Sin pierna y en silla de ruedas, los mexicanos Héctor y “Edy” se vuelven ejemplo de solidaridad

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Héctor Rodarte y Eduardo Zárate se suman a la lista de los héroes que combatieron los estragos del terremoto del pasado 19 de septiembre, el cual dejó más de 320 muertos y miles de damnificados en el centro del país.

Rodarte es un joven de 27 años que recorrió las calles de su natal Jojutla, el epicentro del sismo, ayudando a los residentes a recuperar fotos familiares y otras pertenencias de sus dañadas viviendas, a punto de venirse abajo. Trabaja todo el día y solo hace una pausa para dormir en la noche. Ayudar a los demás “es algo que nace desde el fondo del corazón”, dice Rodarte.

Eduardo Zárate, o “Edy”, como le dicen sus seres queridos, viajó desde Morelia, Michoacán, a la Ciudad de México al enterarse que su amigo había quedado entre los escombros de un edificio colapsado en la colonia Del Valle. Trabajó 24 horas seguidas sin descanso hasta que su cuerpo no dio más. Reposó unas horas y luego continuó. Su recompensa: hallar con vida a su amigo.

Jojutla/Ciudad de México, 25 de septiembre (AP/SinEmbargo) — Héctor Rodarte Cedillo, un limpiador de ventanas y vendedor de dulces de 27 años de edad, perdió parte de su pierna derecha hace siete años luego de ser atropellado por un coche.

Pero eso no le ha impedido pasar horas trabajando en una brigada de voluntarios civiles que buscaron a sobrevivientes, ayudan a los heridos y limpian los escombros de los edificios que se derrumbaron en Jojutla, México, durante el letal sismo registrado hace una semana.

Rodarte apoya sus muletas contra un Volkswagen Beetle blanco antes de poner sus tatuados brazos manos a la obra levantando y moviendo ladrillos y metales doblados. Vestido con un chaleco naranja brillante, un casco de obra blanco y unos sucios tejanos, mantiene el equilibrio colocando el muñón de su pierna, amputada desde la rodilla, sobre los escombros.

“Aquí seguiremos echando una mano hasta que terminemos, hasta que se recupere Jojutla”, sentenció Rodarte. Foto: Miguel Tovar, AP

Héctor Rodarte ayuda a recuperar muebles de la casa de un vecino. Foto: Miguel Tovar, AP

Rodarte perdió la pierna derecha por debajo de la rodilla hace siete años tras ser atropellado por un auto. Foto: Miguel Tovar, AP

Ayudar a los demás “es algo que nace desde el fondo del corazón”, dice Rodarte. Foto: Miguel Tovar, AP

Héctor Rodarte bebe un trago de agua durante un descanso mientras ayuda a recuperar artículos personales de la casa de un vecino. Foto: Miguel Tovar, AP

Rodarte y otros miembros de la “Novena Brigada” recorren las calles ayudando a los residentes a recuperar fotos familiares y otras pertenencias de sus dañadas viviendas, a punto de venirse abajo. Trabaja todo el día y solo para para dormir en la noche.

Ayudar a los demás “es algo que nace desde el fondo del corazón”, dijo Rodarte.

Jojutla, a unos 100 kilómetros  al sur de la capital de México, es uno de los lugares más devastados por el sismo del martes, que causó más de 300 muertos.

En la ciudad perdieron la vida al menos una docena de personas, decenas de viviendas quedaron en ruinas y muchas más son irreparables y están a la espera de demolición.

“Aquí seguiremos echando una mano hasta que terminemos, hasta que se recupere Jojutla”, sentenció Rodarte.

 

 

 

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