Manuela V. Carmona/ Orizaba Ver.- Mientras los índices de violencia e inseguridad imperan en la geografía del territorio veracruzano y las autoridades aseguran que se trata de una violencia heredada, el obispo de Orizaba, monseñor Eduardo Cervantes Merino opino que: “cada quien tiene que ser responsable de lo que se comprometió a hacer”.
Aseguró que son varios factores los que impulsan a que estos indicen no disminuyan, sino todo lo contrario. «A mí me parece que todos este asunto es un asunto social, una descomposición que ha ido creciendo y que no hay una responsabilidad, me da la impresión que en el proceso educativo y nos ha fallado a todos nosotros y en la iglesia queremos precisamente retomar aquello que hemos descuidado la insistencia en la formación integral de las personas desde el anuncio del Evangelio que es la catequesis».
Reconoció que la violencia en Veracruz ha crecido mucho al grado de estar en los primeros lugares a nivel nacional y eso también se debe a la situación económica precaria, la falta de educación entre la sociedad, pero sobre todo por la falta en la aplicación de la ley, ya que considera el gobierno busca salidas fáciles y no hace lo que le corresponde como administración pública y «me atrevo a decir, pero no veo avance».
Precisó que la iglesia católica, como parte de una sociedad, no tiene por qué hacer un llamado a las autoridades estatales para que cumplan sus responsabilidades. «Todos los actores de la sociedad debemos ser responsables; vivimos en una sociedad narcisista… todos fallan, todo este asunto es un asunto social de una descomposición que va creciendo y no hay una responsabilidad. En la iglesia sentimos, primero dolor, tristeza nos unimos al dolor de quienes pierden la vida no tenemos el perjuicio de a priori de decir las cosas, pero son situaciones de la descomposición social”.
No les interesa… les gusta divertirse.