Ciudad de México. (La Silla Rota). Simone Biles con tan sólo 19 años, 1,45 metros y 47 kilos, ha cambiado el mundo de la gimnasia artística y es que en sus participaciones en Río de Janeiro ha demostrado sus habilidades ganando su segunda medalla de oro en Río, pese a la difícil infancia que vivió.
Biles tenía sólo doce años cuando los servicios sociales de Columbus, Ohio tuvieron que intervenir para rescatarla junto a sus tres hermanos a cargo de Shanon Biles, su madre, quien se era adicta a las drogas y al alcoholismo.
El abuelo materno de Simone se quedó a cargo de las niñas menores, Simone y Adria, mientras los hermanos mayores fueron a vivir con la hermana de éste.
Ronald, abuelo de las menores, junto a su pareja Nellie, adoptaron a quienes fueran sus nietas, ahora la gimnasta llama mamá a Nellie.
Pese a la situación, Simone sigue en contacto con su madre: «Cuando era más pequeña me preguntaba qué habría sido de mi vida si no hubiese pasado nada de esto. A veces todavía me pregunto si mi madre biológica se arrepiente y querría haber hecho las cosas de manera diferente, pero evito plantearme estas preguntas porque no las tengo que responder yo», dijo la gimnasta a medios estadounidenses.
El primer contacto de la atleta con la gimnasia llegó de manera imprevista; en un viaje escolar el tiempo desfavoreció, y el colegio decició visitar un centro de gimnasia artística.
«Un día decidió que sería una gran gimnasta y desde entonces lo ha hecho todo para lograrlo», comnetó Nellie.
La gimnasia la atrapó por completo, pues durante su adolescencia omitió las actividades extracurriculares o fiesta de graduación y en su lugar se dedicó a entrenar.
Fue en 2012 cuando Simone decidió que en lugar de ir al Liceo, estudiaría en casa, esto le dejo más tiempo libre para aumentar su entrenamiento de 20 a 32 horas a la semana. Un año después de haber tomado esta decisión se coronó campeona en programa completo de la gimnasia, su primer título.
Simone consiguió éste jueves su segunda medalla de oro en Río después de imponerse con un puntaje de 62.198 en la final individual femenina con un sorprendente margen de 2,1 puntos, el mayor registrado en los Juegos Olímpicos.
La primera medalla la obtuvo en la competencia por equipos, donde la participación de Estados Unidos dio una gran participación.
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