Ciudad de México. (SinEmbargo).– La cantante y conductora de televisión, Ana Lucía Salazar denunció a través de sus redes sociales el abuso sexual que sufrió cuando tenía ocho años por parte de sacerdote Fernando Martínez, miembro de los Legionarios de Cristo.
AnaLu, como es conocida, utilizó sus cuentas de Twitter y Facebook para pedir información sobre el paradero del legionario, que aseguró “ha abusado a lo largo de su vida de muchas niñas que permanecen en el anonimato”.
“Yo decidí dar la cara por que al señor se le ha protegido por muchos años después de destruir nuestras infancias […] ¡NO ME DA PENA!”, escribió.
Mediante el hashtag #MeToo, el caso suscitado en Cancún, Quintana Roo entre 1991 a 1992 se viralizó en Twitter; en su cuenta, Ana Lucía publicó capturas de pantalla sobre las solicitudes de apoyo en la búsqueda del presunto señalado que realizó primero en la página de Facebook ‘Legioleaks’.
“Tuve la desgracia de toparme con el pederasta Fernando Martínez en Cancún en 1991-1992, en el Instituto Cumbres”, detalló en sus publicaciones.
La cantante y conductora aseguró que el colegio aun con el conocimiento de los casos, guardó silencio. También dijo que los padres de otras víctimas no creyeron en las palabras de los menores de edad.
“Yo conté con mis padres que siempre confiaron en mí y me validaron desde el primer momento”
“Mi caso está documentado pero necesitamos más información”.
En las publicaciones, Ana Lucía añadió una serie de documentos que respaldaron sus declaraciones, así como fotografías tanto de ella cuando era menor de edad, como de el legionario Fernando Martínez.
Ana Lucía Salazár agregó que hasta el momento es la primera mujer que hace una denuncia pública sobre abuso sexual cometido por un miembro de la Legión de Cristo.
También identificó a la Miss Aurora Morales González, del Instituto Cumbres como presunta cómplice, argumentando que era ella quien llevaba a las niñas de 6 años en adelante a la oficina del padre Martínez.
Después de su declaración, usuarios de las redes le hicieron llegar una captura de pantalla sobre un comunicado que el colegio envió a los padres de familia informando que la presunta involucrada fue reúbicada al Colegio Irlandés de Monterrey.
“Ojalá les hubiéramos importado desde 1991 […] Hoy no sabemos en donde está Fernando Martínez ni su cómplice Miss Aurora”.
Al respecto, la oficina de Comunicación Internacional de los Legionarios de Cristo publicó un comunicado informando que el Padre Fernando Martínez “vive en una casa religiosa en Roma (Italia) y no ejerce ningún Ministerio Pastoral”.
También dijeron que se iniciará una investigación exhaustiva con una agencia externa a la organización.
“Invitamos a cualquier persona que tenga alguna información sobre este u otros casos a ponerse en contacto con nuestros canales de denuncia, además de informar a las autoridades competentes”, escriben a nombre de los legionarios.
#METOO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
La denuncia del acoso sexual y los abusos contra mujeres, se ha materializado a través de un movimiento que en los últimos años se conoce como #MeToo (yo también) y se extendió por todo el mundo materializando una mayor toma de conciencia social y en cambios legislativos.
Las denuncias comenzaron en 2017 por medio de Twitter, con los casos de abuso sexual dentro del mundo cinematográfico de Hollywood.
El hashtag se ha modificado de acuerdo a las causas de la denuncia, especificando instituciones, escenas del medio artístico, universidades, medios, etc.
Hace unas semanas se publicaron una serie de denuncias con el hashtag #MeTooMúsicosMexicanos, que señalaban a varios cantantes solistas y miembros de bandas de diferentes géneros por presunto abuso y acoso sexual.
El caso que provocó mayor revuelta fue el del músico fundador de la banda mexicana ‘Botellita de Jeréz’, Armando Vega Gil, quien fue presuntamente acusado de acoso sexual a una menor de edad.
Vega Gil lanzó un último tuit deslindándose de los señalamientos y anunció su suicidio. “Se que no tengo manera de abogar por mí, cualquier cosa que diga será usada en mi contra”, escribió.
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