Veracruz, Ver. A poco más de tres meses de la caída de Ricardo Pacheco Tello, El Quino, presunto líder criminal, vuelven los embolsados y descuartizados a la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, ahora, fueron abandonados dos sujetos a quienes los asesinos hicieron pedazos al estilo de la delincuencia organizada.
Los cadáveres aparecieron en las inmediaciones del puente “El Teterete”, en Paso del Toro, municipalidad de Medellín de Bravo. A ese sitio llegaron las autoridades al ser alertadas sobre bolsas negras de las que escurría sangre y restos humanos.
Al arribar encontraron extremidades cercenadas de al menos dos hombres que estaban regadas en el pavimento y dos cartulinas en donde se leía que les habían dado muerte por secuestrar y robar personas.
«Esto me pasó por venir a cobrar un rescate al puerto de Veracruz«, se leía en una de los mensajes.
La forma en que fueron asesinadas, es similar a la que manejaba en sus ajustes el jefe mafioso Ricardo Pacheco Tello, El Quino, abatido por la Marina en junio pasado, en Puebla.
Pacheco Tello y su banda, jefes en Veracruz del Cartel de Jalisco Nueva Generación, se ganaron la animadversión del nuevo gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares después de que dieran muerte a Juan Camilo Castagné, jefe de la PFP en Veracruz, quien presuntamente fue asesinado en una venganza contra el gobierno yunista por no haber aceptado pactar con la alta cúpula de la delincuencia que opera en el estado de Veracruz, y que fue heredada por Javier Duarte de Ochoa y Fidel Herrera Beltrán.
El gobierno ofrecía de recompensa un millón de pesos por datos que llevaran a la captura de El Quino y otros, incluso, el momento más álgido fue cuando los maleantes lanzaron personas descuartizadas a las afueras del despacho del actual secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez, en la avenida 20 de Noviembre del puerto jarocho.
Se presume que una de las víctimas encontradas en Paso del Toro la madrugada del sábado, puede ser la persona sustraída con violencia el viernes por la mañana en Geo los Pinos, en el Puerto Jarocho, a plena luz del día.
Esta semana, en Coatzacoalcos, cuestionado ante la ola de ejecuciones, el gobernador Miguel Ángel Yunes reiteró que los homicidios tienen que ver con ajustes de cuentas entre bandas de la delincuencia organizada, y en eso, «no voy de ninguna manera a darle prioridad a evitar las ejecuciones«.
Indicó que como gobierno, prefiere ocuparse en abatir las bandas de secuestradores, que van contra «personas honorables que no tienen antecedentes delincuenciales».
Al comentario de la niña que fue asesinada días atrás en una colonia de Coatzacoalcos, cuando se encontraba con otros adultos, el mandatario expuso que la menor lamentablemente se encontraba bajo el cuidado de una persona con vínculos con la delincuencia.
En este tenor, fue claro en afirmar que «si alguien delinque, sabe que está en una actividad de alto riesgo«.
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