Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez/ Bitácora
Vivimos en el estado de Veracruz tiempos inéditos, escenarios sin precedentes en la historia, que ni los más conspicuos analistas pudieron haber imaginado.
En consecuencia, son tiempos difíciles, de desgobierno, por una parte, que se ha hecho extensivo a los 212 municipios, por lo que se trata de la mayor crisis generalizada que ha padecido la entidad y sus habitantes.
¿Quién pudo haber imaginado que se iba a realizar el mayor saqueo en la historia a los recursos de la administración estatal, en donde prácticamente se llevaron todo el presupuesto?
¿Quién habría de pensar que, por vez primera en la historia, un gobernador constitucional, Javier Duarte de Ochoa no terminaría su sexenio, para salir huyendo para no ser detenido por la Procuraduría General de la República?
De igual manera, no se imaginaría que luego de 86 años en el poder, el gobierno del estado sería ganado por un partido de oposición y la mayoría de diputados en el Congreso.
Cuando se vería la toma del Palacio de Gobierno, sede del Poder Ejecutivo, siendo tomado por alcaldes para demandar la entrega de recursos federales, que han sido desaparecidos.
Jamás se pensó que alcaldes del PRI encabezados por el de la capital del Estado, Américo Zúñiga Martínez fueran a realizar una marcha por la avenida Reforma en la ciudad de México, para demandar ser atendidos en las secretarías de Gobernación y Hacienda, en demanda de que se considera una partida especial y adicional para enfrentar la crisis que dejó la irresponsabilidad del gobierno estatal.
Cuando se había visto el bloqueo de las principales avenidas y calles de Xalapa, para presionar a las autoridades estatales a que entreguen los pagos de maestros, jubiliados, estudiantes becados, organizaciones campesinas, taxistas, por mencionar algunas.
Además, en la más reciente toma y bloqueo de avenidas, habitantes de Soledad Atzompa prendieron fuego a las puertas de la Secretaría de Finanzas, frente a Sefiplan desesperados por la falta de respuesta y de diálogo de las autoridades estatales.
Pero eso no es todo, todavía falta que empiecen a rodar cabezas, empezando por la captura del líder de la banda que saqueó a Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien deberá ser capturado por las autoridades federales, antes o después del 1 de diciembre, en que tomará posesión Miguel Angel Yunes Linares.
Ese será un nuevo capítulo en la serie de hechos sin precedentes que se avecinan, porque el nuevo gobierno tendrá que venir a poner orden, lo cual no será nada sencillo, en un estado prácticamente devastado y una administración paralizada por la falta de recursos.
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