Robar, mentir y simular son principios de la política gubernamental veracruzana

Y aún no incluían a Javier Duarte, pero ya a Fidel Herrera
- en Foro libre

Francisco Domínguez Canseco/ El Ejercicio del Criterio

Los astros se han alineado, después de 18 años, las autoridades judiciales (electorales y civiles) y hacendarias han iniciado sendos procesos legales para investigar y castigar a quienes robaron elecciones, recursos económicos y materiales, torcieron la ley a su favor y de los suyos, violaron derechos humanos y defraudaron la confianza de la sociedad veracruzana. Las raíces de la mala yerba, llamada PRI, son profundas y amplias, cubre todo el estado de Veracruz, contaminaron la vida pública de manera letal, tomaron las instituciones públicas para servirse, secretarias federales y estatales, fideicomisos, organismos autónomos y descentralizados, todos fueron ocupados para despojar Veracruz. Nuestro estado ha quedado desbastado, la fuerza desplegada por el PRI es descomunal, la sociedad veracruzana tardara décadas en reponerse de los desastres materiales causados, ya que las perdidas humanas son irreparables.

Falta sólo unos días para que las autoridades estatales, del PRI, salga de la administración pública estatal, y el gobernador interino envió al Congreso Estatal el Sexto Informe de Gobierno de la administración del gobernador con licencia, Javier Duarte, el documento en cuestión no da explicación creíble sobre el quebranto financiero y la crisis socio ambiental que vivimos, no hace ninguna autocrítica o crítica a la actuación del gobierno estatal, no valora necesario explicar porque Javier Duarte renuncio a su deber de gobernante para convertirse en un prófugo de la justicia.

La realidad social y política que vivimos ameritaba un mensaje de certidumbre y compromiso social con los electores del PRI y la sociedad veracruzana en general, una explicación objetiva de lo ocurrido en los últimos 18 años, etapa de la vida de Veracruz, en que se profundizaron las desigualdades sociales, la corrupción, la antidemocracia, las violencias, desapariciones, asesinatos de periodistas, violaciones de derechos humanos y la perdida de libertades políticas. No, el PRI y su gobierno, no valoran necesario dar explicaciones, no asume su responsabilidad social y política frente al desastre social causado, sólo algunas voces, de ese partido político y algunos de sus funcionarios, se atreven a señalar la corrupción tratando de deslindarse de lo ocurrido.

Nuestra cultura política antidemocrática dicta que la población no merece información de los actos de gobierno, la rendición de cuentas es sólo un discurso, la transparencia es ley que no se aplica, los derechos humanos, los derechos ambientales, la libertad de imprenta es un discurso que adorna a quienes los citan, por ello los organismo autónomos encargados defender y promover esos derechos fueron tomados por una burocracia, que le cuesta mucho al presupuesto público, la cual ha sido complaciente con funcionarios y autoridades,  omisa en la aplicación de la ley.

Al Congreso Estatal le han tirado a su puerta un Sexo Informe de Gobierno, de más de 500 páginas, el cual las y los diputados deberán leer, para después intentar dialogar, cuestionar y pedir ampliar la información sobre el ejercicio de gobierno, con las y los titulares de secretarias del gobierno estatal. El acto de comparecencia es poco fructífero y no contribuye a la rendición de cuentas, es alejado de la ciudadanía, es un ejercicio que responde a la cultura política antidemocrática, forma parte de la tradición cortesana del Congreso Estatal. En las comparecencias de ahora sólo han faltado las matracas, despensas, los tacos al pastor, las tortas, los acarreados de siempre y la trifulca. Ese ejercicio no tiene consecuencias para el cambio en las políticas públicas, no es vinculante con la responsabilidad de quienes realizan la ejecución de presupuestos y programas. Por ello debe cambiar, el gobernador debería acudir a dialogar con las y los diputados, por lo menos dos veces al año, para rendir cuentas a la sociedad veracruzana, y debería ser un ejercicio público transmitido en la radio y T.V., para lo cual las y los congresistas tendrían que contar con información suficiente y objetiva del estado que guarda la administración pública, la vida social, económica, ambiental y política del estado de Veracruz. Las reglas del trabajo del Congreso Estatal deben cambiar para fortalecer su autonomía frente al gobierno estatal y representar los intereses de la población veracruzana.

Nuestra cultura política antidemocrática le apuesta al olvido, no hacer ruido, no nombrar por su nombre a los responsables, negar o guardar silencio cómplice, simular cambios, hacer leyes para que no se cumpla. Promover el escándalo y escarnio público del gobernador con licencia Javier Duarte y su pareja, abandonados por su partido el PRI, a quien le sirvieron e hicieron ganar elecciones con trampas, ahora son señalados como los únicos causantes de la corrupción. El juego es la distracción, celebramos su desgracia, fomentamos la burla y la venganza pública; mediante el linchamiento en los medios de comunicación y las redes sociales se cobran los agravios, esa práctica nuestra nos hace menos ciudadanos, nos envilece como sociedad y limita el ejercicio de nuestros derechos, genera un conformismo social y no pasa a la acción cívica activa,  nos prepara para el próximo escándalo de corrupción, y así, con un entusiasmo renovado volver a ejercer la venganza pública como formar de desahogo cívico. No debemos olvidar, castigo y exigir que devuelvan lo robado. Usted que opina amable lectora o lector.

También opino que le deben de pagar a la Universidad Veracruzana, a la Normal Veracruzana, a los jubilados y al magisterio de educación básica y enseñanza media lo que les deben.

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