«La PGR en su laberinto”

- en Foro libre

Miguel Pulido/ Alegatos 

Ciudad de México.- La más reciente sombra sobre la credibilidad de la PGR deriva de las objeciones a la llamada “verdad histórica” del caso Ayotzinapa. La nueva crisis de legitimidad institucional comenzó cuando los miembros del Grupo de Expertos Independientes (GIEI) revelaron un amplio expediente deinconsistencias y errores en la investigaciones.

Arely Gómez titular de la PGR ya se enredó y no hace nada
Arely Gómez titular de la PGR ya se enredó y no hace nada

Uno de los puntos es crítico: la convicción de que no existió un incendio en las condiciones descritas por el entonces procurador Jesús Murillo Karam. El GIEI sostiene la imposibilidad material de que los hechos ocurrieran como son descritos en las averiguaciones. Sus afirmaciones invalidan la teoría del caso y exhiben la manipulación de hechos. Es decir, que los estudiantes no pudieron ser calcinados en ese lugar.

A conclusiones similares llegó la semana pasada el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Los peritajes de este grupo también han sido contundentes: no existió un fuego en las condiciones que ha sostenido la PGR. Nuevamente las afirmaciones del expediente carecen de respaldo científico.

Un sector de la población -incluidos líderes de opinión, analistas y periodistas- descalifica tanto al GIEI como al EAAF por confrontar la versión del gobierno. Lo hacen a despecho de la trayectoria y reconocimiento internacional de ambos grupos. Lo hacen también ignorando (o incluso omitiendo deliberadamente) algunos de los siguientes hechos:

1.- La PGR tiene un problema estructural de confianza 

El Informe País Sobre la Calidad de la Ciudadanía en México (INE, 2015) encontró que cuando se trata de investigar delitos, la gente no confía en las autoridades ni para el primer paso: la denuncia. El informe sostiene que 61% de los mexicanos que fueron víctimas de un delito o que viven con una víctima del delito no denunciaron; sólo el 39% sí lo hizo. 63% de los mexicano no denunció porque “no sirve de nada”; 52%, “por falta de confianza en las autoridades”; y 40%, “por malas experiencias con las autoridades en el pasado.

2.- Los problemas de la PGR no son de coyuntura, sino de estructura

La reconocida académica Ana Laura Magoloni ha dicho que “el sistema de persecución criminal mexicano se diseñó para funcionar en un contexto político autoritario”. Por lo que tenemos “una procuración de justicia obsoleta, ineficiente e impotente para alcanzar resultados medianamente satisfactorios para la ciudadanía”.

Cuando la PGR tiene que investigar delitos y crímenes que involucran servidores públicos –como en el caso Ayotzinapa- es aún más torpe. Marco Fandiño y Vanessa Doren, señalan en Consideraciones sobre la capacidad de persecución penal de la Procuraduría General de la República que: “la PGR, bajo su ubicación institucional actual, no tiene la capacidad de resguardar a la ciudadanía en aquellas violaciones de derechos en las que existe algún grado de responsabilidad de funcionarios públicos.”

No hay noticia en el asunto. Gabriela Knaul, Relatora Especial de la ONU sobre independencia de jueces lo señaló en su ultimo informe con total contundencia: “en México, la falta de recursos financieros y humanos y la ausencia de una adecuada profesionalización, preparación y formación del personal policial y del ministerio público son los mayores retos para el sistema de administración de justicia en el país”.

3.- A la PGR la ha cuestionado el propio Peña Nieto

Eran días de precampaña, pero Peña Nieto ya era el único contendiente al interior del PRI por la candidatura a la presidencia de la República. La PGR había anunciado un requerimiento internacional para localizar a Tomás Yarrington, un exgobernador priista investigado por narcotráfico en Estados Unidos. En una entrevista, se da el siguiente diálogo:

-Precandidato que nos pudiera comentar su reacción a esta acusación de la DEA contra el exgobernador Yarrington.

-(…) me parece que esta es una filtración, una especulación que ha ocurrido en plena campaña electoral (…) Ahora resulta que esta indagatoria se da -¿hace cuánto fue gobernador?- hace 7 u 8 años, justo cuando estamos en contienda electoral, lo cual despierta sospecha.

Tiempo después, ya siendo Presidente de la República, Peña Nieto se vio obligado a comentar sobre el trabajo de la PGR. En esta ocasión sobre la exoneración de Noé Ramírez Mandujano, ex titular de la entonces SIEDO que había sido acusado de delincuencia organizada. Según reportó la prensa, Peña Nieto dijo:

“El Estado mexicano ha aprendido y ha recibido una ‘lección muy clara’ de que se debe profesionalizar, capacitar y preparar a las fiscalías, Ministerios Públicos y Policía Investigadora para que su trabajo dé el soporte debido a cualquier acusación hacia cualquier persona que esté presumiblemente señalado de haber cometido algún delito”.

Por cierto, Ramírez Mandujano después de pasar 5 años en prisión fue contratado recientemente por la propia PGR como asesor. Nunca se comprobaron los delitos de los que se le acusó, pero no deja de ser raro.

Más raro resulta que el responsable de su acusación y encarcelamiento sin pruebas, haya sido su exjefe, el entonces procurador Eduardo Medina Mora. Adivinó usted, al mismo que Enrique Peña Nieto hizo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Publicado en www.aristeguinoticias.com

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