Comida chatarra inflama el cerebro y contribuye a la obesidad

Darle comida chatarra a los niños les ocasionará inflamación del cerebro y adicción que los predispondrá a la obesidad
- en Salud

Estados Unidos.- Un equipo de científicos estadounidenses acaba de descubrir, en un estudio sobre la adicción que tiene el ser humano a la comida chatarra y, en general, a la grasa, que las células del sistema inmune del cerebro(llamadas microglías o células de Hortega) se inflaman con el consumo de una dieta alta en grasas. Como resultado, esa inflamación aumenta el apetito y puede generar sobrepeso.

Según los expertos, este hallazgo podría permitir desarrollar mejores fármacos contra la obesidad ya que hasta el momento se sabía que la ingesta de alimento estaba controlada por neuronas en el hipotálamo, un área muy interna y fundamental del encéfalo, aunque eso es solo parte del proceso, aseguran.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores usaron ratones a los que se les eliminan o se les desactivan genéticamente las células de la microglía y encontraron que, si se les provoca una inflamación de estas células en el hipotálamo, empiezan a comer un 33% más y ganan hasta cuatro veces su peso. Sin embargo, en un estado normal, dice el estudio publicado en la revista Cell Metabolism, comerían un 15% menos y perderían hasta un 40% de peso.

“Todo esto apunta a que la comida alta en grasas provoca una inflamación de la microglía que a su vez desencadena la glotonería que el cerebro lleva programada de serie en sus neuronas”, resume El País de España.

Si acostumbra al niño a la comida chatarra, será adicto a la grasa y un adulto obeso

De acuerdo con el español Martín Valdearcos, investigador en la Universidad de California en San Francisco y primer autor del estudio, “actualmente hay algunos fármacos que actúan directamente sobre las neuronas que regulan el apetito, pero no son muy específicos y producen efectos secundarios como depresión y ansiedad. Desde el punto de vista terapéutico es mucho más fácil intervenir en estas células, así que se abre la puerta a encontrar un fármaco que regule este mecanismo”.

Al igual que los ratones del experimento, los autores determinaron que las personas obesas tienen las células de la glía inflamadas en el hipotálamo, aunque esta inflamación también sucede en personas con daño cerebral, enfermedades neurodegenerativas y cáncer.

El equipo de Valdearcos manifestó también que están en conversaciones con la compañía Plexxikon (EE.UU.) para desarrollar un ensayo clínico con el fármaco PLX3977 en enfermos con leucemias, tumores sólidos y artritis, ya que esta droga tiene el mismo mecanismo que la que los investigadores usaron para eliminar la microglía de los ratones que adelgazaron drásticamente.

Por su parte Pablo Irimia, portavoz de la Sociedad española de Neurología, citado por el medio de comunicación europeo, dijo que “cualquier animal deja de comer cuando está saciado, aunque haya más alimento, pero los humanos no, comemos y comemos a pesar de habernos saciado. Esto se explica por las diferencias en el hipotálamo y, en concreto, en las células de la microglía. El aumento de peso no solo se debe a las calorías que consumes, sino también de cómo el organismo percibe esas calorías”.

Por último, Los investigadores señalaron que conseguir un nuevo fármaco que modere este mecanismo es especialmente necesario para personas con problemas serios de obesidad en los que el ejercicio y el cambio de dieta no son suficientes o, en su defecto, no funcionan.

RECOMENDACION A PADRES.

Los expertos recomiendan a los padres no dar comida chatarra a los niños. La grasa trans que contienen las hamburguesas, papas fritas, nugues y demás alimentos que se venden procesados en las tiendas de comida rápida, contribuyen a la inflación de su cerebro y les genera a los niños adicción a esta clase de alimentos.

Los productos que se venden en cadenas de idas, MacDonald o Burguer King y las pizzas rápidas ofrecen alimentos que son un auténtico veneno para la salud de sus pequeños y de usted mismo si acostumbra ir a estos lugares cada fín de semana.

Lo preocupantes que estos alimentos contienen adictivos muy poderosos que hacen que quienes los consumen tengan necesidad por comerlos de forma seguida, sin darse cuenta, ya son adictos y un niño obeso, será un adulto obeso que sufrirá severos problemas de azúcar, triglicéridos, colesterol, cáncer y una vida sedentaria que tarde que temprano lo llevará a la muerte.

Ofrezca a su hijo frutas, verduras, alimentos frescos que usted haya elaborado en el día.

Cambie el refresco por agua de frutas o natural. Y camine con él o vaya con él al sol, media hora de sol y juego al aire libre, distante de la televisión o las tablets, hará que su niño tenga una extraordinaria salud mental, física y emocional.

Si es de los padres que prefiere darle a su hijo una tableta o una computadora para que no lo moleste, y este entretenido, sólo está contribuyendo a crear un niño desconectado de su esencia de vida y de su alegría de infante.

De usted depende sentar las bases para tener un hijo sano y feliz o un zombi enfermo de la vista y de la mente que desde pequeño siempre ha estado conectado a una tablet o al televisor recibiendo miles de mensajes de violencia, odio, miedo que los medios de comunicación le entregan a la humanidad, todos los días.

 

 

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