Gael García confiesa que fue después de «Y tu Mamá También» que decidió dedicarse a la actuación

Gael Garcúa estuvo en el Festival internacional de Toronto como actor y director
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Ciudad de Méxicoñ (Infobae).– Las enormes ventanas de la suite 2137 del Hotel Intercontinental parecen convertirse en una enorme pantalla cuando del otro lado se expone el completo panorama de la ciudad que vivió a pleno el Festival Internacional de Cine de Toronto. Y es ahí donde Gael García Bernal también estrenó, en una misma semana, películas tan diferentes como su trabajo como director en Chicuarotes o la actuación en Wasp Network con Edgar Ramirez y Penélope Cruz, además de la producción chilena Emma de Pablo Larraín. Y en una entrevista exclusiva habló sobre las influencias mexicanas en el cine mundial (incluyendo el voto por el Óscar) y recordó aquellos primeros pasos en un trabajo que no siempre apreció… como hoy.

– ¿Es cierto que en un principio no querías ser actor?
– Sí. No quería.

– ¿Por qué?
– Normal… Por no querer lo que hacían mis papás y porque tenía otros intereses.

– ¿Y sin embargo terminaste estudiando actuación en Londres, muy lejos de México?
– Pero no fue solo para estudiar actuación. Fue un accidente. Yo estaba allí y de pronto fui a buscar algo para ver qué hacer y terminé estudiando teatro porque se dio la oportunidad.

– ¿En qué momento decidiste que la actuación era lo que realmente querías hacer?
– Fue después de Y Tu Mamá También. Ahí dije: “Anda, sí, yo creo que me voy a dedicar a ser actor”.

omo el hijo de la actriz de telenovelas Patricia Bernal y el director de televisión y teatro José Ángel García, Gael nació el 30 de Noviembre de 1978, resistiéndose al destino de la actuación clavado desde su cuna en Guadalajara. Aunque no lo haya querido al principio, con apenas 11 años había aparecido en la telenovela Teresa y siguió en ese mismo rubro que le quitó las ganas de ser actor. Incluso se había ido a Europa, en busca de un destino diferente, cuando encontró la excusa para quedarse, inscribiéndose en el prestigioso Central School of Speech and Drama de Londres, donde incluso se convirtió en el primer mexicano aceptado por la academia. En 1996 debutó en el cine, con el cortometraje De tripas, corazón que fue nominado al Óscar. Y ya había protagonizado Amores Perros con la nominación a otro Óscar como Mejor Película Extranjera, cuando siguió dudando en seguir trabajando como actor. Pero la siguiente nominación al Óscar como Mejor Guion de Y Tu Mamá También demostró que iba por buen camino. Se convirtió en un verdadero imán del premio máximo de Hollywood cuando protagonizó El Crimen Del Padre Amaro que también fue nominada como Mejor Película Extranjera, igual que la película chilena “No” del mismo director Pablo Larraín que ahora lo dirigió en Emma. Gael también había dirigido el drama Déficit que estuvo nominado a la Cámara de Oro del Festival de Cannes, en una época donde los directores mexicanos ni siquiera soñaban con ganar el Óscar. Claro que todo cambió, a partir de la lluvia de premios que ya ganaron Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro Gonzalez Iñarritu, con otro destino al que Gael García Bernal también parece revelarse.

– ¿Qué opina el actor Gael García Bernal de Gael García Bernal director y qué opina el director Gael García Bernal del actor Gael García Bernal?
– Bueno, no sé si hará falta hacer un juego así. Yo me siento muy contento con ser actor. Me siento feliz. Es mi trabajo principal y es el que me mueve. Me divierte mucho la dinámica de estar actuando. Me divierte mucho la actuación y me interesa mucho lo que puedo crecer.

– ¿Y como director?
– Y como director, me encanta el proceso orgánico de desarrollar una película, de armarla, el misterio de ser yo el que convoco a los demás para poder lograr una película. Son dinámicas muy distintas. Son formas de involucrarme con el cine de una forma completamente distinta cada una. Y me interesan ambas, pero mi profesión principal es ser actor y estoy muy contento de serlo.

– ¿Por qué crees que hay tantos directores de cine con éxito, que nunca fueron actores antes como Scorsese o Spielberg?
– Porque no se necesita ser actor para hacer buenas películas. Estas hablando de unos maestros del cine. Es indudable que ellos han sido grandes directores sin haber sido actores.

– ¿Y en el caso de Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Alejandro Iñarritú? ¿Qué crees que tenga México para haber ganado tantos premios Óscar al Mejor Director?

– Bueno, creo que hay muchos factores. En México se va mucho al cine y el cine es parte integral de nuestra cultura. Creo que está en el segundo lugar en afluencia al cine. La taquilla es gigantesca. No en términos económicos porque el boleto es bastante barato en México. Creo que es la cuarta taquilla del mundo o algo así, pero en cuestión de asistencia creo que es la segunda en el mundo. O sea, el número es fantástico. Es increíble. Es parte de nuestro andar ir al cine. Entonces, hay una cultura fílmica que definitivamente tiene que ver con algún linaje, de alguna manera. Toda la época de oro del cine en México y demás tiene una fuerte raíz. Pero lo que ha pasado en los últimos años, te diría que unos veinte años, es que sí, se juntó un grupo de personas que, de alguna manera, heredaron lo mejor y también desheredaron lo peor de las dinámicas anteriores del cine en México y lograron armar unos grupos de cineastas que nos apoyamos mutuamente en una fraternidad y una sororidad muy conmovedora. Nos apoyamos bastante. Yo creo que todo eso, combinado con el gran espectro cultural de México, combinado con la gran necesidad e iniciativa de contar muchas historias, ha hecho que haya buenas películas.

– ¿Te imaginas con un Óscar en la mano?
– No, la verdad es que no pienso mucho en eso, no.

– ¿Pero si tuvieras la posibilidad… te gustaría ganarlo como actor o como director?
– No, no sé. Bueno, actor es mi profesión, así que…. Pero, la verdad es que sonará raro, pero la verdad es que ni quisiera me ilusiono o pierdo tiempo en esas cosas porque eso no es trabajo, eso es otra cosa y no es la razón por la que hago lo que hago. Obviamente el reconocimiento es muy lindo, el reconocimiento siempre es hermoso.

– ¿Al menos te das cuenta que hoy es posible soñarlo en comparación con veinte años atrás?
– Sí. En definitiva sí, pero no es la meta. Hay que también ya librarse de eso ¿no? No es la meta de una persona que hace cine tener que ganarse un Óscar, en absoluto. Las películas son películas y uno no sabe si ganaron Oscars o no. No importa. El Óscar no es ninguna medida suprema de calidad. Las películas son mensajes en una botella. El tiempo es el único que juzga eso. ¿Taxi Driver ganó un Óscar?

– ¿No estuvieron nominados Jodie Foster y Robert DeNiro, además de la categoría Mejor Película?
– No sé, pero no ganó ningún Óscar. Y no importa. La película sobrevive al tiempo.

– ¿Tú votas en la Academia del Óscar?
– Yo soy miembro de la Academia.

– ¿Y al momento de votar se siente esa responsabilidad, como cuando tienes que votar a un presidente? ¿Se nota esa responsabilidad detrás de cada voto?
– Bueno, depende cada quien cómo se lo tome. No, no es lo mismo que votar a un presidente o a un representante político. Son premios y uno sabe que es un juego, de alguna manera y uno sabe que es un juego injusto también porque es muy subjetivo. Pero yo lo tomo así. No lo tomo con la misma responsabilidad porque no es algo serio, es algo muy lindo que pase a lo que uno quiere que suceda pero es muy distinto a votar por un representante político. Eso es de verdad, es en serio.

Aunque en México ya habían estrenado la película Chicuarotes, en el Festival Internacional de Toronto Gael García Bernal volvió a presentarse como director con la historia de dos adolescentes chicuarotes (como se los llama a los que viven en la mexicana San Gregorio de Atlapulco), dos jóvenes que encuentran el camino más fácil del crimen, en medio de las complicaciones familiares de un padre alcohólico y la violencia como única educación. Bien pudo haber sido el comienzo de la historia previa de los amigos de Y Tu Mamá También, si el final fuera diferente… aunque Gael no está tan de acuerdo. “No creo que se parezcan”, opina, “es otro tipo de dinámica completamente y es un juego muy divertido de muchos géneros, con muchas tonalidades.”

– ¿Qué es lo que tanto te gustó de una producción de cine como Chicuarotes como para quedarte del otro lado de la cámara, como director, sin aparecer para nada como actor?
– Me gustó por muchas razones. Estaba enamorado de la historia, enamorado de la idea. Me gustó porque es un gran guion, escrito de una forma impresionante, muy bien desarrollado, con muchísimas vueltas. Me interesaba mucho entenderlo de alguna manera, me incitaba mucho la curiosidad, quiénes eran, la verdad. Y tiene una parte que me llamó mucho la atención desde el principio: el profundo drama que está ocurriendo combinado con la comedia, con todos los apodos de este mundo.

– ¿En tu caso, alguna vez tuviste algún apodo en particular?
– No. Yo no tengo apodos.

– ¿Ninguno? ¿No eres de poner apodos?
– Yo no. Bueno, en México sí, claro. Pero como tengo un nombre muy particular, creo que por eso, nunca tuve ninguno… Como que el mismo nombre era el apodo.

– ¿Y el apodo de los que nacieron en Guadalajara?
– Ahí sí, el gentilicio es Tapatíos. Somos Tapatíos.

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