Trujyper/ Verba
Convulsión priista se vive en Veracruz con la imposición de Alberto Silva en la presidencia del partido oficial y la obligada renuncia de Alfredo Ferrari, del clan de los “negritos y bembones” de Boca del Rio.
Para los conocedores de los temas sucesorios, la actualidad tricolor reviste atención por lo inusual del cambio de formas; los mensajes que reciben los priistas veracruzanos enviados desde su cúpula para la mayoría son difíciles de descifrar.
Hasta el 10 de Octubre, entendían que Pepe Yunes Zorrilla era el aspirante con mayores posibilidades de obtener la candidatura a gobernador, con el supuesto apoyo de los secretarios de Estado, José Antonio Meade y Luis Videgaray; no obstante que desde el viernes 25 de Septiembre, en que Silva empezó a promocionarse a través de las redes sociales primero y luego por medio de los cagatintas oficialistas de siempre, con el texto, “..sin embargo en las altas esferas del PRI nacional y de la Secretaría de Gobernación se prepara ya una terna que incluye a los senadores Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, así como al diputado federal Alberto Silva Ramos. La tercia oficial sería Héctor, Pepe o Beto. ¿a quién le va?..”
Sin encartarse pero tampoco haciéndolo abiertamente, el hijo de los difuntos Francisco Silva Ortiz y doña Elvira Ramos Salinas, es considerado ya por sus adeptos como prospecto viable a ser candidato a la gubernatura en unas semanas más, sería otro de los tapados de Javier Duarte.
Fuera de lambisconerías insensatas, el padre de Alberto, el General Brigadier DEM, Francisco Silva fue un militar reconocido por autoridades y mandos superiores de la Secretaría de la Defensa Nacional, como un soldado con capacidades arriba del promedio de la tropa, sin embargo pregunto, ¿qué merecimiento significativo tuvo para que en Octubre de 2011 el alcalde de Tuxpan, Alberto Silva Ramos le impusiera a una calle de 251 metros recién pavimentada de la populosa congregación Santiago de la Peña el nombre de “Calle General Silva”?
¿Acaso por el sólo hecho de estar viviendo en ese momento el décimo mes como alcalde, disfrutando los dulces encantos de “toda la magnitud del pinche poder?
El poder engolosina y pierde, y ya desde el sábado 24 Alberto tiene poder partidista, falta que los priistas veracruzanos lo reconozcan y lo acepten.
Y de ejemplo presento el papel que tendrá la presidenta de la Fundación Colosio en Veracruz, Gina Domínguez Colío.
Ambos “duarpriistas” fueron Coordinadores o Directores de Comunicación Social del Gobierno del Estado, ambos ejercieron muchos recursos económicos –buena cantidad en partidas secretas- para manejo de imagen y otras cosillas en el gobierno. Es del conocimiento popular que se odian y no se toleran. Es del dominio popular que en la oportunidad que se les presenta se patean bajo la mesa, se pellizcan, se muerden y jalonean, ¿esa será la unidad, cohesión y fortaleza del PRI veracruzano?
¿Acaso Silva tendrá la humildad de aceptar y discutir la plataforma ideológica colosista presentada por la neopriista Gina –que alguna vez comulgó con los perredistas-,?
¿Acaso olvidarán encono, odio, rabia, descortesía, egolatrías que ambos poseen en alta dosis y se acumuló mientras una salía de la vocería y el otro la usufructuaba?
¿Esos “activos” son los que darán contundencia y renombre al PRI en la contienda de 2016 para ganar diputaciones locales y gubernatura.?
Los líderes de la CNC, CNOP y CTM no cuentan, los tres “pilares” del PRI solo son una bola de chupapingas que bailan al ritmo del pandero javierista, no merecen atención.
Ante el posicionamiento de Silva, empujado por el interés de Duarte, el importamadrismo de Peña Nieto respecto al futuro político y financiero de Veracruz, las carcajadas de La Nauyaca depredadora con alpargatas, y el futuro incierto de la paz social en Veracruz; se vislumbra un panorama sombrío en el que la banda de ladrones y ladronas fieles podrían seguir mamando la ubre; aunque existe todavía la posibilidad de que se les cuaje la leche a medio gaznate.
Lo que no deja de ser cierto es que la unidad priista pregonada en la unción del cafetómano Cisne perfumado, está lejos del colectivo tricolor, no es tal.
Mientras tanto en plan de observador y acorde a su formación honesta, cabal y congruente, el todavía priista Pepe Yunes valora su permanencia en el PRI que le vio nacer políticamente, quizá sin menospreciar la posibilidad de una candidatura ciudadana donde sería arropado por miles de verdaderos priistas ignorados consuetudinariamente y probablemente ¡hasta por los de enfrente!
Pepe Yunes –¡joder, que es el hijo de don José, coño!- no puede “matarles la esperanza” (dicho a lo Pipían Velázquez) de priistas y no priistas que le han creído, le han apoyado y algunos hasta le rezan, que de llegar a gobernador cumpla la promesa de meter a la cárcel a los ladrones (as) y obligarlos a que devuelvan lo que ilícitamente se llevaron de las arcas públicas de Veracruz.
Y en la imaginación y con ganas de creer los priistas de verdad que se sienten defraudados, engañados, usados y vilipendiados ven una declinación de los probables Miguel Ángel, Pepe, Héctor, Armando, perredistas, aliancistas, los viagra, petistas, a favor de alguno de ellos, entonces sí, Veracruz renacería.
Las gónadas Pepe ya también “las enseñó” en Octubre, no asistió a la mascarada tricolor en el WTC y con esa acción no avaló la forma de llegada de Silva a la presidencia del PRI. Y ya que las debe mostrar cada mes, en Noviembre lo hará de nuevo durante su informe como Senador.
Dirían en Misantla, …puedes ser una robusta marrana de granja, pero no trompuda ni atascada…
Alberto Silva Ramos; ¿candidato? , ¡mis polainas!
Comentarios