Rodolfo Herrera/ Vivir en el Golfo
La inconformidad de organismos sociales, empresariales y académicos, contra los dirigentes de Canacintra que quemaron un vehículo en Xalapa, va más allá de una simple llamada de atención, por lo que se espera su destitución en breve, es decir, nadie creyó en la legitimidad de ese movimiento.
Mire usted, a nadie ha extrañado las manifestaciones populares de maestros, jubilados, empresario, trabajadores y todos los burócratas que han tomado las calles para protestar porque Javier Duarte los dejó sin el dinero para mantener a sus familias.
Hasta cierto punto los ciudadanos han resistido la molestia de bloqueos y manifestaciones con inusitada paciencia.
Efectivamente, les han causado molestias, retrasos y contratiempos los bloqueos, pero al final de cuentas entienden que se trata de exigir el pago de las remuneraciones que Duarte y un grupo de asaltantes, todos del PRI, se llevaron arbitrariamente dejándolos sin su raquítica percepción.
Los ciudadanos han acompañado incluso a los empresarios en sus decisiones, para lograr el cobro de obras y servicios que prestaron al gobierno de Duarte sin obtener el justo pago de sus facturas.
¿Tendrás usted idea de cuántos trabajadores fallecieron en la desesperación de no tener con qué alimentar a sus familias? ¿Cuántos jubilados sin tener con qué mantenerse? ¿Cuántos estudiantes sin becas? ¿Cuántos perdieron la salud con ese golpe que el gobierno priista de Javier Duarte les asestó?
Con todo eso, el sector empresarial, organismos sociales y académicos, reprobaron que el dirigente de Canacintra Xalapa Antonio Pino Aguilar haya decidido encabezar la quema de una carcacha en plena vía pública, para presionar el pago del presunto adeudo de 200 millones de pesos.
Absolutamente a nadie le gustó esa actitud y nadie creyó en la legítima protesta de los empresarios de Canacintra y CMIC a 5 días de que el nuevo gobierno entre en funciones.
El 24 de noviembre, dos días después de la quema del vehículo los empresarios vándalos se retiraron del lugar diciendo una mentira, que habían llegado a un acuerdo con el gobierno, situación que tajantemente el gobernador interino Flavino Ríos Alvarado desmintió categóricamente: “Las deudas no son personales, son institucionales y el próximo gobierno las habrá de reconocer, por el momento no hubo acuerdo con los manifestantes de Canacintra.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Xalapa, Luis Palacios Macedo, deslindó a ese organismo de los hechos de protesta ocurridos en la Sefiplan.
A su vez, el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Veracruz y Boca del Río, José Manuel Urreta Ortega, calificó el hecho como “inadmisible” y dijo que: “es muy lamentable que Canacintra, siendo una cámara tan seria como lo es y teniendo delegaciones en todo el país, se preste a hacer cosas como ésta”.
Hilario Arenas Cerdán, Presidente Fundador del Observatorio Ciudadano en Veracruz, aseguró que se trata de actos vandálicos y comentó que “Todos estamos en el mismo barco, y para que el barco no se hunda tenemos que aportar un poquito de prudencia todos y civilidad, necesitamos cordura”.
Por su parte, el Presidente de Canacintra en Veracruz y Boca del Río, José Antonio Sardiña Aguirre, expresó tajante que el gobierno del estado no les debe a los empresarios de la delegación que él representa y lamentó los hechos.
EL PRI EN PICADA
Al celebrarse tanto el Consejo Político Estatal del PRI como el Consejo Político Nacional, sus respectivos dirigentes Felipe Amadeo Flores Espinoza y Enrique Ochoa Reza, no pudieron vanagloriarse de triunfos, más bien consumieron el tiempo en lamentaciones y en culpar a sus actuales gobernadores corruptos como los causantes de sus derrotas.
Pero… ¿Y si hubieran ganado? ¿Habría perseguidos?
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