No el PRI, sino un tribunal es quien debe juzgar a Duarte

Javier Duarte de Ochoa su presunta expulsión del PRI podría ser cortina de humo para que no sea procesado
- en Foro libre

Manuel Carvallo/ Asuntos del Poder

Una vez más, Enrique Peña Nieto pretende insultar la ya de por sí pisoteada inteligencia de los Veracruzanos, al hacernos creer que está castigando a Javier Duarte de Ochoa, por ordenar desde la “Casita Blanca”, su expulsión del Partido Revolucionario Institucional, ese mismo partido del que salió él y otros miles de vándalos facinerosos que tienen secuestrado a México y a los mexicanos.

Lo que los veracruzanos están exigiendo es que se le castigue conforme a derecho, tal y como lo marcan la constitución y las leyes mexicanas, para quienes roban, abusan del poder, hacen uso indebido de sus funciones dentro del gobierno, se enriquecen ilícitamente y operan en pandilla.

A los veracruzanos no les interesa que el presidente expulse del PRI e incluso que excomulgue a Duarte y a otros gobernadores y exgobernadores porque, de entrada, todos saben que se trata de una farsa… Los Duarte, los Padres y compañía deben ser juzgados por un juez de lo penal, tanto del fuero común como del fuero federal, pues sus delitos cometidos por ellos y sus colaboradores, como los hijos de la… “Fidelidad”, son para ser jugados en ambos niveles.

¿Qué acaso don Peña, cree que los veracruzanos son tontos?

La respuesta es que por lo menos eso parece, ya que incluso desde el lunes pasado don Peña viene montando una trama en el que pretende hacer creer que ni él ni el sistema político van a defender a Javier Duarte de Ochoa, afirmando que no meterá las manos ni por Javier Duarte ni por ningún otro gobernador o exgobernador emanado de su partido.

Luego entonces, no se entiende porque anunciaron con bombo y platillo que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI dio entrada a la solicitud de expulsión por presuntos actos de corrupción cometidos por Javier Duarte de Ochoa y otros tres priistas destacadísimos del país, eso es lo que menos le  interesa a los veracruzanos y a los mexicanos en general.

Es más, todavía se atreven a poner en su comunicado “presuntos actos de corrupción”, insultando, otra vez, la inteligencia de los ciudadanos, ya que las pruebas son más que elocuentes y contundentes, en Veracruz se perpetró un robo, mejor dicho, un saqueo de proporciones bíblicas que debe ser castigado conforme a la ley, o sea, con cárcel.

Históricamente en México este tipo de políticos nunca han sido castigados y ejemplos sobran:

Manlio Fabio Beltrones: El ex senador, ex gobernador de Sonora, y expresidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, señalado en una investigación periodística hecha por los reporteros del diario The New York Times, de proteger durante su mandato al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos.

Tomás Yarrington: El ex gobernador de Tamaulipas que fue acusado en Texas de nexos con el crimen organizado y lavado de dinero, además, es presuntamente responsable de recibir grandes sobornos de grupos del narcotráfico, especialmente del Cártel del Golfo.

Humberto Moreira: El ex gobernador de Coahuila que sumió al estado en una profunda crisis financiera, la deuda estatal se elevó considerablemente hasta superar los 36 mil millones de pesos. Debido al escándalo, Moreira tuvo que dimitir. Su sucesor, el gobernador interino, Jorge Torres López fue acusado de conspiración para lavar dinero y otros delitos en Texas.

Arturo Montiel: El exgobernador del Estado de México por el PRI está acusado por su exesposa, Maudi Versini, de secuestrar a sus tres hijos, a pesar de que la primera cuenta con la custodia. Montiel se retiró de la carrera presidencial de 2005 tras las denuncias de las mansiones millonarias y transacciones bancarias en México y Francia. Actualmente ninguno de ellos no está bajo ninguna investigación.

Incluso el mismo Enrique Peña Nieto quien será presidente de México hasta 2018 pasó a formar parte de la lista de políticos corruptos luego de la investigación periodística que lo señaló de haber adquirido una residencia, llamada la Casita Blanca, a la empresa constructora Grupo Higa, en una transacción millonaria en el que hubo conflicto de intereses. Grupo Higa es beneficiaria por obras millonarias otorgadas por el gobierno federal. Por los hechos, su esposa Angélica Rivera, salió a aclarar que la casa fue adquirida con sus ahorros. La Secretaría de la Función Pública los exculpó del caso.

Si el mismos Peña Nieto no ha sido castigado, no creo que tenga la suficiente calidad moral ni la forma de hacerlo para castigar a otros iguales a él, ¿o sí’?… NO POR NADA EL SER PRESIDENTE DAN ÑAÑARAS.

 

 

 

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