar copias. La cifra la corrijo a la alza porque el número de docentes en Educación Básica se corrigió y porque he incorporado a la Educación Media Superior. Y todo este personal docente se irá a engrapar fotocopias o la calle estrictamente por una ocurrencia de los hombres del Pacto por México (PRI-PAN-PRD-2012), la ocurrencia se llama reforma educativa, que hasta el día de hoy no tiene seriedad ni formalidad y que se redactó bajo la premisa de que los líderes de esos partidos políticos eran y son gente honrada y los docentes somos hordas tártaras de bribones que vendíamos o heredábamos plazas magisteriales.
De las recurrentes críticas que se enderezan a la reforma educativa, una de las principales es que no es una reforma educativa sino administrativa y laboral. Lo único cierto es que saca a los docentes del país del paraguas de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (reglamentaria del art. 123 constitucional) y los pone en un estado de excepción –y por tanto de indefensión sindical y de otros tipos- bajo una ley laboral de la que se esboza un brochazo en el artículo tercero constitucional.
Si el SNTE y sus secciones sindicales asisten impávidos a la contemplación de la catástrofe magisterial y presupuestal que ya viene, igual hacen los partidos políticos. Una excepción es Andrés Manuel López Obrador, único candidato presidencial 2018 en campaña. El problema de fondo de esta excepción es que López Obrador no se compromete bajo agenda y puntualizaciones exactas del grado de su compromiso con el magisterio de Oaxaca o con el magisterio nacional. Debería decir, en concreto, si está por mantener o no en sus términos el tema de la permanencia docente después de las evaluaciones según la redacción del artículo 53, cuarto párrafo, de la Ley General del Servicio Profesional Docente que cesa a los no idóneos después de una tercera evaluación fallida y sus correspondientes octavo y noveno transitorios dedicados a personal en servicio cuando entró en vigor la ley. Si no define López Obrador precisa y puntualmente este tema, justamente en este punto, ese vago apoyo que dice no tiene sentido.
Nada hay de educativo en la reforma educativa principalmente porque no tenemos un modelo educativo preexistente contra el cual contrastar la obsesión por la supuesta ‘calidad’. La obviedad obliga a tener primero el modelo y luego evaluarlo. Aquí no. Aquí estamos evaluando un modelo que no tenemos, y no lo tenemos porque, según, se está construyendo. La más reciente promesa era la de que en este agosto de 2015 se presentaría pero nada hay hasta hoy. Estamos probando en las calles un coche que no tenemos. Es incomprensible.
Otra crítica es el marco de desorden con que se implementa. El grado de desorden es tal que hasta algunos diputados se han desesperado (cfr. diputado federal de la Comisión de Educación, De la Vega Membrillo, feb. 2015) por ese ‘marco de desorden’. Y conste que para desesperar a un diputado hace falta mucho. Una de las muchas muestras del desorden es que durante el año 2015 el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) ha publicado ¡cinco! calendarios a los que deben sujetarse los 350 mil docentes que deberán evaluarse durante el año escolar en curso.
Sin contar con los calendarios del 28 de agosto de 2014 reformado el 17 de diciembre del mismo año, en lo que va del año 2015 el INEE ha publicado ¡cinco! calendarios que tienen al magisterio contra la pared por la incertidumbre que genera. El primero fue publicado el 26 de febrero, el segundo el 21 de mayo, el tercero el 22 de junio, el cuarto del 30 de julio y el quinto el lunes 10 de agosto de 2015.
El calendario del 10 de agosto es como el quinto toro de la tarde. ¿Vendrá pronto un sexto calendario? Todo es posible en este marco de improvisación. De ser así, veríamos con estupor cómo las orejas de este quinto de la tarde (no hay quinto malo) se muestran por el diestro vigorosa y sangrientamente a los tendidos.
Post scriptum. Se resolvió correctamente el conflicto sindical del Instituto Tecnológico Superior de Las Choapas que mencionábamos aquí la semana pasada gracias a las intervenciones de la Secretarías de Gobierno y de la SEV. Por otro lado, el autor de estos párrafos sigue a la espera de la resolución de un procedimiento administrativo instaurado el 12 de junio pasado que sigue sin resolverse pero que tarde o temprano se resolverá. En su momento deberán deslindarse y asumirse todas las responsabilidades.
Excelente nota