Manuela V. Carmona/ Orizaba, Ver.- El «pleito» entre el Fiscal General Jorge Winckler y el Gobernador Cuitlahuac García Jiménez, ha afectado no solo a la seguridad del estado, sino también a la procuración de justicia, «al convertirla en una arena», señaló el presidente de la Barra de Abogados de Orizaba, Miguel Ángel Salazar Torres.
Entrevistado sobre el tema, dijo que está situación que se presenta entre estos funcionarios, crea un ambiente de pasividad y apatía entre los funcionarios de las Fiscalías Generales.
«En este momento se vive una inactividad en las fiscalías, se ha politizado todo en cuanto al poder ejecutivo en la procuración de Justicia, eso conlleva a que en las fiscalías regionales ocurra lo mismo, provocando que los Fiscales al ver que al jefe no le importa la jerarquía, se contagian, ellos al politizar convierten esto en una arena donde no hay campeones ni hay ganadores sólo hay afectados».
Agregó que estos «pleitos», ponen en duda la capacidad para realizar este trabajo. «Se queda uno pensativo si realmente es un pleito o las dos personas son obsoletas en el ejercicio de sus actividades o de su profesión».
Agregó que en el pasado el Fiscal no cumplió con las expectativas, » ya tuvo antecedentes en el Gobierno de Miguel Ángel, demostró ser una persona obsoleta en algunas circunstancias en otras no».
Reiteró que la falta de respeto a las gerarquias ha generado que no exista una «cabeza» en las Fiscalías, «en cuanto a las carpetas de investigación, se les hace fácil el rezago, saben que no hay una cabeza en la fiscalía, se ha politizado todo, tal parece que el fiscal tiene sus grupos políticos con los fiscales de las agencias».
Para finalizar dijo que estás situaciones, afectan a los abogados, además de que se demuestra que quienes ocupan los cargos no están capacitados para ello.
«Se demuestra que los que llegaron al poder son incapacitados y no llegaron al poder a gobernar, sino a servirse, en el ejecutivo hay nepotismo, en el gabinete».
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