Gina la trae chueca

Gina Dominuez Colio ex coordinadora de Comunicación Social del gobierno de Javidú
- en Foro libre

Por Antonio Trujillo y Perdomo

Desproporcionado crecimiento de su economía familiar originó que Gina Domínguez fuera (sea) foco de atención, primeramente del gremio periodístico y posterior de autoridades de la Secretaría de Hacienda, quizá de la Procuraduría General de la República y de la Fiscalía Estatal.

La historia conocida de la señora Domínguez se remonta al regresar a Veracruz luego de haber laborado en el gobierno de “El Chueco”, Mario Villanueva Madrid ex gobernador priista de Quintana Roo, preso en los Estados Unidos de Norteamérica por nexos con la delincuencia organizada en cuyo gobierno fungió en un área similar a Radio y Televisión de Veracruz.

Sin mucha claridad para la opinión pública se dice tuvo una salida intempestiva de Chetumal Q. R. arribando a Xalapa en modesto vehículo y habitando en vivienda rentada con una parte de su familia.

Capaz, hábil, inteligente redactora se encauzó nuevamente en su faceta de reportera hasta llegar al ánimo de Rosa Borunda, esposa del entonces gobernador priista Fidel Herrera, convirtiéndose en asesora de medios de la influyente –determinante digo yo- primera dama (dicen había un güato más) y así empieza a trascender en la historia moderna de Veracruz.

Fue colocada al frente del equipo de apoyo para que Javier Duarte fuera “elegido” diputado federal y seis meses después candidato priista  a gobernador con todo el apoyo de Rosa y el beneplácito de Fidel; con esta decisión ocurrente de la “plenitud de todo el pinche poder” se sentenció a la “quiebra” política y financiera de Veracruz. Fue el inicio de la maldición para 8 millones de veracruzanos.

Devota de San Benito, de brebajes, rezos, hábitos santeros y otras chucherías por el estilo no serán suficientes para contrarrestar la espada flamígera de la justicia y la aplicación de la ley del rescatista mayor, don  Miyuli.

El trabajo de investigación periodística de Víctor Hugo Arteaga mediante el cual se ha logrado saber que durante la etapa en que Gina fue Coordinadora de Comunicación Social del gobierno de Veracruz se facturó a 12 empresas “fantasmas” unos 5 mil millones de pesos no del todo sustentados, seguramente va a repercutir en la vida (y en la familia) de la empresaria periodística que combina con bienes y servicios.

Aunque en origen su bloque de medios nacieron para formar un muro de “contención” contra los ataques mediáticos que pudieran darse en contra de su protector y dudoso amigo Alex Huerta del Valle alias Javier, en realidad no fue lo suficientemente alto ni fuerte para contener el tsunami en contra del ladrón fugitivo.

 Deberá catalogarse como un fracaso el Grupo empresarial de medios presuntamente propiedad de Gina, sobre todo porque se augura tendría al menos “8 años fríos” en relación con el principal cliente de la inmensa mayoría de medios, el Gobierno estatal.

De igual manera sus negocios de cafeterías, tienda de regalos, alquiler de vehículos, empresas hoteleras, salón de eventos, de las que supuestamente es propietaria o socia no se sabe le hayan redituado ganancias que igualen las inversiones que ha hecho en ellas.

Y lo peor se le avecina, la posible coparticipación en hechos ilícitos que tienen como base el pago a empresas de  dudosa existencia donde se erogó presupuesto del erario público por unos 5 mil millones de pesos.

Javier Duarte tiene como abogado patrono a Alejandro Francisco Jaimes Gutiérrez, experto en Amparo y Juicios de extradición además de ser un gran conocedor de el nuevo sistema penal acusatorio y en leyes especiales. En caso de que Gina lo requiriera ¿tendría el recurso suficiente para los honorarios del bufete jurídico de Jaimes? A veces no es bueno tener tanto.          

Por otro flanco tiene encima a Virginia Durán Campollo y a Tomás Mundo Arriasa reclamando 5 millones de pesos, uuufffffff.

La estrella de Gina empezó a caer cuando Karime Macías Tubilla tomó la directriz de la comunicación gubernamental, cuando desde Casa Veracruz se dirigía la información y la imagen del gobernador, situación que originaría un ríspido diálogo sin que el pelele gobernante interviniera. También contribuyó en su  descenso  la enorme carretada de detritus que le arrojaba El cisne, alias Beto Silva en cualquier momento y en cualquier lugar, un odio misógino atizaba el entendimiento del hijo del respetable General Silva.

El esquema de difuminar la atención hacia su nombre y persona en sus múltiples empresas y negocios posiblemente hizo que Gina “usara” nombres y documentación de algunos de sus empleados para cubrir el requisito exigible por la ley notarial. Ha llegado el tiempo de clarificar su situación como ex funcionaria de primer nivel del gobierno duartista al frente de Comunicación Social.

A Gina le doy mi reconocimiento como mujer y madre; soy respetuoso de su actividad como periodista; admiro su osadía como empresaria, pero prejuzgo temeraria e irresponsable su actitud como funcionaria encargada de mal administrar miles de millones de pesos propiedad de 8 millones de veracruzanos y que quizá bajo su férula hayan sido malversados, ¡qué pena!  

Lo que no deja de ser cierto es que el PRI la continúa conservando como un valioso activo tricolor al frente de la Fundación Colosio en Veracruz, cuando que nunca había sido priista militante, ¡qué cosas!

 Guijarro:  Vicente Benitez González diputado local aliancista, refugiado en el fuero se regodea pensando que tendrá un feliz año nuevo 2017. ¿Apuestan?    

 

 

 

 

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