Mientras que algunas personas encuentran a Jesús yo encontré a Frankestein: Del Toro

Foto: Los Angeles Times

Los Ángeles. (La Jornada)-  “Mientras que algunas personas encuentran a Jesús yo encontré a Frankestein”, afirmó el director Guillermo del Toro, quien aseguró estar vivo, articulado y semi sano gracias a los monstruos.

“Se que lo que vi siendo niño, tenía poderes redentores”, anotó el afamado cineasta mexicano, quien añadió que esto “no es una afectación, es completa y espiritualmente real para mí. Y no voy a cambiar”, advirtió en una entrevista con Los Angeles Times.

Del Toro consideró que su más reciente producción cinematográfica The Shape of Water, que se estrena a finales de año, pero que recién se ha presentado en Festival de Cine de Telluride, es su película más personal y es la que más le gusta. “A esta le sigue El espinazo del diablo’, luego El laberinto del fauno y luego Pico carmesí, y así sucesivamente, enumeró.

“Esa es la orden para mí – no significa que la gente tiene que estar de acuerdo. Es una especie de cociente objetivo y objetivo para un cineasta – ¿aterrizó donde yo quería? Esto aterrizó exactamente donde yo lo quería”, aseveró.

Esta película tiene un auténtico espíritu de inocencia y romance anticuado, pero al mismo tiempo, hay aspectos que son muy adultos y a veces chocantes. La primera vez que se ve al personaje de Sally Hawkins, por ejemplo, se está masturbando.

Bueno, para mí, no hay perversión en el sexo si no eres perverso. Puedes hacer lo que quieras y siempre y cuando lo hagas de la manera más hermosa, no importa. Una mujer masturbándose deja claro que no es tu princesa normal de Disney”, indicó.

A lo largo de su carrera, Del Toro ha rebotado entre películas de estudio a gran escala como Pacific Rim y Hellboy y más pequeños, más idiosincrásicos como Pan’s Labyrinth y El Espinazo del Diablo.

The shape of wáter es la historia cuento de hadas surrealista y adulto de una conserje muda (Sally Hawkins) que se enamora de una criatura humanoide acuática que permanece cautiva en un laboratorio secreto del gobierno durante la Guerra Fría.

Basándose en las reacciones que obtuvo en su estreno en el Festival de Cine de Venecia, la película -una fábula de amor improbable ante el miedo y la intolerancia- se alegró en su primera proyección en Norteamérica el sábado pasado en el Festival de Cine de Telluride.

Esta se proyectará en el Toronto International Film Festival próximo, antes de abrir en su estreno nacional el 8 de diciembre en la parte de la temporada de premios.

En esta cinta “hay más de mí. La mayoría de las veces – en El laberinto del Fauno o El Espinazo del Diablo, estoy hablando de mi infancia. Aquí, estoy hablando de mí con preocupaciones de adultos.

“Aquí hay cine. Amor. La idea de la alteridad es vista como el enemigo. Lo que siento como inmigrante. Lo que siento es una fea corriente subterránea no en el pasado, no en los orígenes del fascismo, sino ahora”, explicó.

Esa era a menudo se representa a través de un prisma nostálgico como de alguna manera ser los buenos viejos tiempos. Pero esta película pinta un cuadro muy diferente, poniendo de manifiesto la corriente subterránea de miedo e intolerancia, anotó.

“Creo que cuando la gente dice “Make America Great Again», están pensando en esa América, que en realidad nunca terminó cristalizándose. Si usted fuera un blanco protestante anglosajón, entonces las cosas fueron geniales. Tenías coches, super cocinas rápidas. Pero todos los demás no lo tienen tan bueno. Y la clase de criatura representa a todos los demás”, comparó.

Obviamente el mundo ha cambiado dramáticamente desde que estabas rodando esta película. No puedo imaginar que podrías anticipar la forma en que esos temas resonarían, señaló.

“Yo sí. Y la razón por qué es que soy mexicano. He estado pasando por inmigración toda mi vida, y he sido detenido por violaciones de tráfico por los policías y se ponen mucho más curiosos acerca de mí que el tipo regular. En cuanto escuchan mi acento, las cosas se ponen un poco más profundas”, se quejó.

“Esperemos que una de las cosas que la película muestra es que desde 1962 hasta ahora, hemos dado pasos de bebé – y muchos de ellos no todo el mundo los toma. Lo que es inherente al control social es el miedo.

“La forma en que controlan a una población es apuntando a alguien más – ya sea gay, mexicano, judío, negro – y diciendo: «Son diferentes a ti. Ellos son la razón por la que estás en la forma en que estás. No eres responsable. Y cuando te exoneran por vilipendiar y demonizar a alguien más, te controlan”, aseguró.

Creo que la película dice que hay muchas más razones para amar que para odiar. Sé que suenas mucho más inteligente cuando eres escéptico y cínico, pero no me importa, enfatizó.

Sobre como se inició la historia de la película compartió que ha tenido esta en su cabeza desde que tenía seis años, “no como una historia, sino como una idea».

«Cuando vi a la criatura nadando bajo Julie Adams (en Creature From the Black Lagoon de 1954), pensé en tres cosas: pensé, Hubba-hubba».

“Pensé: esta es la cosa más poética que jamás veré . Estaba abrumado por la belleza. Y la tercera cosa que pensé es: Espero que terminen juntos».

Sobre la producción que tuvo un costo de casi 20 millones de dólares comentó que “meter una película de 60 millones de dólares en un presupuesto de 19.5 millones de dólares valió la pena, porque se consigue la libertad. Creo que el dinero quita la libertad. Más dinero, menos libertad”, finalizó.

 

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