Reconocen ópera prima de mexicano en el Festival Internacional de Locarno

Ciudad de México. (La Jornada). El Festival Internacional de Locarno, conocido por proyectar películas al aire libre ante hasta 8 mil espectadores en la Piazza Grande de esa ciudad suiza, concluyó su 72 edición con la entrega del Leopardo de Oro a la película Vitalina Varela, del director portugués Pedro Costa.

La cinta, cuyo título toma el nombre real de la actriz protagonista, narra la historia de una mujer que viaja a Lisboa tras la muerte de su marido. Según Costa, refleja la tristeza que causa ver a la gente irse, olvidar y, en cierto modo, desconectar con su entorno. Sin embargo, esto ocurre en todas partes.

En la muestra fue presentada , egresado de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La ENAC informó que es la primera vez que una ópera prima de dicha casa de estudios se estrena en un festival internacional. Fue reconocida con el Swatch Art Peace Hotel Award, parte de la sección Cineastas del Presente, dedicada a jóvenes realizadores.

La Paloma y el Lobo cuenta la historia de dos enamorados que viven en un pueblo al norte de México, pero las dificultades en su entorno no dejan lugar para los sentimientos.

La soledad, el vacío y la sensación de no tener control sobre tu vida impregnan el largometraje de Carlos Lenin, quien ya ha sido reconocido con el premio Ariel a mejor cortometraje de ficción por 24º51’ Latitud Norte.

Situada en Linares, Nuevo León, la historia es una mezcla de las vivencias del cineasta. Los personajes y situaciones son un espejo de sus amigos y su familia. El director afirmó que temas como la violencia y la migración son unas de sus principales fuentes de inspiración, pues al haber crecido en un entorno así, las historias que de ahí surgen, casi te fuerzan a que hables de ellas, porque es tu identidad.
El filme comenzó como un proyecto sostenido por egresados de la escuela, entonces el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, por lo que pudo concursar en el programa de ópera prima, auspiciado por la dependencia de la UNAM y el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad y conseguir los recursos que le permitieron consolidar la película.

Difícil debutar en México

Lenin expresó: es difícil debutar en México y tener la posibilidad de estudiar en una escuela de cine, de acceder a recursos para hacer una película, me parece excepcional. Lo primero que hago es celebrarlo y reconocerlo.

María Novaro, directora de Instituto Mexicano de Cinematografía, calificó a la cinta como “la experiencia de cine mexicano más fuerte que he vivido desde Tempestad y Japón”.

El productor del filme, Miguel Ángel Sánchez Macías, señaló que ahora la película entra a una nueva etapa: la búsqueda de su público.

En el festival participaron 246 cintas. Unas 9 mil 300 personas abarrotaron la Piazza para ver al realizador estadunidense Quentin Tarantino, quien presentó su más reciente producción Once Upon a Time… in Hollywood.

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