Rodríguez pidió limosna para ir a Río, Castillo le negó apoyo

Rodolfo Herrera/ Vivir en el Golfo

Mientras los mexicanos estamos ávidos de logros, con tristeza vemos que los juegos olímpicos transcurren sin medallas para nuestros jóvenes, pero en cambio los políticos se han dedicado a hacer lo único que les conviene, sacar raja de una situación en la que todos ellos y sus partidos son culpables.

Mire usted, el nivel educativo de un país se mide por su grado académico, pero también por la preservación  de sus tradiciones, por la difusión de su cultura, el apoyo a la ciencia, a los creadores en las artes y desde luego, por el deporte.

Una reforma educativa incluye todo eso, no solo andarse correteando y entrándose a madrazos con los delincuentes de la CNTE, digo todo esto con respeto y reconocimiento a nuestros verdaderos maestros que prefieren el aula que hacer un bloqueo, aunque en ello les vaya la agresión de los intransigentes de ambos bandos, el rapado público, la caminata descalzos, las vejaciones por intentar hacer las cosas bien.

Es una constante que en los países avanzados, como Estados Unidos para no variar, existen múltiples formas de incentivar a los jóvenes a practicar deporte, en las escuelas y universidades es común la competencia colegial, es indispensable acreditar la materia y quienes muestran aptitudes obtienen del estado una beca deportiva, es decir, un sueldo para poder mantener sus estudios sin trabajar, vivienda, alimentación y hasta coche, es por ello que luchan por mantener los registros.

Acá en cambio es penoso ver que los deportistas mexicanos llegaron con uniformes con logos parchados de otras competencias, porque casi la totalidad se quejó de que no hubo ni apoyos ni oportunidades.

El caso más penoso y desagradable, vienen precisamente del único deportista que hasta el momento tiene casi garantizada la medalla de bronce en boxeo, Misael Rodríguez, que para llegar a Río de Janeiro tuvo que salir a charolear, a botear y prácticamente buscar limosna para hacerle la caridad a los directivos de la Comisión Nacional del deporte, la Conade, que le urge que gane esa medalla para justificar el viajecito que hicieron con vieja, familiares, parientes y amiguetes.

Cómo se explica usted, que un deportista de alto rendimiento no tenga absolutamente nada, mientras diputados, senadores, gobernantes y funcionarios se desplazan en sendos camionetones con un séquito de aduladores, derrochando del dinero de los impuestos que provienen de nuestro trabajo.

Y aun así queremos medalla de estos valientes muchachos que lo entregan todo ante las grandes potencias, ya lo dijo el deportista de boxeo Emilio Emigdio Abarca, “Las medallas no dan de comer”, mientras orgulloso narraba que había logrado construirle una humilde vivienda a su madre con su sueldo de soldado del ejército mexicano, vaya tarea la de mantener los registros cuando no tienes ni pal camión.

Ante esta situación les preguntamos a los políticos ¿Ahí no entra su méndigo sistema anticorrupción? ¿Cómo puede la mafia deportiva, como la del futbol, el box por ejemplo, condicionarle a los mexicanos si “nos presta” o no a un deportista para que nos represente en las olimpiadas?

¿A quién se le ocurrió nombrar como directivo de la Conade a un penalista del sistema judicial que no sabe otra cosa que reprimir, castigar, sancionar, limitar, marginar, como es el caso de Alfredo Castillo?

Ah pero eso sí, ya salieron todos los gargantas de la política como el ex presidente panista Vicente Fox o el perredista líder del Senado Miguel Barbosa, a pedir que renuncie Alfredo castillo, cuando desde hace muchos años la clase política debió hacer maletas e irse de puntitas.

El 21 de agosto de 2008, en pleno ejercicio del panista Felipe calderón, reunido el Consejo de Seguridad Nacional, el empresario Alejandro Martí en el uso del micrófono les gritó en su cara “Si no pueden, renuncien”, pero ni una cosa ni otra, ni pueden ni renuncian.

EL MEDALLERO DE FOX

¿Qué exige el panista Vicente Fox? Si cuando tenía 4 años ejerciendo el poder presidencial, en los juegos olímpicos de Atenas 2004 no hubo una sola medalla de oro para México, sólo 3 de plata y una de bronce ¿Entonces cuál apoyo? Aparte de inculto, mentiroso.

Con el panista del empleo Felipe Calderón, en los olímpicos de Beijing sólo hubo 3 medallas, dos de oro y una de bronce. Luego vino el espejismo en Londres 2012 con una medalla de oro, 3 de plata y 3 de bronce.

Hoy se van a echar la culpa unos a otros, pero ninguno va a renunciar.

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