Miguel Vargas Vargas/ Dossier Político
Primera Parte
Fue una deshonrosa huida la del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, porque públicamente el 12 de octubre del año pasado (en entrevista con Carlos Loret de Mola) había dado su palabra como hombre (?) que no abandonaría Veracruz, con el fin de hacer frente a las acusaciones que siguen pesando en su contra. Sin embargo, dos días después de su solemne promesa, faltó a su palabra y huyó. Han pasado desde entonces, hasta este miércoles 8 de febrero 117 días y Duarte sigue turisteando presuntamente por el sur del país y Centroamérica.
El escape del Chapoduarte, no fue tan espectacular como la de Joaquín Guzmán Loera, pero si tiene algunas semejanzas que lo equiparan con el “capo de los capos”: las huidas las realizaron con la complicidad de autoridades internas y externas de los sitios de donde se fugaron, contaron con ilimitados recursos para moverse y esconderse y fueron foco (en el caso de Duarte lo sigue siendo) de atención nacional e internacional de los medios de comunicación.
El pitazo de Osorio Chong
Desde el sábado 14 de octubre del año pasado en que el Chapoduarte se fugó de la entidad, dos días después de haber solicitado licencia para dejar el cargo de gobernador, las autoridades federales y el exgobernador prófugo se encuentran participando al juego del gato y el ratón. Han pasado desde entonces 114 días y a la fecha las autoridades encargadas de apresarlo no han podido ubicar su paradero.
El drama de su escape para el exgobernador y su esposa que lo acompaña, se inicia con la reunión que sostiene Duarte, con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el 11 de octubre en sus oficinas de Bucareli. En este evento se concreta en definitiva su salida del gobierno de Veracruz. Ya no hay más sugerencias ni oportunidades para postergar su solicitud de licencia. La orden es tajante del presidente Peña Nieto, transmitida por Osorio Chong al todavía mandatario de Veracruz: debe abandonar el cargo.
Osorio que se desempeñó como pilmama y pañuelo de lágrimas del exmandatario por instrucciones del presidente Peña Nieto, desde el 2015 para supervisar y encausar el proceso electoral para gobernador del 2016, es muy probable que también le informara (en la reunión del 11 de octubre) sobre su próxima orden de aprehensión que le obsequiaría la PGR. Cosa que efectivamente sucedió el 17 de octubre con motivo de las 32 carpetas iniciadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por desfalco a las arcas estatales.
Es decir, Duarte se enteraría de la orden en su contra, nueve días antes de su huida (14 de octubre). Tiempo suficiente para planificar su escape y dejar sus instrucciones a Flavino Ríos, el gobernador interino que impuso por dedazo y alertar a su círculo más cercano de cómplices y prestanombres.
Primer Operativo fallido
Las versiones de la huida del Chapoduarte son contradictorias y esto se explica porque fue un escape planeado con las complicidades de funcionarios estatales y federales.
El primero en dar la voz de alarma (17 de octubre) de su desaparición es el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, quien manifestó “tengo información extraoficial de que el pasado sábado (15 de octubre) Javier Duarte se fugó en un helicóptero con ayuda de Flavino Ríos, quien se quedó como solapador, no como gobernador”. Inicialmente Flavino lo niega aunque después ante las evidencias acepta haberle proporcionado el helicóptero para su escape.
Y empieza el juego de la huida, el lunes (17 de octubre) dos días después de la fuga, se realiza el primer operativo de la Procuraduría General de la Republica (PGR) en Xalapa. Ya con la orden de aprehensión contra Duarte, se realiza el primer cateo en la residencia rentada en el Club de Golf Campestre cerca del estratégico aeropuerto El Lencero, donde últimamente habitaba Duarte y su familia, residencia propiedad del capitán Alejandro Sánchez Domínguez, exdirector del aeropuerto El Lencero. Pero el Chapoduarte con un paso delante de la PGR ya había emprendido el vuelo.
Por cierto, Sánchez Domínguez (todo el historial de sus corruptelas lo tiene investigado la periodista Claudia Guerrero Martínez) es socio y prestanombres del exmandatario al que hizo enormemente rico con la compra de cuatro empresas aéreas, una de ellas AeroErmes con una flotilla de diez lujosas aeronaves que eran rentadas (hay una facturación de más de 50 millones de pesos al gobierno del Estado) para altos funcionarios. Otro negocito oscuro del exdirector de Aeronáutica, fue la venta a Luis Ángel Bravo Contreras, ex fiscal duartista, de un helicóptero ( el Eurocopter Colibrí) con un costo de un millón de dólares. ¿Es el rescatado por el gobernador Miguel Angel Yunes?) Toda esta flotilla aérea del prestanombres de Javier Duarte, puesta a su servicio para su huida y traslado para andar a salto de mata de escondite en escondite.
Versiones de la huida
Unas versiones de su escape en helicóptero, dicen que el destino era Coatzacoalcos, otras que a Puebla y unas más que a Chiapas. Sobre este asunto, el 21 de diciembre sus escoltas aseguraron (diario Reforma) que la huida en helicóptero es ficticia para desorientar, porque la salida de Duarte y su esposa fue por tierra a la ciudad de Mexico a las colonias de Polanco y Santa Fe. Asimismo, los escoltas cuentan que desde dos meses antes el exmandatario planeo la compra de una casa en Santa Fe para residir al pedir licencia como gobernador y fue Karime Macías quien se trasladó a México para cerrar la compra.
Las primeras detenciones
El pasado 18 de octubre la procuradora Areli Gómez, declaró oficialmente prófugo a Javier Duarte y a ocho de sus colaboradores por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada, de las cuales dos ya fueron detenidas, se trata de las hermanas Nadia Isabel y Elia Arzate Peralta que son prestanombres.
A la fecha la PGR no ha concretado esta investigación en el plazo de tres meses otorgado por el juez (se le ha ampliado por otros tres meses), en contra de estas dos únicas personas procesadas por delincuencia organizada y lavado de dinero por más de 439 millones de pesos. Por su parte, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, aseguro (en esta misma fecha del 19 de octubre) que no hay reporte de autoridades migratorias de que el gobernador con licencia Javier Duarte, haya salido del país de manera regular y reitera no haber pactado su escape con el gobierno federal.
Cateos en el D.F., Edomex y Chiapas
Dos días después el 21 de octubre, la búsqueda por parte de la PGR y otras instancias que forman el gabinete de seguridad del Gobierno Federal, se extiende a la ciudad de México, donde se catean cinco inmuebles propiedad de Duarte en las delegaciones Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Coyoacán.
El 28 de octubre, la PGR con apoyo de las fuerzas armadas de la Marina, catean el rancho Las Mesas en Valle de Bravo en el estado de México, propiedad de Javier Duarte, con un valor de 4 millones de pesos y adquirido a través de tres prestanombres.
Asimismo el 1 de noviembre, la PGR con apoyo de las fuerzas armadas y policías federales, siguen la pista del exgobernador y su esposa hasta Chiapas en la comunidad Villa Flores, donde se ubica el rancho San Francisco, propiedad del suegro del exgobernador prófugo. Esta búsqueda obedece a una información del padre Alejandro Solalinde, hecha a través de Twitter donde indicaba que allí se encontraba Duarte. Ampliando la información de Solalinde, a través de una radiodifusora en entrevista manifestaba “El rancho en Chiapas es una de las más de 100 propiedades que tiene Javier Duarte de Ochoa, todas estas propiedades las conoce el gobierno”. Es decir, a la PGR le faltaría por catear un 80% de las casas, ranchos y residencias mal habidas del Chapoduarte en el país y en el extranjero.
La huida del suegro incomodo
Unos días después de girada la orden de aprehensión contra el exmandatario el 17 de octubre, la PGR realiza un operativo de vigilancia en el domicilio de sus suegros en Coatzacoalcos, quienes se encargan del cuidado de sus hijos. Este operativo dura hasta el 16 de noviembre cuando los suegros a través de sus abogados Rodolfo de la Guardia y Juan Carlos Charleston Salinas (hermano del magistrado Fernando Charleston Salinas) logran un amparo indirecto para no ser detenidos y para no ser impedidos de viajar fuera del país. Con el amparo en la mano inmediatamente abandonan Coatzacoalcos para trasladarse a su rancho San Francisco en Chiapas.
Pero el suegro del exgobernador Antonio Macías Yazegey y su esposa María Virginia Yazmin Tubilla, que también son sus prestanombres junto con su parentela, no solo es propietario de este suntuoso rancho, sino que posee un consorcio de varias empresas comerciales y de bienes raíces, incluyendo el diario El Heraldo de Coatzacoalcos. Antes de exiliarse Antonio Macías, originario de la comunidad de Villa Flores en Chiapas, manifiesta que se va “por respeto” al nuevo gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares. Asegurando que no tiene “nada que ver” con las empresas fantasma ni con prestanombres ni con el desvío de recursos y aprovecha para curarse en salud sobre el sospechosísimo de su fortuna, declarando que es producto de su trabajo de abogado en Pemex y de haberse sacado la lotería en el 2009. El mismo manido pretexto de Fidel Herrera que lo empleo dos veces en su mandato.
Próxima Semana: La mafia duartista.
Comentarios