Los hijos de la Chiquita

Jorge González Azamar que todo fue planeado por él en Catemaco, secuestro del sacerdote e incendio del palacio
- en Foro libre

Juan Antonio Valencia/

Jorge González Azamar, priista de hueso colorado, “chapulín” que lo mismo representa al PT, al AVE, que al PRI, nació en Catemaco, Veracruz, el 5 de Febrero de 1964, es  licenciado en derecho por la U.V. fue alcalde  1991 -1994 y  2008-2010 y ahora 2013-2016

Diputado LIX Legislatura 2000 -2004. Secretario Particular del Procurador General de Justicia del Estado, Secretario Particular del Subsecretario de Gobierno.

Fue acusado del desvío de 40 millones de pesos ante el ORFIS, pero se “arregló con ellos, como es normal.

Es hijo putativo de “la Chiquita” Jorge Uscanga Escobar que actualmente es alto funcionario en la Secretaria de Educación Pública del gobierno federal. quien lo protege, antes los barones de la gran mafia.

Tiene en la nómina del ayuntamiento de Catemaco, a hijos, sobrinos y amigos de Uscanga Escobar, son “aviadores”, cobran sin trabajar. 

La gente entró a la casa del alcalde y se llevó todo lo que pudo, luego de que Jorge González se escondió.../J.A Valencia
La gente entró a la casa del alcalde y se llevó todo lo que pudo, luego de que Jorge González se escondió…/J.A Valencia

Jorge González Azamar, actual presidente municipal de Catemaco, es acusado por el pueblo en movimiento, de sus nexos con el crimen organizado, y como autor intelectual del plagio y desaparición del sacerdote, José Luis Sánchez Ruiz, de 54 años, presbítero de la parroquia de los Doce Apóstoles, quien este sábado cumple 72 horas de desaparecido.

Se espera que las autoridades de justicia actúen rápido en este caso. Bien dice el dicho, «vox populi» «vox dei», la voz del pueblo, es la voz de Dios. Habrá que ver si hay voluntad política por recuperar con vida al sacerdote o como ya es costumbre su nombre se sumará a la lista de los prelados que están siendo asesinados en el estado de Veracruz.

Ya serían 5 sacerdotes asesinados en el estado de Veracruz, donde a los delincuentes no les importa absolutamente nada con tal de causar daño. Como no hay ley que los detenga, ellos se sienten con el poder de hacer lo que quieran. Lástima. Pobre Veracruz. 

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