Juan Antonio Valencia/
La psicosis generalizada que se vive en la mayoría de los estados, por el robo de infantes, ha propiciado que también se generalicen los linchamientos sobre los presuntos infractores, en ocasiones basta simplemente la sospecha, para que alguien que pudiera ser delincuente, o no pueda morir a manos de una turba enardecida.
San Vicente Boquerón es una comunidad rural del Municipio de Acatlán en el Estado de Puebla. Tiene 2, mil 661 habitantes, está dedicada a la agricultura, reaccionan al toque de la campana en situaciones de riesgo.
La tarde de este miércoles la población toco la campana, para ir a la comandancia de policía a sacar a tres robachicos de la cárcel para lincharlos, minutos más tarde los tres presuntos delincuentes fueron rociados con gasolina e incendiados-
Dos murieron y uno lo reportan sumamente grave.
Lugareños corrieron la voz de alarma sobre la incursión de tres desconocidos que trataron de llevarse a una niña, siendo detenidos por la población y entregados a la policía, a la que minutos más tarde se los quitaron para matarlos.
Lo hechos ocurridos en el Valle de Puebla, nos hace recordar el suceso ocurrido el 14 de septiembre de 1968, próximo a cumplir 49 años, en donde cinco jóvenes trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) organizaron una excursión para escalar el volcán La Malinche.
Por el mal tiempo pernoctaron en San Miguel de la Canoa para pasar la noche y continuar el día siguiente.
Por esas fechas el Movimiento Estudiantil de 1968 tenía gran influencia en el país y al conocerse de la presencia de los estudiantes, el párroco del pueblo, Enrique Meza, consideró que eran comunistas y así los acusó falsamente ante el pueblo, que enardecidos los lincho.
Historias como esas se vuelven a repetir bajo otros conceptos, pero con el mismo fin…
Esta situación es realmente grave debido a que demuestra el fracaso del Estado Mexicano en la procuración y administración de la justicia. El pueblo esta cansado, hasta la madre de ver cómo todos los días se reporta la desaparición de un niño, niña, de un joven, hechos que suceden en todo el país, porque las autoridades no han querido aplicar la ley, muchos están trabajando para las mismas bandas delincuenciales, por eso no hacen nada.
Un hecho como estos en Puebla, nos regresa a la edad Media donde los hombres y mujeres eran quemados en público para entretenimiento de la plebe.
El linchamiento debe rechazarse bajo cualquier circunstancia pues estaría ante el fallo total del estado Mexicano.
Nos preguntamos para qué se crearon entonces las instituciones. Ojalá que los funcionarios den resultados y ya dejen de estar trabajando para los delincuentes.
Comentarios