Sandra Isabel Jiménez /Alfiletero.
Xalapa, Ver. 4 de marzo.- Desde el inicio de su mandato, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, ha generado conflictos políticos en un contexto social de desigualdad e inseguridad pública, que por si mismos son disparadores de tensión.
En otras palabras: Prende fuego a la gasolina.
De manera sistemática y con la “coordinación” de su Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, -un hombre más preocupado en su imagen personal, que en demostrar resultados de gobierno-, Cuitláhuac García, se muestra voluntarista.
Lejos está nuestro mandatario de comprender que “la comunicación gubernamental es la búsqueda del máximo consenso posible”, como lo expresa el especialista en Comunicación Política, Mario Rioda.
En su libro Hacia un modelo de comunicación gubernamental para el consenso, agrega que esta comunicación, “se guía por la capacidad institucional y condiciones de gobernabilidad que doten de consenso a las gestiones”.
Si bien la guerra es inherente a la búsqueda del poder político, el calendario electoral de Veracruz, marca que éste es un periodo de gobierno y, como tal, la comunicación del mismo, debe concentrarse en una agenda de resolución de conflictos y no de generación de ellos.
Los resultados ante los disensos permanentes entre el Ejecutivo (junto con su secretario de Gobierno), y los actores de poder político y social, muestran al mandatario veracruzano como un gobernante débil. Esta imagen del gobernador de Veracruz arrastra a la estructura de burocracia y administración pública que representa.
Tres de los más importantes conflictos en Veracruz generados por el Gobierno del estado, han sido: la fallida remoción del Fiscal; el intento por reubicar el basurero de Las Matas (Coatzacoalcos) en el municipio de Chinameca, en contra de una población enardecida; y, el más reciente, la búsqueda de control del Colegio de Veracruz, a través de querer desaparecer la figura jurídica de “autonomía universitaria”.
Este último hecho, de efectuarse, abriría un precedente a nivel nacional para hacer lo mismo con otras instituciones de educación superior en México.
El proceso de remoción del Fiscal de Justicia en Veracruz, Jorge Winckler, -cuya autonomía está en duda por ser incondicional del exgobernador, Miguel Angel Yunes Linares-, es un ejemplo de cómo el gobierno del estado creó una espiral de conflicto político y social.
La mala gestión de éste caso terminó por incrementar la confrontación y heredó el daño a una sociedad víctima de inseguridad pública.
Caso Winckler
- El 6 de diciembre de 2018, el Congreso del Estado aprueba que el Legislativo designe y remueva al Fiscal General del Estado.
- Ese mismo día, el Gobernador, Cuitláhuac García acusa de “corrupto e inepto” a Winckler y lo señala públicamente de que, junto con Miguel Ángel Yunes Linares, planeó la liberación de los duartistas encarcelados, Arturo Bermudez, José Antonio Nemi y Gina Domínguez.
- El 10 de diciembre, trascendió que el gobernador veracruzano corrió a Jorge Winckler de una reunión del consejo de seguridad efectuada en palacio de gobierno
- El mismo día, Jorge Winckler declara a los medios de comunicación que no renunciaría a la Fiscalía.
- El 21 de diciembre, Eric Cisneros declara a la prensa que le “pidió a Santa Clause”, la remoción de Jorge Winckler, para Navidad.
- El 21 de enero, Winckler obtiene un amparo del Poder Judicial de la Federación para no ser removido del cargo.
- El 23 de enero, se filtran unos audios donde Cuitláhuac García habla de cómo remover a Jorge Winckler
- El 5 de febrero, Jorge Winckler no deja entrar al reportero representante de Radio Televisión de Veracruz (RTV) a una conferencia de prensa.
- El 7 de febrero, se suspende la sesión del Congreso de Veracruz (en el cual se buscaría la aprobación de juicio político contra Winkler), porque no se logró la suma de votos de la bancada de Morena, dado los conflictos de sus diputados con Eric Cisneros.
- El 8 de febrero, 20 diputados hacen público que no votarían por la destitución de Winckler
- El 20 de febrero, Winckler declara a la prensa que Cuitláhuac García no acude a las reuniones de seguridad programadas diariamente a las 7 de la mañana, en palacio de gobierno y convocadas por el delegado federal, Manuel Huerta
- El 21 de febrero, niegan acceso a Jorge Winckler a una reunión sobre Seguridad Pública en Coatzacoalcos, – programada en la sede de la Secretaría de Marina-; esto, por indicaciones del Gobernador.
Cuitláhuac García declaró que Winkler (cuyo nombramiento es Constitucional) no fue invitado a dicha reunión.
- El 22 de febrero, los dictámenes de juicio político contra Winckler son desechados por el Congreso local.
- Trasciende maltrato del gobierno de Veracruz (a través de sus operadores en la Legislatura) hacia diputados locales de Morena. Entre ellos, el legislador Magdaleno Rosales Torres, quien se pronunció públicamente en contra de la mala gestión de Eric Cisneros.
- Como respuesta al diputado de Morena, lo exhibieron en una fotografía donde estaba desnudo. La imagen se difundió a través de las redes sociales como parte de un calculado manejo de medios de comunicación para humillarlo.
Sobre el caso Winkler la prensa ha expresado que existe una división en Morena.
En realidad es algo más sencillo, los legisladores morenistas están cansados del mal trato del Gobernador hacia ellos.
La desigualdad es en si misma, una causa de conflicto; la desigualdad en el ingreso, en el acceso al poder, en el poder mismo.
La inseguridad pública y los niveles de violencia generados por el crimen organizado, también.
Y si se continúa por el camino de la persistencia del conflicto político creado, generado y alentado, se impedirá redefinir y consensuar los planes de gobierno para enfrentar estos problemas.
Por lo pronto, en víspera de los 100 días de gobierno de Veracruz, aún no tenemos un Plan de Desarrollo.
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